Capítulo 21: La boda ❤️❤️💒❤️❤️ (Parte 2)

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Penelope respiró hondo mientras se ajustaba el velo con delicadeza. El murmullo de los invitados en la iglesia se desvaneció al momento en que Anthony Bridgerton, de impecable traje, le ofreció el brazo. Penelope lo aceptó con una sonrisa nerviosa, agradecida por su apoyo. La puerta de la iglesia se abrió lentamente, dejando entrar un haz de luz que iluminaba el pasillo central.

En ese instante, las primeras notas de Yellow comenzaron a llenar el ambiente. La suave melodía resonó en las paredes de piedra, creando una emotividad única, y Penelope, sorprendida y emocionada, siente cómo una lágrima se asoma en sus ojos. El significado de la canción y la elección del color amarillo siempre fueron un símbolo especial entre ella y Colin, un hilo invisible que los unía en secreto y complicidad. Cada paso que Penelope daba junto a Anthony parecía sincronizarse con la música, el ritmo de sus corazones latiendo al unísono.

Colin, esperando en el altar, no podía apartar la mirada. Su expresión, una mezcla de asombro y devoción, reflejaba el impacto de verla entrar, como si no pudiera creer la belleza y la fuerza de la mujer que se dirige hacia él. Penelope, envuelta en un vestido blanco que brillaba como si estuviera cubierto de estrellas, avanzaba hacia él con una sonrisa temblorosa pero radiante, apenas podía contener la emoción al ver la mirada de Colin, esa mirada llena de amor, de ternura y de admiración que la hace sentirse la persona más especial del mundo. Su cabello rojizo, apenas visible bajo el velo, resplandecía con la luz que se filtraba a través de las vidrieras.

Los hermanos Bridgerton y la familia Featherington observaban con emoción desde sus bancos. Violet, con lágrimas en los ojos, apretó la mano de Portia, y ambas compartieron una mirada de orgullo y alegría.

Cuando Penelope llegó al altar, Anthony le entregó la mano a Colin con una leve inclinación de cabeza, como si confiara plenamente en él para cuidar a su hermana del corazón. Colin tomó la mano de Penelope, entrelazando sus dedos con los de ella, y se inclinó ligeramente para susurrarle:

-Estás... eres más de lo que jamás soñé.

La canción continúa sonando de fondo, mientras el oficiante comenzaba la ceremonia, creando una conexión entre ambos que parece extenderse más allá del tiempo y del lugar. En ese instante, Penelope sabe que todo lo vivido, todas las dificultades y alegrías, los han conducido hasta aquí.

Colin sonríe, sus ojos brillando de emoción mientras siente la calidez de la mano de Penelope en la suya. La profundidad y la ternura en su voz cuando le dice -Ya estoy aquí, la espera se acabó. Ahora solo nos pasarán cosas bonitas, y son bonitas porque estaré a tu lado y no tengo intención de irme nunca más- lo llena de una felicidad indescriptible.

-Penelope- susurra él, aún asombrado por su presencia y por la belleza de sus palabras. -Tú eres lo más bonito que me ha pasado. Te prometo que este es solo el comienzo de la aventura que construiremos juntos.

Ambos se miran, conectados por un amor que va más allá de cualquier promesa o ceremonia. Es un amor hecho de paciencia, de sueños compartidos, de días llenos de complicidad y noches de susurros. La melodía aún flota suavemente en el aire, sellando el momento con un toque de magia.

Con el corazón lleno de esperanza y felicidad, Colin aprieta la mano de Penelope y, sin apartar la vista de sus ojos, le susurra, -Para siempre, Pen. Hoy comienza nuestra historia.

La ceremonia sigue adelante, y  uno de los momento culminantes llega: el instante en que Penelope y Colin profesarán sus votos ante todos. La iglesia queda en completo silencio, mientras los dos se miran a los ojos, conscientes de que cada palabra que están a punto de decir será una promesa eterna.

El accidente que me olvidóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora