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     No caigas en la tentación, Jude

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     No caigas en la tentación, Jude. Despejo mi mente de cualquier pensamiento impertinente y llego a lo más cercano a un estado Zen. Cuenta hasta diez. No es tan difícil si te concentras lo suficiente. Sólo tienes que...

     Estornudo por enésima vez, mandando a la mierda mi control mental. Jalo la manga del brazo derecho y restriego sin pudor mi nariz contra ella, maldiciendo por lo bajo y sintiendo cómo mis ojos se llenan de lágrimas secas. Calum me aprieta más contra él, haciendo que aquel perfume demoníaco se introduzca más en mis fosas nasales.

    Piedad.

    — ¿Y el bebé tiene uñas?— vuelve a preguntar Luke mientras toca con un dedo mi panza, admirándole con tal maravilla como si fuera un niño pequeño.

     — Supongo...— trato de apartarme del moreno con toda la sutileza que puedo encontrar en mi para tomar un poco de aire (Porque, vamos, no podías ser rudo con una persona como Calum, el cual "Cachorrito" podría ser fácilmente su segundo nombre); sin embargo él suelta un quejido de molestia y vuelve a estrecharme en sus brazos. Vuelvo a estornudar.

     El escenario es el siguiente: mientras que Calum me tiene atrapada en un abrazo al estilo cucharita, Luke se encuentra particularmente interesado en saber cada detalle de Chibs y el embarazo; y Michael se dedica a versionar una canción country deplorable, sentado de cabeza en un puff tratando de probar cuánto puede durar boca abajo.

     Hay solo una manera de explicar con claridad el dilema en el que me había metido. 

     Quizás no había sido una de las mejores decisiones hasta ahora insistirle a Ash en que me trajese al ensayo de la banda – al punto de casi obligarle por el arte de la persuasión de embarazada, el cual incluía un montón de lágrimas y hormonas. Era un plan sencillo en mi cabecilla inocente, creyendo fielmente (y a la ves, adivinando) que probablemente iríamos a alguno de esos garajes rentables en la ciudad, inclusive sin descartar la parte pija cerca de la costa. Muy pronto me di cuenta, cuando mi rizado empezó a actuar con sospechosa cautela y cocinando raciones insanas de sus papas fritas, que habían varios fallos en mi plan.

      Uno, no contaba que todos los ensayo de la banda hasta ahora tomaban lugar en el estudio de la compañía discográfica en puñetero Londres, por lo que tuvimos que despertarnos particularmente temprano para esperar que Mo nos llevase. Dos, no pude imaginarme lo que traería el desvelo con mi embarazo y unas cuantas horas de viaje: que mis defensas estuviesen tan jodidas que cobrase una alergia de  la nada. 

      Creo que soy alérgica a Calum Hood. 

      Y estaba casi segura que era el mismo caso de Mo, quien desde que habíamos llegado había procurado colocar su perfeccionada expresión imponente y acaparar la esquina alejada del sofá. Los demás estaban demasiado ocupados para notarla, pero eventualmente el moreno se alejaba de mi cuerpecillo – la razón de su aprisionamiento era una promesa al rizado de "mantenerme ocupada"– le echaba el más mínimo de los vistazos con ojos llenos de curiosidad. Por Dios, era tan malditamente obvio...

The Great and Beautiful Mistake ♂ Ashton Irwin ♀[EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora