La oportunidad de ¡CATNAP!

Capítulo 41: El Enigma de Baba Chops

Perspectiva de Catnap

Los días transcurrían en una extraña calma en el Playcare. Baba Chops seguía siendo un enigma para nosotros, manteniéndose al margen durante el día. Observábamos atentos su comportamiento, y aunque no interactuaba con nadie, no podíamos ignorar cómo se escondía de los niños.

Era curioso: los pequeños intentaban abrazarla o invitarla a jugar, pero su reacción siempre era de incomodidad. La mayoría de las veces, una sola mirada de enfado suyo era suficiente para espantar a cualquier crío. Baba, con su actitud cansada, parecía más fastidiada que asustada.

En las noches, su comportamiento cambiaba un poco. Aunque seguía evitándonos, empezaba a hablar más, aunque fuera con frases cortas y respuestas tímidas. Era algo.

Esa noche, mientras la mayoría de los experimentos dormían, me encontraba junto a Lía, Mommy Long Legs y Poppy en la sala común. Estábamos discutiendo el comportamiento de Baba.

—Es rara, pero no en un mal sentido —comentó Poppy, jugando con uno de sus rizos—. Solo creo que no está acostumbrada a esto... ¿quién lo estaría?

Lía, siempre práctica, revisaba su grabpack mientras asentía.
—Probablemente. Pero me intriga por qué está tan nerviosa todo el tiempo.

Miré alrededor.
—¿Y los demás? ¿Dónde están?

Mommy, que había estado más callada de lo habitual, se acomodó a mi lado con una sonrisa... demasiado cercana para mi gusto.
—Durmiendo. A diferencia de ciertos "trabajadores nocturnos" como nosotros.

Rodé los ojos, tratando de ignorar cómo se pegaba demasiado. Sabía perfectamente que Mommy tenía esos celos ridículos hacia Lía, y aunque era molesto, no tenía ganas de empezar otra discusión.

Poppy, como siempre, no pudo resistirse a hacer un comentario.
—Uy, Mommy, estás pegajosa como chicle viejo. ¿No puedes dejar respirar a Catnap?

Mommy le lanzó una mirada afilada, pero antes de que pudiera responder, Lía interrumpió.
—Hablando de Baba... encontré algo interesante.

Todos nos giramos hacia ella mientras sacaba un póster promocional de su grabpack. En él, aparecía una versión caricaturesca de Baba Chops, sonriente pero con ojos cansados.

Lía comenzó a leer el texto del póster en voz alta:
—"Baba es la 'oveja negra' del grupo, con una personalidad distante, reservada y de baja energía. Prefiere su espacio personal en exceso y necesita mucho esfuerzo para ser animada o sacada de su rutina. Sin embargo, tiene amigos muy persistentes que logran convencerla de participar en actividades. Aunque puede animarse temporalmente, suele volver a su actitud reservada al día siguiente. Su fragancia asociada es: anís".

Poppy ladeó la cabeza, pensativa.
—Bueno... eso suena más o menos como nuestra Baba, ¿no?

Negué con la cabeza.
—No del todo. Nuestra Baba es tímida, sí, pero también es más animada de lo que dicen ahí. La he visto prestar atención cuando hablamos o incluso intentar participar, aunque no lo admita.

Mommy se cruzó de brazos, claramente desconfiada.
—¿Y eso qué importa? Sigue siendo un dolor de cabeza social. No es como si fuera a unirse a nuestras conversaciones pronto.

—Tal vez no sea tan diferente, pero sí lo suficiente como para pensar que no es la misma "Baba Chops" del póster —respondió Lía, ajustando una correa de su grabpack.

En ese momento, Baba apareció en la entrada de la sala. Todos nos giramos hacia ella, sorprendidos de que estuviera fuera de su escondite.

—Ho... hola —murmuró, apenas audible.

Mommy soltó un resoplido.
—Mira quién decidió unirse a los vivos.

(XD jajajajajaja enserio que me cage de la risa en escribir esta parte)

Baba la miró con una mezcla de nerviosismo y molestia antes de retroceder un paso.
—Lo siento... no quería molestar.

Poppy le sonrió, intentando ser acogedora.
—No molestas, Baba. Ven, siéntate con nosotros.

Baba dudó, pero finalmente se acercó, sentándose en el suelo con las piernas cruzadas. Mantenía la mirada baja, jugueteando con su collar.

—¿Qué pasa, Baba? —pregunté, intentando suavizar el ambiente.

—Es... solo que... —hizo una pausa, luchando por encontrar las palabras—. Los niños... no me gustan. Son ruidosos.

No pude evitar soltar una risa seca.
—Bueno, eso es algo que todos aquí podemos entender.

Mommy se rió entre dientes.
—Vaya, al menos tienes algo de sentido común.

Baba levantó la mirada por un segundo, como si estuviera considerando responder, pero volvió a bajar la vista. Lía aprovechó el momento para intervenir.
—¿Te molesta estar aquí? ¿Con nosotros?

La oveja negra negó con la cabeza rápidamente.
—No... no me molesta. Pero... no sé qué decir.

Poppy, siempre amable, le dio una palmadita en el hombro.
—No tienes que decir mucho. Estamos aquí cuando quieras hablar.

Baba asintió lentamente, y aunque no dijo más, se quedó con nosotros un rato más. Mommy, por supuesto, no pudo resistirse a lanzar una última pulla antes de que se retirara.

—Espero que no seas un desastre total cuando el resto de los Nightmare Critters llegue.

Baba no respondió, pero cuando se levantó para irse, lanzó una mirada que decía mucho más de lo que sus palabras nunca podrían.

Mientras la observábamos marcharse, no pude evitar pensar que había más en Baba Chops de lo que parecía. Su actitud tímida y reservada ocultaba algo más profundo. La cuestión era... ¿qué?