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Narra Erick

Ya estaba todo listo. Como esta tarde tenia que trabajar un montón hablé con ruby para que me preparara una cenita para Lore y para mi, nos preparó un buen plato de pasta a la boloñesa, para chuparse los dedos, obviamente le di bastante propina porque ya que tiene muchísimo trabajo aquí en la casa encima tiene que consentir a los enamorados. Cuando terminé de currar, ya era tarde noche, me esperé a que fuera de noche para poner velas por todas partes y hacer un entorno muchísimo mas romántico y acogedor, puse en la tele música romántica y me arreglé como si fuese a salir a una alfombra roja. Para mi vale la pena.

Hasta que dieron las 10, la puerta sonó cinco minutos después, como llegaba tarde, me puse de juguetón.

– Contraseña.

– Uf...– ella dudó unos segundos – Erick el hombre mas guapo de cuba.

– Incorrecto. Te quedan dos intentos.

– Ay, Erick abre, va...

– Contraseña.

– ¿Te...quiero mucho?

– correcto, adelante. – abrí la puerta para verla, pero no lo suficiente para que entrara. Estaba preciosa, vestido blanco de tubo, pelo peinado hacia uno de los labios y los labios rojos como la sangre, me moría por besarlos.

– Estas preciosa, te has arreglado un montón.

– ¿es demasiado? – me preguntó mirándose a si misma.

– no, está bien, así puedo entretenerme sacandote uno a uno todos esos accesorios – la escaneé de arriba hacia abajo. Estaba increíble esa mujer.

– ¿Me dejas entrar o me vas a tener en el puerta?

Abrí la puerta despacio para que ella viera todo lo que había preparado, abrió la boca sorprendida al ver la mesita improvisada en el medio de la habitación llena de velas, acaricié su cadera y besé su hombro.

– Esto es precioso, mi amor, ¿lo has hecho tu solo?

– Ruby me ayudó con la comida, espero que tengas hambre.

– mucha – me sonrió acercándose a mi, posó su mano en mi hombro suavemente y besó mis labios – Te lo has currado bien.

– Gracias princesa, vamos, la cena se enfría – la llevé hacia la mesita, la senté y me senté a su lado.

– Estuve hablando con mi padre hoy.

– ¿Ah si? ¿Han podido hablar sin matarse el uno al otro?

– En verdad mi padre nunca pelea conmigo, la que pelea soy yo. El es bueno y me da buenos consejos. Pero me repatea que haga lo que le de la gana con mi casa y mis caballos. Me enferma.

– Bueno, cuéntame, ¿que hablaron?

– Erick – lore bajó la mirada algo triste – antes de que tu llegaras era una caprichosa, una malcriada una prepotente, todos los adjetivos relacionados con la arrogancia que me pudieras poner, esa era yo.

– Bueno, si, eso ya lo sé, ¿y que pasa?

– Que mi padre ha invitado a mi prima a pasar las navidades y mi prima es igual a como yo era antes de conocerte. Y me preocupa mucho que...no sé.

Entre dos mundos - Erick Brian Colón [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora