El parque de diversiones P1

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J: hola –dijo emocionado desde el asiento de atrás sorprendiendo a la castaña-

Santana no sabía si Rachel iba a responder o no, ya que su cara no era precisamente de felicidad, sin embargo la morena le había hecho una señal de amenaza a la castaña con el fin de que respondiera amable al saludo del pequeño niño.

R: hola pequeño, hola Quinn–dijo forzadamente-

J: tía San nos llevará a un parque de diversiones, será genial –decía emocionado-

R: si cómo sea –dijo de mala gana ganándose una mirada asesina de la morena-

S: Rachel no vayas a empezar por favor –dijo con tono serio-

R: claro que no voy a empezar porque me voy a bajar aquí –dijo intentando abrir la puerta-

S: oh no claro que no lo harás –dijo sonriente mientras aseguraba las puertas del auto-

R: demonios Santana, no se porque los trajiste, qué hacen ellos aquí? –dijo en voz baja-

Q; a mi también me da mucho gusto verte –dijo con sarcasmo desde el asiento trasero- moría por ir al parque de diversiones contigo 

R: se nota porque te has arreglado mucho –dijo girando la cabeza para verla y quedar anonada con la imagen que vio, la rubia estaba hermosa-

Q: lo hice para ti te gusta? –dijo dándole una falsa sonrisa-

R: a quién debería de gustarle el al padre de tu hijo no a mi –dijo girándose bruscamente 

para mirar por la ventana-

S: bueno ya está bien –dijo callando la conversación irónica que se traían la rubia y la castaña-

El resto del camino ni la rubia ni la castaña habían emitido palabra alguna, era Santana quién conversaba animadamente con Jim acerca de cómo era el parque, lo bien que la pasarían además de algunas preguntas de Jim que le sacaban una que otra sonrisa.

S: bien hemos llegado –dijo bajando del auto-

J: wooow es hermoso tía San –dijo mirando todas las atracciones que el parque ofrecía-

S: vamos –dijo tomando al pequeño y dirigiéndose hacia la entrada-

No puede ser, no puede ser –se repetía algo preocupada- ya debió llamar –decía entre complicados pasos de baile-

T: hola guapa –dijo desde el lumbral de la puerta-

B: me has asustado –dijo perdiendo un poco el equilibrio-

T: no sabía que estaba tan feo –dijo mirándose de pies a cabeza-

B: no ha sido eso –dijo sonriente- estaba pensando un poco

T: lo suponía, para que estés un fin de semana en la academia debe ser que tenías muchas 

cosas que pensar –dijo acercándose a la rubia-

B: tienes razón 

T: y qué es aquello tan importante en lo que tenías que pensar?

B: son tantas cosas Tom –dijo tomando asiento-

T: son tantas cosas? O más bien es una persona que trae consigo varios problemas? –dijo ofreciéndole un poco de agua-

B: los problemas me los traje yo misma hace varios años y ahora tengo que vivir con el peso de una decisión del pasado –dijo bebiendo un sorbo con la mirada perdida-

T: es por la morena verdad? 

B: cómo lo has sabido?

T: por el brillo de tus ojos, no es el mismo desde hace unos días, varias veces te vi salir de aquí con ella y tus ojos tenían el color más hermoso que jamás había visto pero ahora ese brillo de esfumó

B: tienes razón Tom, es ella, sólo ella hace cosas maravillosas en mi pero cuando no está junto a mi no puedo Tom, es como si se llevara mi vida consigo.

T: han terminado? 

B: qué si hemos terminado? –dijo soltando una pequeña risa- ni siquiera habíamos empezado Tom, puedes creerlo –dijo incrédula-

T: y los besos que se daban “disimuladamente” –dijo sonriente- en la puerta de la academia

B: pues resulta que no eran nada más que eso sólo besos 

Mientras tanto en el parque de diversiones Jim y Santana la estaban pasando realmente genial, habían empezado por lo pequeño, la piscina de pelotas y el muro de escalar, mientras que para Rachel y Quinn era una pesadilla.

R: maldita sea Santana, para esto me trajiste? –preguntó tomándola fuertemente del brazo cuando esta se despegó del pequeño para poder tomar los hot dogs que había comprado-

S: te traje para recordar viejos tiempos recuerdas, no es mi culpa que estes aburrida –dijo pasando los hot dogs a Quinn-

R: a ellos no los mencionaste en los planes –dijo señalándolos sin disimulo alguno- 

S: no sé que problema tienes con ellos, relájate un poco Rach –dijo ofreciéndole un poco de 

lo que comía-

R: me dejas con esa pesada y quieres que me divierta? Es en serio? –dijo alzando un poco sus brazos en señal de incomprensión-

S: tranquila Rach, deja de pensar tanto las cosas y verás como son más fáciles

R: pues no puedo hacer eso Santana, no lo puedo hacer, además me ibas a contar algo recuerdas? 

S: ah sí el alzuelo –dijo con la boca llena-

R: el anzuelo? –dijo confundida- de qué hablas?? 

S: te he dicho eso para que vinieras, amo tener a mis dos mejores amigas junto a mi

R: Santana te odio –dijo marchándose molesta-

La morena se sentó a comer tranquilamente, pensó que la pequeña castaña sólo se alejaría unos metros más no que en verdad planeaba irse.

Los años pasan, la gente cambiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora