Capítulo 11: Dudas y Precauciones

346 43 4
                                    

Perspectiva de DogDay

Habían pasado varios días desde la llegada de Poppy al Playcare, y aunque intentábamos actuar como si nada hubiera cambiado, era evidente que las cosas no eran tan simples. Como había dicho CraftyCorn, la muñeca Poppy se quedó en el Playcare, y lo más inquietante era lo amable y dulce que se mostraba con los niños. Verla interactuar con ellos de manera tan cariñosa nos hacía sentir un extraño nudo en el estómago. La historia de Catnap sobre su traición por 1006 estaba fresca en nuestras mentes, y eso nos ponía en un estado constante de alerta.

Cada vez que Poppy intentaba acercarse a alguno de nosotros, nos alejábamos discretamente o inventábamos alguna excusa para evitarla. El gas rojo de Catnap se había convertido en un recurso muy útil para evadirla.(Nota:si por que era como una bomba de humo para escapar en caso de emergancia jaja) Curiosamente, Catnap era el único de nosotros que nunca había tenido que encontrarse cara a cara con Poppy. Su naturaleza escurridiza y sigilosa le permitía mantenerse fuera de su radar.

La verdad es que todos estábamos exhaustos, tanto física como mentalmente, tratando de evitar a Poppy mientras cumplíamos con nuestros deberes. La tensión era palpable cada vez que la muñeca se acercaba demasiado, y aunque no teníamos pruebas de que fuera una amenaza, ninguno de nosotros estaba dispuesto a correr el riesgo.

Esa noche, después de otro día agotador, nos reunimos en nuestra casa compartida, cada uno más cansado que el otro. Estaba claro que todos necesitábamos un descanso, pero lo que más necesitábamos era una solución.

Catnap apareció en medio de la penumbra, su figura morada y siniestra emergiendo como una sombra protectora. Al vernos derrumbados en los sofás y sillas, nos miró con curiosidad y preocupación.

¿Qué les ha pasado? —preguntó, su voz aterradora resonando en la habitación. Sabía que no lo hacía intencionalmente, pero esa voz siempre nos ponía los pelos de punta, aunque ya nos habíamos acostumbrado.

Levanté la vista y suspiré profundamente antes de responder.

—Es complicado evitar a una pequeña muñeca y hacer el trabajo al mismo tiempo —dije, intentando mantener la calma, aunque la frustración era evidente en mi tono.

KickinChicken, siempre impulsivo, añadió con un resoplido:

—¡Maldita sea, es como si estuviera en todos lados! ¡No hay forma de escapar de ella!

CraftyCorn, más reflexiva, intervino:

—Lo que Catnap nos contó sobre 1006 nos dejó a todos paranoicos. No podemos evitar pensar que Poppy podría ser otra trampa, una especie de nuevo peligro oculto bajo una fachada inocente.

Catnap se cruzó de brazos, su mirada penetrante pasando de uno a otro mientras procesaba nuestras palabras. Finalmente, habló:

Por lo que he visto, parece que esa muñeca es de fiar, pero no lo confirmo hasta que alguien interactúe con ella. —Su tono era serio, pero había una pizca de duda que no pasó desapercibida.

—¿Interactuar con ella? —preguntó Bubba Bubbaphant, que siempre prefería evitar conflictos—. ¿Quieres que alguno de nosotros se acerque voluntariamente a esa cosa?

No es que quiera que se acerquen sin razón, pero alguien tiene que hacerlo eventualmente —respondió Catnap, con la calma habitual que a veces nos exasperaba—. No podemos seguir evitándola para siempre. Si es un peligro, necesitamos saberlo lo antes posible. Y si no lo es... bueno, mejor para todos.

Hoppy Hopscotch, quien había estado saltando de un pie al otro, finalmente explotó.

—¡Esto es una locura! ¡Nos está pidiendo que nos pongamos en peligro solo para averiguar si esa maldita muñeca es buena o no! ¡Esto es una mierda!

(Nota:Hoppy lenguaje >:| )

—Hoppy, cálmate —intervino CraftyCorn, aunque su voz también reflejaba la tensión que todos sentíamos—. Catnap tiene razón en algo... No podemos vivir con esta incertidumbre para siempre. Necesitamos respuestas.

Catnap asintió.

No les estoy pidiendo que se ofrezcan como voluntarios a lo tonto. Solo estoy diciendo que estén atentos y, cuando la oportunidad se presente, hablen con ella. No sabemos qué más puede estar pasando aquí, y si ella tiene alguna información, necesitamos descubrirla.

—¿Y quién va a ser el valiente? —preguntó PickyPiggy con sarcasmo mientras daba otro mordisco a su manzana, tratando de parecer despreocupada, aunque todos sabíamos que estaba tan asustada como nosotros.

Hubo un silencio incómodo mientras todos nos mirábamos, nadie queriendo ser el primero en ofrecerse. Finalmente, DogDay, yo mismo, decidí dar un paso adelante, aunque mi corazón latía con fuerza en mi pecho.

—Yo lo haré —dije con más confianza de la que realmente sentía—. Como líder, es mi responsabilidad. Si hay algo que debemos saber, lo descubriré.

Mis palabras provocaron una mezcla de alivio y preocupación en los rostros de mis compañeros. Sabían que era un riesgo, pero también sabían que alguien tenía que hacerlo. Catnap me miró con una especie de respeto silencioso y asintió.

Ten cuidado, DogDay —dijo, su voz ahora más suave, casi paternal—. Y si algo va mal, no dudes en retroceder. No podemos permitirnos perder a ninguno de nosotros.

Asentí, consciente del peso de la tarea que me esperaba. Esa noche, mientras los demás se retiraban a descansar, yo me quedé despierto, planeando cómo y cuándo haría mi movimiento. El Playcare estaba lleno de misterios, y ahora Poppy era uno de los más grandes. Pero como líder, sabía que tenía que enfrentar este desafío, por el bien de todos nosotros.

La oportunidad de ¡CATNAP!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora