A la mañana siguiente, Penelope se despertó con una mezcla de emociones. Los recuerdos de la noche anterior estaban frescos en su mente: el inesperado encuentro con su madre, el tenso momento en el despacho de su padre y, sobre todo, los momentos íntimos compartidos con Colin. Había sido una noche que jamás olvidaría, pero ahora debía enfrentarse al día, y lo haría con la misma dignidad que siempre había mostrado.
Portia ya estaba sentada a la mesa, bebiendo su té matutino, y al ver a Penelope, arqueó una ceja en señal de ligera sorpresa.
-Te ves... radiante esta mañana, Penelope. -Dijo con un tono que intentaba ser casual, pero llevaba un claro subtexto de curiosidad-. Pensé que después de encerrarte anoche en el despacho de tu padre estarías más bien melancólica.
Penelope, con una sonrisa tranquila, se sirvió una taza de té y tomó asiento. Levantó la mirada hacia su madre, encontrándola con una expresión inquisitiva.
-En realidad, mamá, pasar un tiempo a solas en el despacho de papá me vino muy bien. Me ayudó a reflexionar sobre muchas cosas. -Hizo una pausa, dándole un sorbo al té, y añadió con un toque de humor en la voz-. Y dormí estupendamente después.
Portia dejó su taza con cuidado sobre el platillo, frunciendo ligeramente el ceño.
-¿Dormiste estupendamente? ¿Después de pasar horas en ese lugar polvoriento? -Preguntó con incredulidad-. No sé qué viste allí que te ayudara tanto.
Penelope alzó una ceja, sabiendo que no podía revelar la verdadera razón de su serenidad, pero también disfrutando el pequeño juego de mantener a su madre en la incertidumbre.
-A veces, mamá, estar sola en un lugar con tantos recuerdos puede ser más reconfortante de lo que piensas. Además, creo que necesitaba ese tiempo para aclarar mi mente antes de la boda.
Portia la observó en silencio durante unos segundos, claramente intrigada por la serenidad de Penelope. Finalmente, suspiró, rindiéndose a lo que parecía ser un cambio positivo en su hija.
-Supongo que si te sientes mejor, eso es lo importante. Pero, por favor, la próxima vez avísame antes de encerrarte en un lugar tan sombrío. No quiero que te pase algo estando sola.
Penelope asintió con una sonrisa dulce, pero en su interior no pudo evitar sentirse divertida por la ironía de las palabras de su madre. Si tan solo Portia supiera lo lejos que estaba de estar "sola" anoche.
-Lo tendré en cuenta, mamá. -Respondió con voz suave, volviendo a concentrarse en su té.
Mientras Penelope y Portia continuaban desayunando, una criada entró al comedor para anunciar:
-El señor Bridgerton está aquí para ver a la señorita Penelope.
Portia alzó una ceja, claramente sorprendida por la visita a tan tempranas horas, pero antes de que pudiera comentar algo, Colin apareció en la puerta con una sonrisa radiante y un ramo de flores frescas en las manos. Su presencia, como siempre, llenó la habitación de energía.
-Lady Featherington, señorita Penelope, espero no estar interrumpiendo, -dijo Colin, inclinando ligeramente la cabeza en un gesto educado.
Portia se acomodó en su silla, observándolo con una mezcla de curiosidad y aprobación.
-Señor Bridgerton, no esperaba verlo tan temprano, pero siempre es un placer. -Luego, giró su atención hacia Penelope con una mirada que decía claramente: "¿Sabías de esto?".
Penelope mantuvo la compostura, aunque su corazón se aceleró ligeramente al ver a Colin, especialmente después de la noche anterior. Sonrió con suavidad y dejó su taza de té sobre el platillo.
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El accidente que me olvidó
FanfictionFanfic Polin con Romance y Drama en el que los dos protagonistas, Colin y Penelope, buscan la mejor versión de si mismos tras un evento trágico. La historia tendrá drama pero también habrá amor, deseo, complicidad, momentos cómicos y tambien sensibl...