Entre la Tensión y la Profesionalidad

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Capítulo 8: Entre la Tensión y la Profesionalidad

POV Karime

Llegué a mi casa en Los Ángeles sintiendo el peso de un mundo que parecía girar demasiado rápido. Cerré la puerta detrás de mí, apoyándome contra ella mientras dejaba caer mi bolso al suelo. El silencio de la casa contrastaba con el caos en mi mente.

Mi cabeza estaba hecha un nudo. ¿Qué acababa de pasar?

Lo que había ocurrido con Gala había superado todas mis expectativas, incluso las que me aterraba admitir. Había entrado a su habitación creyendo que esto sería algo simple, algo físico, un cierre necesario para poder trabajar juntas sin la carga del pasado. Pensé que la conexión que alguna vez habíamos tenido había muerto, o al menos se había desvanecido lo suficiente como para que esto no significara tanto.

Qué equivocada estaba.

Caminé hacia la sala sin encender las luces, dejándome caer en el sofá. Mi corazón todavía latía con fuerza, un recordatorio de lo reciente que había sido todo. El eco de su risa, el calor de su piel, la forma en que sus ojos se clavaban en los míos, todo seguía presente como si aún estuviera allí, frente a mí.

Esto no debería haber pasado así.

La idea de que no hubiera conexión física entre nosotras me había parecido casi lógica. Si el deseo se había apagado con el tiempo, todo sería más fácil. Pero lo que sentí cuando nuestros cuerpos se unieron no tenía comparación. Ni con lo que viví con mis antiguas parejas, ni con las relaciones casuales que había tenido a lo largo de los años.

—Maldita sea... —murmuré, llevándome las manos al rostro.

El sonido de pasos se acercó desde el pasillo. Levanté la vista justo cuando Micky asomó la cabeza por la puerta de mi habitación, su cabello desordenado y una expresión curiosa en su rostro.

—¿Qué haces sentada aquí a oscuras? —preguntó mientras encendía la lámpara del rincón y se acercaba.

—Nada... —dije, aunque mi tono no debía haber sido muy convincente, porque él arqueó una ceja y se dejó caer en el sillón frente a mí.

—No me mientas, Karime. Te conozco. ¿Qué pasó?

Lo miré en silencio durante unos segundos, sopesando si realmente quería decirlo en voz alta. Pero Micky siempre había sido mi refugio, mi confidente, y si alguien podía entenderlo, era él.

—Estuve con Gala. —Solté las palabras de golpe, como si arrancarme la venda de una herida pudiera doler menos.

Sus ojos se abrieron un poco más, pero no dijo nada al principio. Solo me miró, esperando que continuara.

—No fue planeado, no así. Quería... necesitaba sacarla de mi sistema, ¿sabes? Pensé que si pasaba algo entre nosotras, sería rápido, algo que aclarara las cosas y nos permitiera seguir adelante. Pero... —suspiré profundamente, dejando caer mi cabeza contra el respaldo del sofá—. Fue todo menos eso.

—¿Y qué fue? —preguntó, su tono ahora mucho más serio.

—Fue... —me costaba encontrar las palabras, pero al final lo admití—. Fue increíble. Intenso. Como si el tiempo no hubiera pasado entre nosotras.

Micky me observó durante unos segundos, cruzando los brazos sobre el pecho. Luego, dejó escapar un silbido bajo.

—Vaya... eso no me lo esperaba.

—Yo tampoco —admití, con una risa amarga—. Pero no puedo quedarme atrapada en esto. No podemos... no podemos permitirnos sentir algo. Esto es trabajo, y ella tiene su vida, su novio.

El Precio de los SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora