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Oigo voces. Se mezclan en susurros que me rodean, pero solo puedo perderme en el negro abismo. Poco a poco cobro consciencia de mi cuerpo y de cada articulación, pero mis párpados se mantiene cerrados. La tonalidad más profunda de negro.
Me obligo a recordar lo que sucedió, pero el vértigo contrae mi cerebro, dejando las incontenibles ganas de vomitar. Las escenas pasan en mi cabeza como una serie de fotogramas borrosos: primero hablando por teléfono con mi madre, luego abriéndole la puerta a un furioso Ashton, y finalmente el hilo de sangre recorriendo mis piernas. Esto detiene mi corazón un solido minuto. Sangre... sangre... ¡Chibs!
¡Mi bebé!
Abro los ojos de golpe y caras desconocidas llenan mi campo de visión. Trato de apartarlos, forcejeo contra ellos, pero mis fuerzas son nulas y me rindo al segundo. Aprieto mis ojos y sitúo mis manos en mi vientre, sin importarme cómo me debo de estar viendo en estos momentos.. Por favor que no lo haya perdido, lloro en una plegaria interna, que no haya perdido a mi pequeño Chibi. Ese simple pensamiento hace que mi respiración muera, que el mundo se detenga. Por favor...
— Jude, debes relajarte— una voz femenina conocida se escucha en la lejanía y es lo que necesito para volver a abrir los ojos, relajándome considerablemente al ver un rostro conocido. La doctora Hobbs. Hago respiraciones pequeñas y cortas veces y prosigo a decodificar el entorno. Estaba en el hospital. Mis señales de peligro se activan de inmediato, con el miedo palpitando en mis sienes.
— ¿Qué pasó?— es lo único que puede salir de mis labios, el terror creciendo como olas en mi pecho y aprieto mis manos en mi vientre. Mi cabeza se siente confusa y pesada, al mismo tiempo que mi cuerpo no sabe qué hacer. Quiero dormir. Quiero gritar.
Quiero que mi bebé esté a salvo.
— Bien, ahora que estás más calmada podrás contestar unas preguntas ¿Podrías hacer eso, Jude?
— V-Vale.
Contesto como puedo las preguntas de rutina, que constan básicamente de mis actividades, alimentación y el ritmo de la rutina en las últimas semanas. Cuando termino, me mira con el ceño fruncido, y hace que se corte de nuevo mi respiración.
—Bueno, según lo que me has contado y lo sucedido hoy, asumo que tuviste una gran baja en tus defensas. Pudo volverse más complicado ya que pudiste tener un aborto espontáneo.
Al escuchar esas palabras siento como mi mundo literalmente se cae en pedazos. Estrujo el bulto de mi vientre con mis manos, tanto que temo que me esté clavando mis cortas uñas contra la carne y las lágrimas pican mis mejillas. No, no, no, mi Chibi. Mi pequeño Chibs...
— Lo bueno es que pudimos tratar el sangrado a tiempo, y no hubo aborto- ondas expansivas de alivio recorren mi torrente sanguíneo y recuesto mi cabeza en las almohadas, queriendo con todas mis fuerzas lanzar una carcajada. Estás bien Chibi, aún sigues en la carrera—. Te voy a pedir que guardes reposo por una semana, sin excepciones. Quiero que te alimentes bien y descanses lo suficiente para subir esas defensas. Quedarás bajo observación esta noche y mañana podrás irte de nuevo.
— L-Lo haré. Haré lo que sea. Gracias, doctora—balbuceo y ella me sonríe con dulzura, tomándome por sorpresa.
— Un placer, linda— Volvemos a nuestro horario habitual, señores— ¡Ah! Y otra cosa,— alzo las cejas, incitándole a seguir, y su expresión no denota su inclinación por lo siguiente: — ¿Podrías hacerme el favor de controlar a tu novio? Se la ha pasado gritando y causando alborotos allá afuera.
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The Great and Beautiful Mistake ♂ Ashton Irwin ♀[EN EDICIÓN]
RandomMi primer hermoso error fue que Chibi entrara a mi vida Y mi segundo hermoso error fue enamorarme de Ashton Irwin. Book #1: The CALM Chronicles