– ¡Eh! – llamé la atención de la rubia que estaba abajo, cagándose de frío. Ella simplemente miró hacia arriba, con un semblante triste, desesperado por poder entrar en casa.
– ¿Puedes bajar? Necesito hablar contigo, Lore, es muy importante. La felicidad de tu padre está en juego. Yo soy el amor de su vida.
– Ya que te vas a quedar ahí toda la noche – le tiré una manta y una almohada desde mi ventana – ¡No vayas a pasar frío!
– Lore, Porfavor, ábreme la puerta.
– ¡Algo abras hecho! Me fío de mi padre, Aghata. Lo que tengas que hablar, lo hablas con él.
– No tengo a donde ir...– empezó a sollozar.
suspiré profundamente. Podía escuchar los sollozos de Ághata desde su ventana, y aunque quería mantenerme firme, una parte de mi sentía compasión. Miré el reloj en mi habitación, las once y media de la noche. No había señales de que mi padre regresara pronto, y la situación no mejoraba con el frío intenso que hacía afuera.
– ¡Deja de llorar! – grité finalmente, con un tono más cansado que molesto. – No sé qué hiciste para terminar aquí, pero si sigues haciendo ruido, despertarás a los
Empleados, y lo último que quiero es drama con ellos.Ághata levantó la mirada, sus ojos hinchados por las lágrimas, y se aferró a la manta que le había lanzado.
– ¿Entonces... me dejarás entrar? – preguntó con la voz rota.
– No. Pero puedo traerte un té o algo caliente. ¿Qué quieres, chocolate? – respondí, cruzándome de brazos.
– No necesito un té... – Ághata se limpió las lágrimas con el dorso de la mano –. Necesito hablar contigo, Lore. Todo esto es una mentira a, y tú eres la única que puede ayudarme.
fruncí el ceño. Mi padre rara vez hablaba de Ághata, pero sabía que su relación era... complicada. Algo en ella me decía que escucharla tal vez no era una mala idea, pero el instinto de proteger a mi padre prevalecía.
– Está bien, hablaré contigo. Pero desde aquí. Y rápido, porque quiero dormir. – apoyé los codos en el borde de la ventana, observando a la polioperada. – ¿Qué quieres que sepa?
Ághata se enderezó un poco, tomando aire para calmarse.
– Lo que pasó entre tu padre y yo fue un error, pero no fue culpa mía. Me culparon por algo que no hice, y tu padre... – su voz se quebró nuevamente – me dejó sin darme la oportunidad de explicarme.
– Si no fue tu culpa, ¿qué fue exactamente lo que pasó? – pregunté su tono lleno de escepticismo.
Ághata tragó saliva. Este era el momento para sincerarse, aunque sabía que la verdad podría ser tan peligrosa como el frío que la rodeaba.
Me quedé mirando a Ághata desde la ventana, con la manta que le había lanzado envuelta alrededor de sus hombros. Parecía pequeña, frágil, casi patética bajo la luz amarillenta del poste de la calle. Lloraba como si el mundo se le estuviera acabando, pero yo no podía dejar de pensar en las veces que había visto a mi padre igual de roto, igual de destrozado. Y todo por culpa de tipas como ella.– ¿De verdad crees que llorando vas a solucionar algo? – le dije, sin contener mi tono ácido. – Si realmente te importa mi padre, deberías haber pensado en eso antes de hacer lo que sea que hiciste.
Ághata levantó la vista, con los ojos hinchados y el rostro pálido por el frío. Parecía desesperada, como alguien que no tenía a dónde más ir. Había algo en su expresión que me incomodaba, como si estuviera viendo a alguien al borde de un precipicio. Pero me negué a sentir lástima. No podía.
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Entre dos mundos - Erick Brian Colón [+18]
FanfictionEn la deslumbrante ciudad de Miami, Lore, una joven de una familia adinerada, vive una vida de lujos y comodidades, rodeada de fiestas glamurosas y expectativas sociales. Por otro lado, Erick, un joven humilde y trabajador, lucha día a día para mant...