No lo entiendo

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B: San, te amo -dijo dejando caer una lágrima por su rostro también-

No lloraba por las palabras de la latina, no lloraba porque Santana dudara de su amor, lloraba porque la morena lloraba, lloraba por haber hecho derramar lágrimas de esos ojos que tanto amaba, por haber hecho sufrir a la persona que amaba.

S: no de la misma manera -dijo mirando fijamente al suelo-

B: San, escúchame -dijo tomando su rostro delicadamente entre sus manos- te amo, en serio lo hago, todo esto fue un maldito error

S: no puedo -dijo mientras la miraba-

B: sabes que eres el amor de mi vida y que después de ti no hay nada más -dijo con tanta firmeza, con tanta seguridad, con tanta delicadeza en sus palabras para intentar que la latina las entendiera, de verdad las entendiera-

S: no -dijo débilmente-

La latina definitivamente estaba cerrada a cualquier posibilidad, su mentalidad no le dejaba entender lo que ocurrió, no le permitía asimilarlo.

R: todo estará bien amor -dijo frotando la espalda de Quinn-

Q: tengo miedo -dijo en voz baja-

Ru: hija, no hay nada que temer -dijo sin quitar su vista del camino-

Ju: esperaremos en una mesa cercana -dijo desde el asiento del copiloto-

Q: no es necesario mamá

La rubia estaba temblando de los nervios, el viaje en auto a aquel pequeño restaurante donde había quedado de encontrarse con Dereck, dónde por primera vez vería a s hijo y Jim conocería a su padre, había sido terrible, estaba llena de miedo, pero sabía que su hijo merecía un padre y que Dereck merecía conocer a su hijo, no debía ser tan egoísta.

Q: amor -dijo llamando su atención- recuerda lo que te dije -dijo mientras lo tomaba de la mano al ingresar al restaurante-

D: hola -dijo al verlos acercarse a la mesa-

Q: hola -dijo sosteniendo la mano de su hijo de manera un poco más fuerte-

J: buenas noches -dijo con cierta timidez-

D: tú eres Jim, cierto? -dijo tratando de encontrar alguna forma de acercarse a su hijo-

J: sí -dijo mientras tomaban asiento-

D: yo soy Dereck -dijo de manera amable-

J: Dereck? -casi gritando abriendo enormemente sus ojos-

D: sí -dijo con una sonrisa-

J: Dereck Storer? -preguntó emocionado-

D: sí, mucho gusto amigo -dijo frotando su cabeza amigablemente-

J: mamá -dijo mirándola con una enorme sonrisa- has escuchado? -preguntó eufórico-

Q: sí cariño, él se llama Dereck

J: no mamá -dijo agitando sus pequeñas manos- él es papá -dijo dejando con la boca abierta a Quinn y Dereck-

Los planes para aquella noche no habían sido como la rubia los había planeado, definitivamente no esperaba que el niño supiera que él era su padre con tan sólo escuchar su nombre. esperaba algo más dramático, algo más lento, pero las cosas habían tomado un rumbo distinto pero no para mal.

B: haré cualquier cosa para demostrar que en verdad te amo -dijo sentada junto a la latina-

S: tú aceptarías, tu aceptarías que hiciera lo mismo? -preguntó tratando de detener las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos-

B: sí eso es lo que quieres hacer -dijo sintiendo en cada palabra un intenso miedo-

S: entonces lo haré, lo haré y estaremos a mano -dijo llena de odio-

B: sí ese tipo de amor es el que tienes hacía mí, está bien -dijo cruzándose de brazos con la mirada pérdida, con sus palabras vacías y con el corazón hecho trizas-

S: lo haré con Tiffany -dijo automáticamente-

B: con esa maldita? -preguntó irritada-

S: con ella -afirmó orgullosa- sería lo justo

B: lo justo? eso sería lo justo? De verdad crees que eso sería lo justo Santana? -preguntó molesta mientras se levantaba del sofá y empezaba a dar vueltas por la pequeña sala-

S: estaríamos a mano

B: porqué con ella?

S: porque ella para ti representa lo que para mí Tom -explicó mientras la miraba dar vueltas por la sala-

B: justo con ella, justo con ella -gritó-

S: tú hiciste lo mismo -la señaló acusadoramente- lo hiciste

B: has lo que te dé la gana -dijo dándole la espalda a la morena-

S: no quieres que lo haga verdad? -preguntó levantándose del sofá para perseguir a la rubia-

B: hazlo, sí tienes que hacerlo, hazlo entonces -dijo de espaldas aún-

S: no quieres que lo haga cierto, mueres de celos, mueres de ira, tienes miedo -sentenció-

B: haz lo que quieras

S: admítelo -gritó girándola bruscamente-

B: has lo que consideres necesario Santana -dijo mirando la mano de Santana que apretaba fuertemente su brazo-

S: admite que te duele que vaya a hacer, admítelo maldita sea ¡!!!!!

B: sí, sí, sí -gritó sacudiendo sus manos- maldita sea se carcome la ira, no quiero que lo hagas, no quiero que tus labios sean de alguien más, no lo quiero, yo te amo y eres mía, no quiero que hagas eso con ella ni con nadie, con nadie maldita sea -admitió derrotada y herida-

S: no lo entiendes cierto? -preguntó desafiante-

B: no, no lo hago, no quiero que lo hagas

S: maldita sea, si tú no entiendes esto, cómo esperas que yo entienda lo que hiciste, cómo esperas que supere algo que ya está hecho, no puedo hacerlo -dijo soltando su brazo fuertemente-


Los años pasan, la gente cambiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora