Capítulo 10: Despegando hacia lo desconocido
POV Gala
Doce días habían pasado desde mi renuncia a Televisa, y aunque sabía que había sido la decisión correcta, no podía evitar sentir una mezcla de emociones contradictorias. Hoy era el último día de grabaciones de la telenovela, la última vez que estaría frente a estas cámaras y en este set, rodeada de rostros que habían formado parte de mi vida diaria durante meses.
La última escena se grabó en un salón decorado como un elegante evento de gala. Mi personaje debía caminar hacia el centro de la sala, con un vestido deslumbrante, y dar un emotivo discurso final. Las luces, el maquillaje y la atmósfera eran perfectos, pero la carga emocional no solo pertenecía al guion; era mía también.
—¡Corte! —gritó el director, y el eco de su voz resonó en todo el set.
Hubo un segundo de silencio antes de que estallaran los aplausos. Todos en el set comenzaron a felicitarse entre sí, abrazándose y sonriendo, celebrando el final de meses de trabajo arduo. Yo permanecí en mi lugar, inmóvil, mientras las emociones me sobrecogían.
Una lágrima rodó por mi mejilla antes de que pudiera detenerla. Sabía que esa sería la última vez en mucho tiempo que escucharía la voz del director gritando "¡corte!" o sentiría la adrenalina de terminar una escena. Era el fin de un capítulo importante de mi vida, y aunque había días en los que la decisión de renunciar me parecía aterradora, también sentía una liberación profunda.
—¡Gala, ven acá! —gritó uno de mis compañeros mientras me extendía los brazos.
La mayoría del elenco y el equipo de producción comenzaron a acercarse, uno tras otro, para despedirse. Algunos me abrazaron con fuerza, otros con más timidez, pero casi todos tenían palabras de aliento.
—Suerte en tu nueva aventura. Estoy seguro de que la vas a romper en Paramount.
—Gracias por todo, Gala. Eres increíble, no dejes que nadie te diga lo contrario.
—Nos va a hacer falta tu energía en el set. Cuídate y brilla allá donde vayas.
Las palabras eran sinceras, y eso me reconfortaba. Cada abrazo y cada "mucha suerte" parecían un pequeño escudo contra los rumores que se acumulaban afuera del set. En los últimos días, los programas de espectáculos habían sido despiadados conmigo, atacándome con titulares diseñados para hundirme: "Gala traiciona a Televisa", "La actriz que mordió la mano que le dio de comer", y mi favorito personal, "Actores confiesan que es imposible trabajar con ella por su actitud de diva". No podía evitar sentir una punzada de enojo cada vez que leía algo así, sabiendo que no era verdad.
Había trabajado duro para construir relaciones sólidas en cada producción, para ser profesional y accesible, pero parecía que todo eso había sido barrido por una narrativa que ni siquiera me pertenecía. Era evidente que intentaban sabotearme, y aunque quería ser fuerte, las palabras tenían un impacto. Cada vez que encendía la televisión o abría mis redes sociales, encontraba nuevos comentarios crueles, opiniones sin fundamento, y especulaciones sobre mi futuro.
Respiré profundo mientras continuaba despidiéndome de mis compañeros. Sabía que las personas que realmente habían trabajado conmigo conocían la verdad, y eso debía ser suficiente. Cada palabra de aliento, cada abrazo y sonrisa me ayudaban a recordar que lo que se decía en los tabloides no definía quién era yo ni el valor de mi trabajo.
Finalmente, cuando todos comenzaron a dispersarse, me dirigí a mi camerino para cambiarme por última vez. Cerré la puerta detrás de mí y me quedé parada en el centro de la habitación, dejándome envolver por el silencio. Era extraño pensar que ya no volvería a este lugar, que este capítulo de mi vida estaba oficialmente terminado.
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El Precio de los Sueños
RomanceGala Montes y Karime Pindter fueron las favoritas de un reality show que las catapultó a la fama. Gala, con su talento para la música y carisma natural, parecía destinada a conquistar los escenarios, pero eligió el camino seguro de las telenovelas y...