61

5 1 9
                                    

– Cariño espera. Espérate un momento – tomó mi mano y me paró, estaba hechando humo por las orejas de solo pensar que Erick estaría con otra a mis espaldas, me gire hacia el y me atrajo.

– Estoy nervioso, ¿Vale? Siento que a partir de ahora lo que diga y lo que haga va a afectar a muchísima gente. Y lo que dije no me refería a hablarlo contigo, sino con Colin y Tony. Jamás te pondría los cuernos, Ni se me pasa por la cabeza.
Sabes que te quiero.

– Acabamos de ver algo que nunca pensé que íbamos a ver. Si es verdad que flora me lo dijo pero verlo tan de cerca me ha impactado y me ha asustado mucho. Nunca en mi vida he sentido que tenía suficiente. Hasta que has aparecido. Y perderte sería como...perder todo lo que he tenido durante años. No sería capaz de volver a empezar.

– yo jamás te haría algo así, mírame – acarició mis mejillas, me levanto la cara para mirarle, mis ojos empezaron a cristalizarse – da igual el dinero, la fama, el trabajo. Todo lo que pueda llegar a tener, no me interesa. Si tú no estás eso no vale de nada. Eres tú, amor.

Sin más le di un abrazo. Mis lágrimas volvieron a bajar, pero su mano en mi cabeza y sus labios en mi mejilla me hicieron recomponerme un poco.

– Erick me encantaría volver a ese club, quiero ver más.

– No quiero abrir la relación.

– Yo tampoco, solo vamos a mirar, ¿Si?

5 minutos después

– Habéis vuelto. Os pido perdón si os he ocacionado algun problema de pareja, prometo que no era mi intención. yo lo que quiero es que disfruten de mis instalaciones. Os dejo solos, Erick si quieres firmar algo, no se, algo así como un contrato de trabajo, ya sabes dónde encontrarme, la zona aburrida.

Colin salió de allí hacia el bar. Me quedé mirando a Erick. Realmente no sabía que hacer.

– ¿Que vas a hacer?

– ¿Quieres ir al Spa? – tomó mi mano, asomé una sonrisa, fuimos hacia las taquillas. Había gente en bolas por todas partes, por lo visto nadie usaba bañadores ahí. Así que no me quedó otra que hacer lo mismo, tras meternos cada uno en su baño. Nos encontramos en la piscina grande, donde habían muchísimos chorros, en general había poca gente. Pero el ambiente estaba caldeado. Besos, caricias, arrumacos, gente bebiendo, hablando. No había un átomo de tensión. Todo el mundo estaba bien.

– ¿Lista? – Erick se sacó la toalla, solté un pequeño suspiro he hice lo mismo. Estaba muerta de la vergüenza, así que me tapé hasta llegar a la piscina.

– ¿Cómo te sientes? – le pregunté al verlo  disfrutar del tenue agua, una chica nos miró, asomó una sonrisa y se acercó, pero finalmente lo que hizo fué salir de la piscina aprovechando que la estábamos mirando. Me fijé en la mueca de Erick.

– ¿Que miras?

– Esa chica tiene un cuerpazo, pero no me provoca nada. Sin embargo si tú hubieras hecho eso no podría controlarme.

Sin pensármelo mucho me destape para que me mirara a mí. El simplemente me sonrió, me acercó a el y empezó a acariciarme. Llevo sus labios a mi cuello.  Mis piernas se encajaron en su cadera, intentando fundir mi piel ardiendo con la suya. Baje mi mano hacia su centro. Estaba duro. Cómo una piedra.

– Hay gente aquí, ¿Quieres hacerlo?

– Llegaremos hasta donde tú estés cómoda, si quieres parar, paramos – me dijo, a medida que hablaba su voz se ponía mas ronca. Estaba excitado y se notaba. Mire a mí alrededor. La chica que nos miraba antes seguía mirándonos ahora. Desde el otro lado de la piscina. Me estaba mosqueando un poco, pero no le di importancia, simplemente me coloqué de nuevo encima de Erick, me moví lo suficiente para que Erick pudiera entrar en mi. Me moví despacito, entre besos y caricias, Erick acarició mi espalda y mis pechos mientras nos movíamos.

Entre dos mundos - Erick Brian Colón [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora