Por qué lo has hecho?

1.3K 58 11
                                    

To: genial, ya vas entendiendo -dijo sonriendo arrogante-

T: maldita sea -dijo golpeando la mesa-

To: tranquila querida -dijo desde el sillón- ya verás que luego de lo que vamos a hacer a tu noviecita no le quedará ganas de volverla a ver 

T: habla ya -ordenó-

To: mira, sabes que me muero por tener a esa rubiecita en mi cama, quiero saber si es tan buena como para que tu noviecita la busque 

T: no seas idiota -gritó- 

To: está bien, está bien -dijo acomodándose en el sillón- ya que en todo este tiempo no cayó -explicaba- vamos a ayudarnos de esto -dijo mostrándole la funda con algunas pastillas- le daremos algunas de estas para que caiga en mi cama 

T: la vas a drogar para hacerla tuya? -dijo confundida- la vas a violar?

To: bueno si quieres llamarlo así -dijo restándole importancia- sí lo voy a hacer aunque yo diría que se va a entregar a mi voluntariamente, con ayuda claro 

T: quieres que yo la drogue? 

To: veo que aún no entiendes que es lo que debes hacer 

T: dímelo ya 

To: verás -dijo levantándose del sofá- una vez que le dé esto -dijo mostrando nuevamente el sobre- la llevaré al departamento de tu amiguita, esa otra, la enana -dijo mientras trataba de recordar el nombre de Rachel- 

T: Rachel -dijo ayudándolo a recordar- 

To: esa mismo, entonces tú te encargarás de llevar a tu noviecita allí con algún pretexto, entonces en ese momento ella me verá con Brittany en la cama haciendo ya sabes -dijo obviando la palabra- 

T: entiendo -dijo con malicia- 

To: así, tu noviecita se decepcionará de ella y la mandará al diablo, se refugiará en ti, la 
tendrás sólo para ti y Brittany como se verá sin el gran amor de su vida -dijo fingiendo llorar- 

T: se aferrará a ti -completó la frase- 

To: nuevamente has acertado -dijo acercándose a ella- lo ves los dos ganamos 

T: y cómo es que vas a lograr que se tome eso? 

To: eso también ya lo tengo pensado, la próxima semana le diré que salgamos a celebrar 
que su amiga haya despertado, entonces se lo daré en uno de sus tragos-dijo sonriente- 

T: excelente 

To: lo ves, lo he pensado en todo, los dos nos beneficiamos, yo me saciaré de ella y tú tendrás solo para ti a esa morena, estará tan dolida que hasta que pedirá matrimonio -decía emocionado- o quizá tengan por fin el estúpido hijo que tanto quieres

T: cállate -decía aún con gran ira en su voz-

To: es verdad, vas a ver que luego de esto podrás conseguir todo con tu noviecita, hasta el hijo -volvió a repetir- 

T: eso no importa ahora 

To: entonces hacemos el trato? 

T: por supuesto -dijo estrechando su mano 

To: pon a punto tu parte del trato ok?

T: ok, una cosa más 

To: qué? 

T: no le tengas piedad, destrózala, has todo lo que quieras con ella, sólo eso 

To: oh, no tengas duda de eso -dijo sonriente- esa rubia me debe varias y me las va a pagar en la cama 

T: espero que sea así -dijo aún conteniendo su rabia- 

To: bueno ahora me voy -dijo mientras miraba atento a la rubia- le dejo una de estas -dijo poniéndole una pastilla en el escritorio- sé que la necesitas 

T: claro que no -negó-

To: claro que sí, adiós -dijo dejando la oficina de la rubia-

La rubia no podía creer lo que había escuchado, sentía tantas ganas de llorar, cómo era posible que Santana me haya engañado después de todo lo que he hecho por ella pensaba la rubia, estaba llena de rabia, habían herido su orgullo en ese mismo momento sólo deseaba que la rubia muriera, que Tom hiciera lo que quisiera con ella, que desapareciera de la vida de Santana.

L: aquí estás -dijo sentándose frente a la rubia en el descuidado bar-

T: por qué me hizo esto -dijo totalmente ebria- 

L: qué ocurrió? -preguntaba preocupada- 

T: todo este tiempo me ha engañado -dijo mientras lágrimas rodaban por sus mejillas-

L: ah -dijo entendiendo de quién hablaba- tenía que ser ella -dijo mientras secaba las 
lágrimas de la rubia-

T: la amo -gritó dándole un sorbo a su trago- no sé supone que el amor es algo lindo, que que respeta, que hace feliz, que valora? 

L: quizá no es amor -dijo molesta- 

T: claro que es amor, todo era perfecto antes de que ella llegará, maldito el día que regresó 
-dijo mientras tomaba otra pastilla y bebía-

L: no merece que estás así, cuántas te has tomado -dijo al ver las pésimas condiciones de la rubia-

T: pocas, muy pocas -decía con dificultad-

L: cuántas? -repitió-

T: no las suficientes como para olvidar 

L: quién te las dio? 

T: Dave está por allí -dijo bebiendo nuevamente un trago- 

L: basta ya, podrías morir -dijo molesta- vámonos de aquí 

T: no quieres una? -dijo extendiéndole una en su mano- 

L: hoy no, tengo que sacarte de aquí -dijo ayudándola a incorporarse- 

La rubia estaba fuera de sí, había tomado tanto licor, tantas pastillas que todos sus sentidos se habían esfumado, sin embargo a pesar de todo, no había podido olvidar el gran dolor y desesperación que sentía al saber que Santana quizá ya no era suya, no lograba entender cómo fue que alguien vino y se llevó su felicidad, que de un solo toque destrozara su vida.

Con gran ingenio a pesar de su deplorable estado logró que Lauren la dejará ir a su casa.

T: Santana -gritó abriendo la puerta del departamento haciendo que la latina que estaba dormida abruptamente despertará ante tal ruido-

S: qué ocurre -dijo saliendo de la habitación-

T: por qué? -preguntó confundiendo a la morena-

S: eso tendría que preguntarlo yo -dijo al ver su estado- otra vez te has ido con tus amigos? Deja de decir tonterías estás muy borracha, mírate no puedes ni siquiera pararte bien

T: por qué Santana? Por qué lo hiciste? 

S: de qué hablas? T: de ti y de esa estúpida rubia -gritaba mientras sostenía fuertemente a 
la latina del brazo- 

S: no sé de qué me hablas -dijo mientras se quejaba del apretón de la rubia- 

T: eres una descarada -dijo dándole una bofetada- 

S: qué? -preguntó mientras acariciaba su adolorida mejilla- peor qué demonios te ocurre? -gritó-

T: te has acostado con ella verdad? -dijo tomándola del cabello- 

S: qué dices -dijo mientras en sus ojos se reflejaba el temor que sentía ante la Tiffany que tenía en frente- 

T: cuántas veces? Acaso no te basto? -dijo lanzándola contra el sillón- 

S: Tiffany por favor -decía mientras la veía nuevamente acercarse- 

T: no te bastó mi amor? -dijo mientras le daba otra cachetada- tuviste que enredarte con ella 

S: estás equivocada-dijo mientras ponía su mano en su lastimado labio y mejilla- qué te pasa? No he hecho nada -afirmaba-

T: me vas a negar que el día que llegaste lastima estabas con ella -dijo sorprendiendo a la morena-

S: sólo me ayudó 

T: mentira -dijo dándole otro golpe- estuviste con ella

S: me haces daño -decía con gran temor- 

T: no más del que tú me lo has hecho a mi -dijo mientras volvía a lastimarla- te amo -gritó- 
debiste haberte reído mucho con la cena que preparé ese día luego de que vinieras revolcándote con ella 

S: Tiff no 

T: nada, cuanto tiempo ibas a seguir con esto? -gritaba fuera de sí- cuánto tiempo ibas a jugar conmigo? 

S: estás equivocada 

T: te amo, he hecho todo por ti y tú me lo pagas así -dijo mientras nuevamente daba un golpe al rostro de la morena- 

La latina estaba asustada, jamás se imaginó ver a una Tiffany como la que ahora tenía en su delante.

T: por qué lo hiciste -decía mientras lágrimas empezaban a salir de sus ojos- siempre te amé -dijo sentándose en el sillón- 

S: y por eso me has lastimado? -gritó mientras secaba sus lágrimas con rabia-

T: siempre lo hice, sólo me dediqué a amarte, jamás pasó otra mujer por mi cabeza -dijo ajena a lo que la latina le decía- 

La rubia estaba inmersa en sus pensamientos, totalmente pérdida, totalmente ajena a lo que había hecho en Santana. 

T: a dónde vas? -preguntó al ver a la latina tomar las llaves del auto- te vas a revolcar con ella? 

S: quizá -dijo mientras sus lágrimas no dejaban de caer- quizá lo haga, por lo menos ella no me hará esto -dijo cerrando con eso la puerta del apartamento-

Los años pasan, la gente cambiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora