Capítulo 7: La chispa que nunca se apagó
POV Karime
No podía creer lo que acababa de decirle.
Había pasado años sin verla, años construyendo mi vida, enterrando el pasado, y en la primera oportunidad que tenía de estar a solas con ella, solté esas palabras: "Sacarte de mi sistema".
Era honesta conmigo misma, al menos. Entre nosotras seguía habiendo algo que no se podía ignorar. Una tensión latente, poderosa, que no había hecho más que crecer con el tiempo. Y si alguna vez pretendí que era posible trabajar juntas sin enfrentar lo que fuera que esto significara, me había engañado.
Tal vez mi enfoque era brusco, pero ¿qué otra opción había? Durante el tiempo que intentamos algo hace años, nunca cruzamos esa línea. Había una conexión entre nosotras, sí, pero siempre nos faltó algo. Ese algo. Esa chispa física que pudiera encender o extinguir lo que compartíamos.
Y aquí estábamos, en su habitación, con la puerta cerrándose detrás de mí. Gala me miró con esos ojos que siempre habían sido mi perdición: una mezcla de desafío y vulnerabilidad que me desarmaba cada vez. Había algo en ella, algo que nunca pude resistir, incluso cuando intenté con todas mis fuerzas mantenerme alejada.
No esperé. Me acerqué y la besé.
No fue un beso dulce ni contenido. Fue un beso lleno de todo lo que había guardado dentro de mí durante años: rabia, deseo, frustración. Mis manos encontraron su rostro, y mis labios buscaron los suyos con una urgencia que no podía controlar. Ella respondió al instante, con la misma intensidad, como si también hubiera estado conteniendo todo ese fuego durante demasiado tiempo.
Sus dedos se hundieron en mi cabello, atrayéndome más cerca. El calor que emanaba de ella era intoxicante, como una droga que no sabía cuánto necesitaba hasta que la probé. Mis manos recorrieron su espalda, su cintura, explorando cada centímetro como si quisiera memorizarla. Gala soltó un suave gemido contra mi boca, y fue como si algo dentro de mí se rompiera y, al mismo tiempo, se encendiera aún más.
La llevé hacia la cama sin apartar mis labios de los suyos. Cada paso era torpe, lleno de una desesperación que no podía disimular. Cuando finalmente cayó sobre el colchón, me incliné sobre ella, atrapándola entre mis brazos. Nuestras respiraciones eran erráticas, y cada movimiento estaba cargado de una energía explosiva.
Mis manos encontraron el borde de su blusa, tirando de ella con impaciencia. Quería sentir su piel, quería borrar cualquier distancia que quedara entre nosotras. Gala levantó los brazos para facilitarme el movimiento, y en cuestión de segundos, la prenda quedó olvidada en el suelo.
Cuando mis labios se encontraron con la calidez de su cuello, su pecho, cada beso era una mezcla de adoración y hambre. Gala arqueó la espalda bajo mi toque, sus manos recorriendo mis hombros, mi cintura, como si quisiera devolverme cada caricia con la misma intensidad.
Pero no era solo deseo. Era algo más profundo, algo que ninguna de las dos podía poner en palabras. Cada movimiento, cada beso, cada roce era un recordatorio de todo lo que habíamos perdido y todo lo que aún ardía entre nosotras. Era demasiado, y al mismo tiempo, no era suficiente.
Cuando mis labios llegaron a su clavícula, sentí cómo se estremecía bajo mí. Mis dedos exploraron su piel como si buscaran un mapa de recuerdos, de emociones. Gala soltó mi nombre en un susurro entrecortado, y ese sonido fue mi perdición.
Ninguna de las dos hablaba, pero no hacía falta. Nuestros cuerpos lo decían todo. La pasión nos desbordaba, una tormenta que no podía ser contenida, y en ese momento, éramos todo lo que importaba.

ESTÁS LEYENDO
El Precio de los Sueños
RomanceGala Montes y Karime Pindter fueron las favoritas de un reality show que las catapultó a la fama. Gala, con su talento para la música y carisma natural, parecía destinada a conquistar los escenarios, pero eligió el camino seguro de las telenovelas y...