El banquete estaba en pleno apogeo, con risas y conversaciones llenando el aire. Las mesas estaban decoradas con arreglos florales sencillos, pero elegantes, y la comida había sido un completo éxito; cada plato parecía más delicioso que el anterior. Yo estaba sentada cerca de Flora y al lado de Erick, quién no paraba de darme mimos, fuimos a bailar poco después.
Flora no podía dejar de mimar a Conan, el perro de la familia Schrötter, de vez en cuando le caía algo de comidita por debajo de la mesa.
– No te puedo dar más, bonito, te puedes poner malito del estómago – dijo acariciando su barriguita al ver que se ponía boca arriba.
– Creo que Conan ha comido más que todos nosotros hoy – se escuchó una risa, Conan fue a saludar al chico colocando sus patas en sus hombros como si fuera un abrazo. No lo conocía absolutamente de nada, pero tenía cara de simpático.
– Hola colega – dijo el hombre, dirigiéndose a Flora con una sonrisa encantadora. – Espero no interrumpir, pero he notado lo cariñosa que eres con Conan. Me ha llamado la atención.
Flora levantó la vista, sorprendida pero halagada. – Oh, gracias. Los animales son mi vida entera – respondió, acariciando al perro con ternura.
– Me lo he imaginado, Soy Fabio, por cierto.
– Flora – respondió ella, estrechándole la mano.
Fabio tomó asiento a su lado, después de un gesto de invitación de Flora. No tardaron en iniciar una conversación sobre Conan, y poco después Fabio mencionó algo que hizo que los ojos de Flora se iluminaran.
– Soy veterinario – comentó casualmente.
– ¿En serio? – exclamó Flora, claramente emocionada. – Yo también.
– Eso explica mucho – dijo Fabio, riendo mientras señalaba a Conan. – Puedo ver cuánto te importan los animales. ¿Te especializas en algo?
– Principalmente en domésticos y compañía, aunque hice un máster en animales exóticos.
Fabio asintió con admiración. – Qué casualidad, yo trabajo con animales de granja. Pero hace un tiempo también tenía una clínica para mascotas.
La conversación fluía con naturalidad, y ambos parecían estar disfrutando del intercambio de experiencias. Me incliné hacia Erick y nos susurramos.
– Creo que Flora acaba de encontrar a su alma gemela.
Solté una risa suave. – Ojalá, pero flora se lo va a tirar a lo largo de la tarde y se va a volver a Miami sin más, conozco a mi prima. No se va a volver a enamorar en muchísimo tiempo.
Mientras tanto, Fabio y Flora seguían hablando, intercambiando anécdotas de sus vidas como veterinarios. En un momento, Fabio señaló a un niño pequeño que corría cerca de las mesas, riendo a carcajadas.
– Ese es mi hijo, Liam – dijo con una sonrisa de orgullo. – Tiene cuatro años y es lo mejor que me ha pasado en la vida.
– Es adorable – comentó Flora, observando cómo Liam intentaba alcanzar un globo que se balanceaba fuera de su alcance.
Fabio continuó, su tono cambiando ligeramente. – Me divorcié hace poco de su madre, Gala. No fue fácil, pero ahora estamos en buenos términos por el bien de Liam. Yo más que ella.
Flora asintió con comprensión. – Eso debe ser complicado, pero es admirable que prioricen a su hijo.
Fabio le lanzó una mirada agradecida. – Gracias. Es difícil equilibrar todo, pero hago lo mejor que puedo.
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Entre dos mundos - Erick Brian Colón [+18]
Fiksi PenggemarEn la deslumbrante ciudad de Miami, Lore, una joven de una familia adinerada, vive una vida de lujos y comodidades, rodeada de fiestas glamurosas y expectativas sociales. Por otro lado, Erick, un joven humilde y trabajador, lucha día a día para mant...