Capítulo 26: La Llegada de Huggy Wuggy

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Perspectiva de Huggy Wuggy

Después de ser trasladado en el tren de la compañía, me bajaron por un ascensor que se movía de manera extraña, como si estuviera entrando en un lugar del que no había retorno. Había oído hablar de este lugar, el Playcare, un sitio lleno de juguetes que habían logrado lo impensable: hacer entrar en razón a Boxy Boo. El mismo Boxy que, si mal no recordaba, era uno de los primeros experimentos, conocido por su inestabilidad, imprevisibilidad y, sobre todo, por ser terriblemente desobediente.

Pero ahora, según lo que me habían dicho, Boxy Boo había cambiado. Estaba haciendo su trabajo sin rechistar, algo que parecía imposible para quien lo conocía. Y más extraño aún, esos juguetes que lo ayudaron eran ahora más populares que él... que yo. Aunque no lo entendía del todo, la verdad era que habían dicho que yo era el experimento perfecto. Lo era. Obedecía cualquier orden sin dudar, incluso si me pidieran que me lanzara por un barranco. Lo haría con una sonrisa en mi rostro.

Y ahora aquí estaba, en el Playcare, sin tener ni idea de lo que me esperaba.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron, me recibieron unos ojos brillantes y curiosos. Los Smiling Critters estaban ahí, esperándome. Catnap, el líder del grupo, se adelantó, mirándome con una mezcla de precaución y determinación.

Catnap (con voz firme): "Huggy Wuggy, bienvenido al Playcare. Aquí las cosas son un poco diferentes de lo que estás acostumbrado. Estamos aquí para ayudarte a... expandir tus capacidades."

Huggy Wuggy (confundido): "¿Expandir? Yo soy el experimento perfecto. Obedezco, hago lo que se me dice. ¿Qué más podría necesitar?"

Bubba Bubbaphant (con una sonrisa nerviosa): "Eso es genial, Huggy, pero aquí no solo se trata de obedecer. Queremos que aprendas a ser más... flexible."

CraftyCorn (con una risa suave): "Y también a disfrutar un poco más de la vida, ¿no crees?"

Los miré a todos, sin comprender del todo lo que decían. Flexibilidad. Disfrutar. Esas palabras no tenían mucho sentido para mí. Obedecer era todo lo que sabía hacer, y lo hacía bien. ¿Por qué cambiaría algo que funcionaba?

Huggy Wuggy (con frialdad): "No necesito disfrutar. Necesito cumplir mi propósito."

Poppy (con tono suave, acercándose con cautela): "Huggy, nadie está diciendo que no hagas tu trabajo. Pero aquí queremos que te sientas más... completo. No solo eres un experimento. También puedes ser algo más."

Sus palabras, aunque bienintencionadas, me desconcertaron. Completo. ¿Qué significaba eso? Yo era completo al obedecer, al seguir órdenes. Pero había algo en la forma en que todos me miraban, una mezcla de preocupación y algo más que no podía identificar.

Mommy Long Legs (con voz serena): "Aquí en el Playcare, Huggy, tenemos la oportunidad de ser más de lo que éramos antes. No estamos solo para cumplir órdenes, sino para entendernos a nosotros mismos. Puede que al principio no lo entiendas, pero con el tiempo, lo harás."

Me quedé en silencio, procesando lo que decían. Esta idea de ser algo más que un simple ejecutor de órdenes era nueva para mí. Inquietante, incluso. Pero no rechacé sus palabras, al menos no de inmediato.

Huggy Wuggy (mirando a Catnap): "Haré lo que se me pida, como siempre. Pero no prometo entender lo que intentan enseñarme."

Catnap (asintiendo, con un leve suspiro de alivio): "Eso es todo lo que pedimos, Huggy. Solo intenta... y veremos a dónde te lleva."

Mientras los Smiling Critters me mostraban el lugar, una sensación de incomodidad se asentó en mi interior. Este lugar no se parecía a nada de lo que conocía. Aquí, las reglas eran diferentes, más complejas. Y aunque no lo diría en voz alta, una pequeña parte de mí sentía... curiosidad.

Bobby BearHug (mientras caminábamos): "Oye, Huggy, ¿sabes? Aquí todos somos diferentes, pero eso es lo que hace que todo funcione. No se trata solo de obedecer, sino de aprender a cooperar y entender a los demás. Incluso Boxy Boo lo ha entendido, y mira lo bien que le va ahora."

Huggy Wuggy (con un toque de escepticismo): "¿Cooperar? No estoy seguro de cómo se supone que eso me haga mejor en mi trabajo."

Hoppy Hopscotch (saltando cerca de mí con energía): "Lo harás, grandote. Al principio parece raro, pero confía en nosotros. Catnap sabe lo que hace."

Asentí lentamente, sin realmente saber si podía confiar en ellos, pero decidido a seguir adelante. No porque lo entendiera, sino porque esa era la orden, y yo siempre obedecía.

Pero dentro de mí, la pregunta seguía resonando: ¿Qué me esperaba en este lugar?

La oportunidad de ¡CATNAP!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora