Los años pasan, la gente cambia

Alguien mejor vendrá

La morena se marchó con una extraña sensación a casa, iba callada, estaba molesta con el mundo y consigo misma, no sabía si era ella la que estaba mal o simplemente el mundo otra vez estaba siendo malo con ella.

T: no dormirás aquí Santana –dijo molesta-

Demonios otra vez me tocará dormir en el cuarto de huéspedes pensaba Santana.

S: amor por favor, ya te explique que no es lo que crees –dijo intentando convencerla para quedarse a dormir con ella-

T: Santana déjame sola –dijo molesta- vete por favor

La moren tomó su almohada, su pijama y fue a la habitación de huéspedes donde pasaría la noche.

En el hospital la castaña se despedía de la rubia, era la primera vez que pasaría la noche fuera del hospital, lejos de su lado, pero lo estaba haciendo por algo bueno y estaba segura que la rubia lo entendería.

Amor esta noche no podré estar a tu lado, pero vendré mañana con el pequeño, sabes me lo voy a llevar a mi casa, yo lo cuidaré. Te amo no lo olvides le dijo en voz baja para que el pequeño no pudiera escucharla.

Adiós mami hoy iré con Rach dijo cargando su mochila, ella me va a cuidar, mañana vendré a contarte como me fue, te quiero mami dijo despidiéndose.

J: y donde voy a dormir? –preguntaba inquieto el niño-

R: dormirás en el cuarto de Kurt –dijo sin desviar su mirada del volante-

J: está bien

La castaña no estaba segura de como irían a marchar las cosas con el pequeño en su casa pero estaba dispuesta a hacer que funcionaran, no quería que Santana tuviera la razón y al siguiente día el niño quisiera irse con ella.

B: dolió tanto Tom, es que ya no nos queda nada, no le queda nada –decía ya con unas cuantas copas encima-

T: tranquila Britt, sólo fue un día malo 

B: pero es que la perdí 

T: tú no la perdiste Britt ella te perdió a ti, tú regresaste pero ella ya no quiere seguir

B: es porque yo la dejé ir hace años

T: no te lamentes Britt, las cosas pasan por algo y no puedes ganar algo mejor si no dejas ir un premio del pasado que ya no está en tus manos.

B: la amo 

T: la amas pero es tiempo de olvidar, si ella es tuya algún momento regresará y será su momento de recuperarte porque tú ya lo hiciste pero mientras tanto no tienes que destruirte la vida en un bar –dijo quitándole la copa que tenía en sus manos- y si no pues alguien mucho mejor vendrá

B: pero ella era todo –dijo cabizbaja-

T: era Britt, lo has dicho correctamente era todo, ahora el todo tiene que serlo sólo tú –dijo en tono serio- acaso quieres que ella te vea así, quieres que vea que te destruyó? 

B: claro que no

T: exacto Britt tienes que ser fuerte y salir adelante tienes un millón de cosas por las que seguir

B: y ella? La amo –volvió a decir mientas bebía una copa-

T: ella, ella está feliz con otra Brittany, ahora vamos –dijo entregándole su cartera-

B: quiero estar aquí un poco más –dijo sin ánimo de levantarse-

Tom se sentía tan impotente de ver así a la mujer que amaba y lo que más le dolía era que fuera por alguien que no la valoraba, tenía tanta rabia contra Santana, así que estaba dispuesto a hacer que Britt abriera los ojos de la forma que fuera y no le importaba si para eso tenía que ser cruel.

B: me enseñó tantas cosas Tom, me enseñó a amar sus gestos, sus labios, su sonrisa, su mirar

T: eso fue antes Britt pero desde que volviste que fue lo que te enseñó? Acaso a jugar con las personas, a mentir, a engañar, te enseñó todo menos el amor, y mira ahora te deja aquí hundida en el dolor, Santana no vale la pena, alguien que te confunde con una cualquiera no lo vale –sentenció-

B: y cómo le hago entender eso al corazón?

T: cuando primero te lo creas, cuando reconozcas que la Santana de tus recuerdos no 
es la misma del presente

B: sé que no podré –dijo ingiriendo más licor-

T: Britt no te quiero ver así, sentada en este bar ahogándote en un mar lleno de licor y cervezas, estás aquí por horas esperando olvidarla pero lo único que logras es en cada vaso y cada copa recordar sus besos, su mirada, su sonrisa, sus te amo al hacer el amor, no te amo Britt no lo hace –dijo intentando hacer que reaccionara-

B: no sé que hacer –decía llena de rabia e impotencia-

T: olvidar, eso es lo que tienes que hacer, mira hoy ni siquiera volviste al trabajo por culpa de ella, pero así no lo vas a arreglar, con lágrimas no lo harás, ahora mismo ella estará haciendo el amor con su novia mientras tú aquí quieres morir por ella, no Britt, no lo merece, 

B: tienes razón –dijo secando sus lágrimas- no soy su juguete no lo seré, también 
puedo ser feliz –dijo llena de rabia- sé lo voy a demostrar

T: eso es Britt, yo te ayudaré, vamos a salir de esto –dijo abrazándola-

Luego de aquello Tom llevó a Brittany a casa.

J: tómate tu leche, yo veré quién es –dijo corriendo hacia la puerta-

R: pero que demonios –dijo al ver a Tom que prácticamente cargaba a Brittany- 

T: hola, Britt me dijo que vivía aquí, bueno me lo dijo antes de dormirse –dijo 
sosteniendo a la rubia-

R: pero que ocurrió? 

T: bebió mucho debido a la tal Santana –dijo molesto- donde la dejo? 

R: mierda justo ahora ¡!! –dijo colocando la mano en su cabeza-

T: perdón? 

R: sigue, déjala en el cuarto del fondo –dijo dejándolo pasar-

J: es Britt? –preguntó bajándose de la silla-

R: así es pequeño, se ha quedado dormida y la han venido a dejar 

J: owww entiendo –dijo inocente-

T: ya está, adiós

R: adiós.

J: adiós 

R: anda vamos a terminarnos la leche, mañana tienes escuela –dijo sentándose 
nuevamente en la mesa-

Luego de algunos minutos terminaron la cena, y se dirigieron a sus habitaciones para dormir.

A la castaña se le hacía casi desconocida su habitación, hace tantos días que no estaba allí, de vez en cuando volvía por algo de ropa pero era fugazmente, se le hacía tan raro sentir nuevamente su cama, era cómodo era cierto pero nada se comparaba con dormir junto a su rubia en el hospital tomada de su mano aunque tuviera que hacerlo en una silla.

J: Rach no puedo dormir –dijo pegándole un susto tremendo a la castaña que por fin 
había conciliado el sueño-

R: qué? 

J: no puedo dormir -dijo tímido- tengo mucho miedo

R: ven aquí pequeño 

J: gracias –dijo recostándose a su lado- 

La castaña en un acto que ni siquiera ella lo entendía lo abrazó con tanta ternura que el niño se durmió.

R: demonios –dijo apagando el despertador, era a tercera vez que sonaba la alarma- pequeño despierta –dijo moviéndolo suavemente-

J: mmmm –dijo desperezándose- buenos días –le dijo mientras le dio un abrazo- gracias por cuidarme de los monstruos 

R: no hay de que pequeño 

J: hoy le contaré a mami esto –dijo bajándose de la cama-

R: vete a duchar –dijo con una sonrisa por lo que el niño había dicho- iré a preparar el 
desayuno, en el baño tienes todo lo necesario

J: está bien 

La castaña salió de la habitación y se dirigió hacia l habitación donde se encontraba Brittany 

R: Brittany, Britt despierta –decía moviéndola-

B: mmmm 

R: despierta, despierta 

B: que ocurre Rach? 

R: levántate y dúchate Brittany, Jim está aquí y no quiero que te vea así, que ejemplo le voy a dar, vete a duchar.

La rubia se levantó y fue rumbo a la ducha, el tono de la castaña era amenazante, así que prefirió no llevarle la contraria.

B: buenos días pequeño –dijo fregándole la cabeza-

J: hola Britt –dijo contento-

B: hola Rach

R: hola Britt, ya te sirvo el desayuno –dijo levantándose de la mesa-

Luego de esto la castaña pasó a dejar al pequeño a la escuela y a Brittany al trabajo.

B: porqué está contigo?

R: porque Santana ahora mismo no es capaz de cuidarlo

B: y tú sí? 

R: no, pero puedo hacerlo 

B: Rach pero si a duras penas cuidas de ti misma, no podrás con el pequeño 

R: claro que podré 

B: recuerdas eres una estrella de Broadway, eres sólo tú y nadie más, donde quedó eso Rach?

R: eso quedó atrás, ahora tengo a dos personas por quién luchar -dijo casi sin que la rubia la escuchara-

b: lo que digas Rach, adiós -dijo bajándose del auto cuando llegó a la academia-