Abrí mis ojos tiernamente al sentir unos dedos recorriendo mi espalda, dedos que acabaron danzando por mis mejillas para finalmente sentir unos labios dejarme una preciosa declaración de amor en mi mejilla.
Mi sonrisa volvió a salir tal y como anoche. Abrí mis ojos.
– Ya pensé que no ibas a despertarte, buenos días bella durmiente.
– ¿Que hora es?
– las 10.
– dios mio, seguro que llevas despierto desde las nueve o mucho antes – quise levantarme – Dios mío, debes de tener mucha hambre.
– no, me desperté hace un ratito – me empujó para colocarse encima de mi – y mi desayuno lo tengo aquí mismo.
Me reí al sentir sus besos en mi cuello y sus manitas en todas partes haciéndome cosquillas, nuestros labios se encontraron segundos después en un beso dulce y lento. Hasta que sus manos llegaron a un luegar que hizo que el tierno beso se convirtiera en uno más fogoso.
Levantó mi camisón (era una camisa que Erick me prestó), mordió su labio al recordar que no había absolutamente nada debajo. Así que acarició con su lengua desde mi pecho hasta la parte baja de mi abdomen, cerré mis ojos al sentirlo, acaricié su cara, lo obligué a volver a mis labios. Sentí como abrió mis piernas lentamente. Entró en mi sin pensárselo mucho. Me dolió un poco al principio pero todo eso se convirtió en placer segundos después.
– Me tienes hechizado – me dijo al ver que cerré mis ojos disfrutando de lo que me estaba haciendo, – me encantas.
– Tu me encantas mas – le dije de nuevo antes de besarme, estaba empezando a perder la cordura por el metesaca de Erick – Nunca me he sentido así con nadie, desde que te conocí, no pares nunca de ser como eres.
Llevó una de mis manos a la altura de mi cabeza, la entrelazó con la mía, colocó todo su peso en esa mano para dar profundidad y velocidad. nuestros cuerpos se movían al son de nuestro placer, nuestros labios se movían irregularmente llenándonos de amor, nuestras manos están entrelazadas, no queríamos separarnos de ninguna de las maneras en las que estábamos conectados. sentí como los dos nos hacíamos uno, hasta que acabamos soltando un buen gemido sin siquiera separar nuestros labios. Su respiración se mezclaba con la mía y viceversa. Con mi mano libre acaricié su nuca, hundiendo mis manos en su pelo negro azabache. Se colocó a mi lado. Soltó mi mano para acariciar mis mejillas y dejar un beso tierno en mis labios.
– Ha sido un buen desayuno – comentó provocando mi risa.
– Ahora viene el mas rico – me levanté, empecé a colocar de nuevo mi ropa bajo la mirada preciosa de ese chico. Me dí la vuelta para que no me mirara. Pero sentí un abrazo trasero automáticamente.
– el arte no se esconde – besó mi mejilla, me quitó la ropa que me estaba poniendo y me llevó a la ducha.
No paso nada ahí más que una ducha maravillosa. Me coloqué mi ropa y el la suya y salimos de allí hacia la habitación de Tony, tocamos la puerta.
Tony estaba bien. Siendo Tony, a pesar de no poderse mover y no poder trabajar de lo que realmente le gusta, sigue con su sonrisa y su gran humor.
– Anoche no pude dormir ‐
–¿No? ¿Por que? – me senté en su cama, justo a su lado – ¿Que te hace falta?
– Una habitación insonorizada – se escondió en su manta así como pudo – Toda la noche el cabecero de la cama de la habitación de al lado dale que te pego, aquí o hay fantasmas o alguien está dando cera puliendo cera.
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Entre dos mundos - Erick Brian Colón [+18]
FanfictionEn la deslumbrante ciudad de Miami, Lore, una joven de una familia adinerada, vive una vida de lujos y comodidades, rodeada de fiestas glamurosas y expectativas sociales. Por otro lado, Erick, un joven humilde y trabajador, lucha día a día para mant...