El accidente que me olvidó

Capítulo 17: La llave 🔥🔥(Parte 2)

...—¿Entonces no me vas a dar ni un adelanto aprovechando que estamos solos y encerrados?

Colin la miró con una mezcla de sorpresa y diversión, claramente atrapado entre la tentación y su deseo de hacer las cosas a su manera. Penelope, con una sonrisa pícara y los ojos brillando de anticipación, lo observaba mientras deslizaba un dedo suavemente por el cuello de su camisa, claramente disfrutando de su reacción.

—No hace falta vivir la experiencia completa, Colin. Solo algo... pequeño. Algo para alimentar la espera —dijo, su tono inocente en contraste con el brillo travieso en sus ojos.

Colin soltó una risa baja, profundamente conmovido por su audacia y absolutamente incapaz de resistirse. Dio un paso hacia ella, acercándola con suavidad, sus manos encontrando la curva de su cintura. Sus labios se curvaron en una sonrisa que igualaba la picardía de la de ella.

—¿Un adelanto? —preguntó, inclinándose lo suficiente para que su aliento cálido rozara la piel de Penelope—. No quiero que pienses que no estoy dispuesto... pero debo advertirte, mi amor, que un adelanto podría hacer que esperar sea aún más difícil para ambos.

Penelope dejó escapar una risa suave, desafiándolo con su mirada.

—Confío en que encontrarás una manera de controlarte, señor Bridgerton. O, al menos, intentarlo.

Colin no necesitó más invitación. Lentamente, con una ternura cargada de intención, bajó su rostro hacia el de ella, deteniéndose apenas un segundo antes de que sus labios se encontraran. El beso fue profundo, pero no apresurado, como si Colin estuviera decidido a hacer que cada momento contara. Sus manos, aunque firmes en su cintura, no exploraron más allá, manteniéndose fieles a su promesa de que esto sería solo un adelanto.

Cuando se separaron, Penelope tenía los labios ligeramente hinchados y los ojos brillantes, claramente afectada por la intensidad del momento. Colin, por su parte, respiraba un poco más rápido, pero mantenía el control.

—¿Eso cumple con tus expectativas, señorita Featherington? —preguntó con una sonrisa triunfante.

Penelope, con una mezcla de picardía y ternura, lo miró directamente a los ojos mientras una sonrisa traviesa se dibujaba en sus labios. Con un tono juguetón pero cargado de intención, dijo:

—Lo siento pero no cumple, dijo mordiéndose el labio, —¿No vas a tocarme más? En el carruaje no fuiste tan casto... A ver si voy a tener que cancelar la boda antes de tiempo.

Hizo una pausa, acercándose ligeramente, su mirada fija en Colin mientras dejaba que sus palabras calaran profundamente. Luego, con una risa suave y más sutileza en su voz, añadió:

—Necesito saber que me deseas... tanto como yo te deseo a ti.

Colin quedó inmóvil por un momento, claramente sorprendido por las palabras de Penelope. Pero cuando procesó lo que había dicho, una sonrisa lenta y traviesa se formó en su rostro. Había algo en la mezcla de desafío y vulnerabilidad de Penelope que lo desarmaba completamente.

Se acercó a ella rodeándola, dando un paso tan seguro que Penelope sintió un escalofrío recorrer su cuerpo antes de que él se quedase detrás de ella. Lentamente, con una voz baja y susurrada que parecía resonar en cada rincón del despacho, Colin habló:

—¿Va usted a cancelar el matrimonio, señorita Featherington? —dijo con una mezcla de diversión y peligro contenido en su tono—. Tal vez no haya una tercera conquista después de todo.

Antes de que Penelope pudiera responder, Colin rodeó su cintura con sus brazos, acercándola completamente a su pecho. Su aliento cálido rozó la piel de su cuello, haciendo que Penelope contuviera la respiración por un momento.