Rompiendo las Cadenas

513 77 8
                                    

Capítulo 36: Rompiendo las Cadenas

POV Gala

El aire frío de la mañana me cortaba la piel mientras me escondía tras una esquina. Mi corazón latía con fuerza, golpeando contra mi pecho como si quisiera escapar. Apenas podía respirar, observando con horror cómo los oficiales escoltaban a Karime hacia la patrulla. Sus manos estaban esposadas, y aunque mantenía la cabeza alta, su rostro reflejaba la mezcla de miedo y determinación que también me invadía a mí.

"Esto no está pasando..." pensé, pero el sonido de las puertas de la patrulla alejándose confirmó lo contrario. Karime iba a ser llevada, y yo no tenía idea de qué hacer. Mis piernas temblaron, queriendo salir corriendo tras el vehículo, pero mi mente gritaba que eso no serviría de nada.

"Piensa, Gala. Piensa."

Mis manos estaban frías y sudorosas mientras me pegaba contra la pared de la esquina, mirando con desesperación cómo la patrulla encendía las luces y comenzaba a alejarse lentamente. Mi primer impulso fue seguirla, pero no había manera de hacerlo a pie. Tenía que encontrar un vehículo. Tenía que saber a dónde la llevaban. No podía dejarla sola en este caos.

Fue entonces cuando vi un coche estacionado cerca, con dos chicas en su interior. Sus risas llenaban el aire, ajenas a la tragedia que estaba desmoronando mi mundo a unos metros de distancia. Sin pensarlo dos veces, corrí hacia ellas.

Golpeé la ventanilla del conductor con urgencia. La chica que estaba al volante, de cabello corto y gafas grandes, me miró confundida mientras bajaba lentamente la ventana.

—¿Estás bien? —preguntó, con evidente precaución.

—Por favor, necesitan ayudarme... Soy Gala Montes—dije entre jadeos, mi voz temblando. Sabía que debía parecer loca, pero no tenía tiempo para explicaciones largas—. Esa patrulla que acaba de salir... Se llevaron a Karime Pindter. Necesito que las sigamos. Por favor.

La mención de Karime pareció capturar su atención de inmediato. La chica del asiento del copiloto, de cabello largo y rizado, abrió los ojos de par en par.

—¿Karime Pindter? ¿Son las Garimer? —preguntó con incredulidad.

Asentí, sintiendo cómo las lágrimas amenazaban con brotar de mis ojos. Mi respiración se aceleró mientras intentaba explicar.

—Sí. La arrestaron por algo que no hizo. Ella no... ella nunca haría algo así. Necesito seguirlos para saber a dónde la llevan. Por favor, ayúdenme.

Las dos chicas intercambiaron miradas rápidas. La del cabello corto fue la primera en hablar.

—Sube. Vamos a seguirlos.

Sin pensarlo dos veces, abrí la puerta trasera y me metí al coche, cerrando de golpe mientras el motor arrancaba. Mis manos temblaban mientras intentaba calmar mi respiración. El coche giró bruscamente para entrar en la calle, siguiendo las luces intermitentes de la patrulla.

—Soy Fernanda —dijo la chica al volante, sin apartar la vista de la carretera—. Y ella es Isa. No puedo creer que tengamos a Gala Montes en nuestro coche.

—Ni yo —susurró Isa desde el asiento del copiloto, mirándome por el retrovisor con una mezcla de sorpresa y preocupación.

—Gracias por ayudarme —respondí, mi voz todavía temblorosa—. No sé qué habría hecho sin ustedes.

Fernanda asintió con seriedad, acelerando un poco para no perder de vista a la patrulla.

—¿Qué pasó? —preguntó Isa, girándose ligeramente hacia mí—. ¿Por qué arrestaron a Karime?

El Precio de los SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora