Capítulo 24: Fragmentos del Pasado
POV Karime
Cuando crucé la puerta de mi casa, sentí una mezcla de alivio y cansancio. Había pasado una semana fuera, inmersa en reuniones interminables y presentaciones que me habían dejado agotada. No veía la hora de volver a mi espacio, a la tranquilidad de mi hogar, y, sobre todo, de ver a Gala.
Sin embargo, apenas entré, algo se sintió fuera de lugar. La casa estaba tranquila, pero no de la forma que solía ser. Era una tranquilidad tensa, como si algo invisible flotara en el aire, pesado y opresivo. No podía identificarlo, pero sabía que algo había cambiado.
Dejé mi maleta junto a la puerta y recorrí las habitaciones, buscando a alguien. La primera que encontré fue a Beba, que estaba en la cocina con Bama, ayudándola con un proyecto escolar. Las saludé, pero ambas parecían distraídas. Había algo en la expresión de Beba, una especie de preocupación contenida, que me puso en alerta.
Finalmente, subí las escaleras y toqué la puerta de la habitación de Gala.
—¿Gala? —llamé, esperando escuchar su voz.
—Estoy ocupada —respondió desde el otro lado, su tono frío y distante.
Me quedé de pie frente a la puerta por un momento, procesando su respuesta. Algo estaba definitivamente mal. Gala siempre había sido reservada desde que despertó, pero esto era diferente. Su voz tenía una dureza que no había escuchado antes, una especie de barrera que no había estado allí cuando me fui.
Decidí no insistir y bajé al salón, tratando de encontrar algo que me distrajera, pero mi mente seguía regresando a ella. Algo había pasado durante mi ausencia, algo que había cambiado la dinámica entre nosotras.
A lo largo del día, intenté varias veces acercarme a Gala, pero fue en vano. Siempre encontraba una excusa para evitarme. Si entraba en una habitación, ella salía. Si intentaba hablar con ella, me respondía con monosílabos o, peor aún, con un silencio cortante.
Esa noche, mientras estaba en el salón revisando algunos correos, escuché sus pasos en las escaleras. Levanté la vista justo a tiempo para verla cruzar hacia la cocina, y decidí que no podía seguir ignorando lo que estaba sucediendo.
Me levanté y la seguí. Gala estaba sirviéndose un vaso de agua cuando entré.
—¿Podemos hablar? —pregunté, tratando de sonar tranquila, aunque por dentro estaba inquieta.
Ella dejó el vaso en la mesa con más fuerza de la necesaria y se giró hacia mí. Su mirada era fría, calculadora, pero había algo más ahí, algo que no podía descifrar.
—¿Hablar de qué, Karime? —preguntó, cruzando los brazos.
—De lo que sea que esté pasando contigo. Desde que regresé, estás... diferente. Me evitas, no quieres hablar conmigo.
—¿Te importa? —respondió, su tono sarcástico me golpeó como una bofetada.
Di un paso hacia ella, intentando mantener la calma.
—Claro que me importa. Me importas tú.
Gala soltó una risa seca, una que me hizo sentir aún más incómoda.
—¿De verdad, Karime? ¿De verdad me importo tanto como dices? Entonces dime algo. Dime la verdad.
Fruncí el ceño, confundida por la intensidad de su tono.
—¿La verdad sobre qué?
—Sobre nosotras.
Mi corazón se detuvo por un segundo.
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El Precio de los Sueños
RomanceGala Montes y Karime Pindter fueron las favoritas de un reality show que las catapultó a la fama. Gala, con su talento para la música y carisma natural, parecía destinada a conquistar los escenarios, pero eligió el camino seguro de las telenovelas y...