Los años pasan, la gente cambia

Amigas?

Oh Dios, oh Dios debe estar por llegar repetía constantemente en su cabeza la rubia que esperaba por Rachel, y si no le gusta, y si es muy pronto, Dios que voy a hacer, llenaba de dudas su cabeza.

E: hola -dijo entrando apresuradamente- vaya esto es hermoso -dijo al ver la decoración-

Q: gracias -dijo totalmente sonrojada-

E: la matarás -dijo la enfermera sonriéndole amistosamente-

Q: espero que no, quiero que viva mucho tiempo a mi lado -admitió-

E: bueno sólo vine a decirte que todo está arreglado

Q: en serio? 

E: así como lo escuchas, nadie vendrá a molestar en toda la noche, así que puedes estar tranquila con tu amada 

Q: muchas gracias 

E: te puedes quitar el suero, pero mañana a primera hora te lo pones, asumo que puedes verdad? -preguntó intrigada-

Q: claro que sí, se te olvida que soy doctora, además creo que ya no es necesario pero como sea mañana me lo pongo y otra vez muchas gracias, eres una gran amiga -dijo riendo-

E: si ya sabes soy genial -dijo riendo- tengo que irme antes de que ella llegué, disfruta tu noche -dijo antes de salir de la habitación- 
Supongo que mejor me quito esto antes de que Rach llegue dijo sacando la aguja de su mano para luego dirigirse a una de las sillas donde cenaría con la castaña.

R: hola -dijo asomándose tímidamente por la puerta de la habitación-

Q: hey Rach hola -dijo casi sufriendo un infarto, estaba tan nerviosa que sabía que en cualquier momento podía salir su corazón del pecho-

R: estás hermosa -dijo inmediatamente al verla- esto es hermoso -dijo luego inspeccionando la habitación-

Q: gracias -dijo tímidamente- tú también estás hermosa 

R: ten esto es para ti -dijo entregándole un pequeño arreglo de flores que había comen el camino-

Q: están hermosas -dijo sin dejar de sonreír, no sabía como pero estaba totalmente perdida, parecía una adolescente enamorada por primera vez- te ha gustado la pequeña cena?

R: es hermoso Quinnie -dijo lanzándose a sus brazos- todo es tan maravilloso

Q: todo esto es para ti -dijo sonriente- 

R: no lo merezco -dijo sin soltarse del cuerpo de la rubia-

Q: claro que lo mereces -dijo tomando su mano y guiándola hacia una de las sillas- mereces 
esto y mucho más

R: no sé que decir, en verdad estoy tan maravillada -dijo mientras observaba a la rubia sentarse en frente suyo-

Q: no hace falta que digas nada con verte sonreír basta -dijo acariciando su mano- 

R: esto es hermoso, tú eres hermosa

Q: pero si sólo me he peinado -dijo divertida-

R: en serio estás hermosa creí que no podías serlo más pero vaya que puedes ser perfecta -decía apresuradamente, era una característica propia de que estaba nerviosa-

La rubia no pudo evitar sonreír mientras claramente se sonrojaba.

Q: creí que era la única -dijo de repente-

R: a qué te refieres? -preguntó intrigada

Q: estás igual o más nerviosa que yo Rach -dijo provocando la risa en la castaña-