La luz del sol entraba suavemente por las cortinas cuando Colin y Penelope se despertaron, todavía acurrucados el uno junto al otro. Después de compartir un baño relajante lleno de risas y caricias, Penelope, envuelta en un aire de determinación, anunció que debían vestirse para explorar los jardines del hotel.
Colin, sin embargo, no compartía el mismo entusiasmo.
—¿Un paseo por los jardines? —preguntó, dejando escapar un suspiro teatral mientras se ponía la camisa con evidente pereza—. ¿No podemos quedarnos aquí? Este retiro se suponía que era para descansar, y yo me siento perfectamente cómodo descansando contigo... en la cama.
Penelope rio, sacudiendo la cabeza mientras ajustaba los lazos de su vestido frente al espejo.
—Colin Bridgerton, llevamos más de un día aquí y no hemos salido de esta habitación. Es hora de que veamos un poco del mundo exterior. Además, necesito aire fresco y algo de movimiento. Tú también lo necesitas, aunque te cueste admitirlo.
Colin la miró con una sonrisa pícara mientras se terminaba de abotonar la camisa.
—Está bien, señora Bridgerton. Pero quiero que quede claro que solo lo hago porque tú lo pides. Y porque sé que después de este paseo podríamos volver a nuestras... actividades habituales.
Penelope se giró hacia él, levantando una ceja con fingida seriedad.
—Ah, claro. Siempre tan motivado por tus prioridades, ¿verdad?
Colin se rio, cruzando el espacio que los separaba para envolverla en sus brazos.
—Mi única prioridad eres tú, Pen. Siempre lo serás.
Ella rodó los ojos, aunque no pudo evitar sonreír mientras él depositaba un beso en su frente.
—Vamos, Colin. Los jardines nos esperan.
Finalmente, salieron de la habitación y comenzaron a pasear por los hermosos jardines del hotel. Los senderos rodeados de flores y los suaves rayos del sol crearon el ambiente perfecto para que Penelope disfrutara de la naturaleza mientras Colin, fiel a su estilo, mantenía el humor ligero con comentarios ingeniosos sobre cada flor y planta que veían.
—¿Crees que podríamos llevarnos un rosal a casa? —preguntó Colin, señalando un arbusto especialmente frondoso.
Penelope rió, entrelazando su brazo con el de él.
—Colin, creo que deberías dejar la jardinería en manos de los expertos. Pero agradezco tu entusiasmo.
El jardín tenía unos senderos cuidadosamente arreglados, Colin se detuvo de repente, dejando que su mirada se perdiera en el mar de flores amarillas que adornaban el jardín. Penelope, al notar su pausa, lo miró con curiosidad.
—¿Qué ocurre, Colin? —preguntó, apretando suavemente su brazo.
Colin no apartó la vista de las flores, una sonrisa suave dibujándose en su rostro.
—Esas flores... siempre me recuerdan a ti, Pen. —Su tono era bajo, casi como si hablara más para sí mismo que para ella—. El amarillo... es tan vibrante, tan cálido, como tú. Siempre me ha parecido el color perfecto para representarte.
Penelope lo miró, sorprendida pero profundamente conmovida.
—¿De verdad piensas eso?, yo siempre lo he odiado, me recuerda los vestidos que me obligaban a vestir en mis primeras temporadas —dijo, su voz apenas un susurro.
Colin asintió, girándose hacia ella para tomar sus manos entre las suyas.
—Siempre. Incluso antes de que supiera cuánto te amaba, el amarillo me recordaba a ti. Es un color lleno de vida, de alegría, y eso eres tú para mí, Pen. Mi luz, mi calor, mi alegría.
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El accidente que me olvidó
FanfictionFanfic Polin con Romance y Drama en el que los dos protagonistas, Colin y Penelope, buscan la mejor versión de si mismos tras un evento trágico. La historia tendrá drama pero también habrá amor, deseo, complicidad, momentos cómicos y tambien sensibl...