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    Jodida mierda.

    Contoneo las caderas, deslizando el suave material del vestido por mis muslos. Doy pequeños saltos, ajustando la maldita falda, y me coloco la parte delantera de la pieza. Me volteo a verme de nuevo en el espejo de cuerpo completo, y siento ganas de llorar. Presiento que si salgo con esto, inmediatamente vaya a salir en las noticias: "Ballena blanca asesina suelta por las calles de Eastbourne"

     Jodida, jodida mierda.

    ¿Por qué me tuve que meter en esto? 

    Hoy se realizaría el baby shower de los cuatrillizos Mckenzie, celebración a la que fuimos invitados con efusividad y horribles tarjetas de oso. Al principio estaba emocionada porque ¿A quien vamos a engañar?, Las fiestas son la fuente confiable de comida gratis; hasta que me puse a reflexionar de los pequeños inconvenientes: conseguir algo que ponerme — o mejor dicho, algo que mi panza no rasgara en menos de treinta minutos— y nuestro transporte de ida y vuelta. Esto, incluyendo que no había dormido nada ya que mi hija me tomó anoche como pelota de fútbol personal, da como resultado a una Jude dispuesta a matar quien se cruce en su camino.

     Además, ¿Quién demonios se le ocurre hacer un estúpido baby shower "formal"?

     Gimoteo al tratar de colocarme el cierre, pero termino pareciendo un perro buscando su cola. No me puedo colocar ni siquiera un estúpido vestido. Las lágrimas amenazan con arruinar mi maquillaje y cierro los ojos, derrotada. No iré a la estúpida fiesta, punto y final. Me quedaré en casa, haré un maratón de ciencia ficción, quizás ordenaré comida mexicana. No, mejor aún: tallarines. Apetitosos y exquisitos tallarines...

    Suena como un buen plan.

    Estoy a punto de quitarme el estúpido vestido, cuando oigo pasos pesados por el pasillo. Cuando abro los ojos, las palabras se me atoran en la boca y mi mente se vuelve borrosa ante lo que veo detrás de mi reflejo.

    Lo primero que noto es que Ashton se cortó el cabello. Las ondas castañas llegan a la altura de su frente, remarcando su quijada. Y lo segundo que noto es que viste de traje.

    Un jodido traje.

    Definitivamente necesito un descanso.

    —¿Me veo mal?— pregunta como niño pequeño, ajustando su chaqueta negra. Una de las cosas que había notado del rizado era lo muy consciente que era de si mismo, lo que lo hacía inseguro la mayor parte del tiempo. Me partía en el alma, pero me propuse trabajar aquello poco a poco.

    Incluso cuando me destrozara mi (ahora) frágil autoestima.

    —N-No— logro balbucear. Su traje era completamente negro, acompañado de una chaqueta de cuero y botas militares— ¿Me tomas el pelo? Pareces un protagonista de literatura erótica.

    Me sonríe con pudor antes de acercarse a mí, inspeccionando mi intento de atuendo a través del reflejo.

    — Te ves...

    —...Como una jodida ballena blanca, ya lo sé— gimo en frustración.

    — Jarra de juramentos— me susurra en el oído, mordiendo el lóbulo con ternura. En respuesta, ruedo los ojos—. Iba a decir que te ves ridículamente caliente.

    —¿"Ridículamente"?— lloriqueo. Ashton abre los ojos al notar su error.

    — Es mejor que decir "jodidamente", Lunita.

The Great and Beautiful Mistake ♂ Ashton Irwin ♀[EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora