El Precio de los Sueños

Entre lluvia y Cirios

Capítulo 29: Entre lluvia y Cirios

POV Gala

Han pasado tres días desde la conferencia de prensa, pero la sensación de incomodidad sigue impregnando cada rincón de mi mente. Estoy sentada en un sillón impecable de cuero blanco en el departamento de mi madre en Ciudad de México, un lugar tan pulido y perfecto que se siente más como una exhibición de revista que como un hogar. Mis dedos juguetean con el borde de una manta que encontré doblada en una esquina, el único objeto en esta sala que parece tener un propósito más allá de ser estéticamente agradable.

El recuerdo de la conferencia me golpea de nuevo, y con él, la imagen de Sam. Su propuesta. Ese beso vacío.

Inicio de Flashback

Cierro los ojos, dejándome caer un poco más en el sillón mientras los fragmentos de nuestra conversación regresan con una nitidez dolorosa.

—Gala, sé que esto es mucho para ti ahora mismo —dijo Sam, su voz suave pero con un tono de confianza que no sentí genuino—, pero creo que si volvemos a intentarlo, podríamos recuperar lo que teníamos.

Lo miré, sintiendo un vacío en mi pecho que no podía ignorar.

—Sam, yo... no puedo.

Su sonrisa se tambaleó, pero no desapareció.

—Claro que puedes. Solo necesitas tiempo para recordar lo bien que estábamos juntos.

Negué con la cabeza, sintiendo la presión de las cámaras y las miradas de todos los presentes. Aun así, mi decisión fue clara.

—Si terminamos en el pasado, estoy segura de que fue por una buena razón. No necesito mis recuerdos para saber que, si no estamos juntos ahora, es porque no debía ser.

Por un momento, vi cómo la confianza en su rostro se desmoronaba, reemplazada por algo que parecía una mezcla de incredulidad y enojo. Antes de que pudiera decir algo más, mi madre intervino.

—Gala, ¿qué estás diciendo? —preguntó, su voz más afilada de lo habitual.

Me giré hacia ella, mi resolución firme.

—No puedo estar en una relación con nadie mientras no recupere mis recuerdos, mamá.

Sus ojos se entrecerraron ligeramente, como si estuviera evaluando la situación, buscando la manera de controlarla. Pero lo que dijo después me sorprendió.

—Entonces volvemos a casa esta noche.

Fin del Flashback

Y así lo hicimos.

Ahora, aquí estoy, en este departamento lujoso pero frío, ahogándome en un silencio que se siente más opresivo con cada hora que pasa. Mi madre no ha mencionado nada sobre la conferencia desde que regresamos. De hecho, apenas me ha hablado, salvo para darme instrucciones como si fuera una asistente más que su hija.

Sin internet, sin televisión, sin acceso a nada que no sea lo que ella decida poner frente a mí, estoy atrapada en un limbo.

Me levanto del sillón y camino hacia las ventanas del salón, que ofrecen una vista impresionante de la ciudad. Los edificios se alzan como testigos indiferentes de mi aislamiento, sus luces parpadeando como si estuvieran burlándose de mi impotencia.

Nada aquí se siente mío. Ni el espacio, ni las cosas que lo llenan, ni siquiera mi propia presencia. Es como si estuviera viendo mi vida desde fuera, una espectadora atrapada en un papel que no sabe cómo interpretar.

En los días que pasé con Karime, Beba y Bama, aunque no tenía todos mis recuerdos, había algo... algo que me hacía sentir parte de algo más grande. Una conexión que no podía explicar, pero que estaba ahí. Beba, con su tono protector y su capacidad para saber exactamente lo que necesitaba escuchar. Bama, cuya risa ligera siempre lograba aliviar la tensión en el ambiente. Y Karime...