La oportunidad de ¡CATNAP!

Capítulo 2: Ecos del Pasado y Sombras en el Presente

Perspectiva de uno de los trabajadores de Playtime Co.

Todo iba bien en el Playcare. Los huérfanos estaban siendo atendidos, los informes se completaban a tiempo, y no había habido incidentes preocupantes... hasta hoy. Sentado en mi oficina, revisaba los informes semanales de los niños. La mayoría mostraban un progreso normal, excepto uno: el de Theodore Grambell. Desde el primer día, Theodore había sido un caso especial.

(Nota:Y para los que conocen a Catnap y su historia me entenderan)

Según sus consejeros, Theo tenía pocos o ningún amigo en Home Sweet Home, a excepción de un compañero invisible que mencionaba con frecuencia. Era un niño retraído, silencioso y con una imaginación desbordante. Pero en los últimos días, algo había cambiado. El chico había hecho varios amigos y se había vuelto más obediente. Había incluso desarrollado una estrecha amistad con una niña llamada Marie Payne. Esto, en cualquier otro caso, sería una señal positiva, pero había un detalle que nos mantenía en alerta.

Theo continuaba hablando de su "amigo invisible". Esto no habría sido motivo de alarma, pero lo que nos preocupaba eran los dibujos que había comenzado a hacer. En sus sesiones de terapia, Theodore había empezado a dibujar una criatura grotesca con un brazo robótico, siempre acompañada de un número, "1006", subrayado repetidamente.

(Nota:noooo no se nota que quiere venganza ehh >:3 )

Al ver esos dibujos, una sensación de incomodidad me recorrió el cuerpo. Sabía que esto no era un simple juego de la mente de un niño. Inmediatamente informé al jefe, Leith Pierre. Su reacción fue alarmante. Pierre, siempre tan tranquilo y racional, se quedó mirando los dibujos con una expresión que rara vez mostraba: miedo.

—Esto no es una coincidencia —dijo Pierre finalmente, su voz grave y tensa—. Algo que debería haberse quedado enterrado hace mucho tiempo está intentando regresar... y está usando a este chico para hacerlo.

Su orden fue clara: vigilar a Theodore Grambell. Todos los científicos del lugar y los consejeros de Home Sweet Home recibieron instrucciones precisas para monitorear de cerca al chico. Algo oscuro estaba en marcha, y no podíamos permitir que escapara de nuestro control.

Perspectiva de Theodore Grambell

Todo estaba saliendo según lo planeado. Mis habilidades de sigilo y de escabullirme no habían disminuido en lo más mínimo desde mi transformación en Catnap. Ahora, de nuevo como Theodore Grambell, tenía que jugar mi papel a la perfección.

Había hecho muchos amigos nuevos, y mi mejor amiga, Marie Payne, era un verdadero tesoro. Ella me entendía de una manera que pocos lo hacían, y había desarrollado un vínculo especial conmigo. Pero detrás de toda esta fachada de amistad y obediencia, mi verdadera intención era clara: vengarme del Prototipo, de 1006.

Los dibujos que había dejado "accidentalmente" en manos de mis consejeros habían surtido el efecto deseado. Sabía que los trabajadores de Playtime Co. me estaban observando. Podía sentir sus miradas sobre mí, susurros que creían que no escuchaba, pero todo formaba parte de mi plan.

—Theo, ¿quieres venir a jugar? —me llamó Marie desde el otro lado de la habitación, interrumpiendo mis pensamientos. Tenía una sonrisa en su rostro, y no podía evitar sentir un destello de calidez hacia ella.

—Claro, Marie, voy en un momento —respondí, devolviendo la sonrisa.

Mientras caminaba hacia ella, no podía dejar de pensar en mi plan. Si quería vengarme de 1006, tendría que convertirme en Catnap de nuevo. Sabía exactamente cuándo debía hacerlo: el 20 de noviembre de 1990, la fecha de mi "accidente". Fue entonces cuando, en mi vida anterior, robé un GrabPack para escapar junto a mi supuesto "mejor amigo".

Qué idiota fui, pensé con amargura. Pero esta vez, sería diferente. Esta vez, no me dejaría engañar.

—¡Te atrapé! —gritó Marie, riendo mientras me tocaba el brazo, sacándome de mis cavilaciones.

—¡Eso no es justo! —le dije, fingiendo estar ofendido mientras reía también. Pero en el fondo, no podía evitar que la oscuridad de mis pensamientos nublara mi mente. Marie era una amiga genuina, alguien que no merecía verse arrastrada a la guerra que estaba por desatarse.

Mientras jugábamos, noté a uno de los trabajadores de Playtime Co. observándome desde una esquina. Perfecto, pensé. Todo estaba saliendo según el plan.

—Marie, ¿alguna vez has oído hablar de un amigo imaginario? —le pregunté casualmente mientras nos sentábamos a descansar.

—¡Claro! —respondió con entusiasmo—. Pero... ¿por qué preguntas? ¿Tienes uno?

Asentí lentamente, sabiendo que las palabras que diría a continuación atraerían aún más la atención hacia mí.

—Sí, se llama 1006... pero creo que ya no es solo imaginario —murmuré, lo suficientemente alto para que el trabajador que nos espiaba pudiera escuchar.

Marie frunció el ceño, claramente preocupada.

—Theo, eso suena... extraño. ¿Estás bien?

La preocupación en su voz me tocó, pero no podía detenerme ahora.

—No te preocupes por mí, Marie. Solo... sigue siendo mi amiga, ¿vale?

Ella asintió, pero no pude evitar notar la duda en su mirada. Sin embargo, esto era necesario. Si quería destruir a 1006, necesitaba atraer a sus esbirros hacia mí. Dejar que creyeran que estaba bajo su influencia me permitiría estar un paso adelante en todo momento.

Mientras Marie volvía a jugar, noté cómo el trabajador se apresuraba a salir de la habitación, probablemente para reportar lo que había escuchado. Bien, pensé. Ahora, todo lo que tengo que hacer es esperar.

El tiempo estaba de mi lado. Y cuando llegara noviembre, cuando el accidente ocurriera de nuevo, no sería el mismo ingenuo de antes. Esta vez, renacería como Catnap por elección propia. Pero en lugar de servir a un demonio, me aseguraría de que este fuera destruido.

Y si todo salía bien, esta vez, no sería yo quien acabara en el suelo, traicionado y derrotado. Esta vez, 1006 conocería el verdadero significado del terror.