Amo todo de ti

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S: estoy dispuesta a pagar mi condena –dijo mientras se dirigía al cuello de la rubia-

B: veamos si puedes con ella –dijo sonriente mientras sentía los labios de Santana pasearse por su cuello con deseo-

S: no importo si muero en eso –dijo deteniéndose un momento para sonreír mientas pronunciaba aquellas palabras- moriré de una gran manera –dijo mientras sus piernas se envolvían en las caderas de la rubia que parecía estar totalmente despreocupada de él poco espacio que tenían en el sofá-

B: voy a encargarme que mueras feliz entonces –dijo llevando sus manos hacia los muslos de la morena-

Santana sabía cómo encender todo el fuego que había en la rubia y la rubia sabía cómo desatar toda la lujuria que la latina escondía.

Las manos de Brittany poco a poco fueron subiendo de sus muslos a sus caderas, las presionaba fuertemente para provocar unos pequeños gemidos en la latina, la cual no se cansaba de besar la parte superior de la rubia, la cuenca de su cuello, sus hombros, los lóbulos de sus orejas.

S: amo todo de ti –dijo sonriéndole llena de ternura-

La mezcla de lujuria y ternura que siempre formaban parte de sus encuentro hacían que Brittany cada vez más deseara a Santana.

Brittany dirigió sus grandes manos hacia el trasero de la morena, esto provocó en Santana un gran calor interno, en poco segundos Santana había pasado de besar su cuello a disfrutar de los estudiados apretones que ejercía la rubia en su trasero.

B: así –musitó-

La rubia pedía a la latina que continuara ese excitante movimiento de sus caderas sobre ella.

B: así está mejor –dijo quitando la blusa que cubría el torso de la morena- definitivamente lo está –dijo cuando vio la parte superior de la latina descubierto-

S: te gusta lo que ves?

B: definitivamente –afirmó mordiendo sus labios llena de deseo-

S: te gusta si hago esto? –preguntó mientras se movía lentamente sobre la rubia-

B: te gusta si hago esto? –dijo metiendo sus delicadas manos por dentro del jean de Santana-

S: está de maravilla –dijo sintiendo una corriente recorrer su cuerpo-

No importaba cuantas veces estuvieran juntas, cuantas veces hicieran el amor, para las dos cada vez era como la primera, cada vez descubrían algo nuevo. Los años habían pasado en ellas pero los nervios, la dulzura, la inocencia seguían siendo como las del primer día, Santana podía decir totalmente convencida de que con Brittany siempre había hecho el amor con el gran significado que esto conlleva, se sentía una afortunada, estaba consciente de que muchas personas jamás podrían experimentar eso en su vida.

S: sabes que sería lo mejor –dijo rompiendo el silencio de la sala donde descansaba el gran sofá dónde se encontraban tumbadas-

B: que cosa osita?

S: que me hagas el amor –dijo gimiendo en su oído- de una vez por todas

Esas fueron las palabras que hicieron que Brittany olvidara todo lo demás y vaya por aquello que tanto ella y Santana deseaban-

La rubia hábilmente logró sentarse en el sofá sin separarse de los labios de la morena , amaba tanto el sabor de sus besos, lo que en ella provocaba, fácilmente la morena pudo colocarse en su regazo envolviendo sus piernas en la cintura de la rubia mientras que sus rápidas manos desaparecieron la blusa de Brittany.

S: te deseo –dijo rompiendo el beso para mirarla a los ojos-

El color de ojos de Santana ahora lucía más intenso, tenían un brillo diferente, un brillo especial.

Brittany la besó ferozmente como si se desearan hace mucho tiempo, se levantó del sofá y entre beso y beso trataba de encontrar el camino a la habitación.

S: que haces? –preguntó mientras sus piernas permanecían rodeando las caderas de la rubia y sus manos permanecían en su nuca-

B: trato de llegar a la habitación –dijo entre suspiros-

S: no es necesario –rió pícaramente-

B: lo dices en serio? –preguntó divertida recargándose a la pared-

S: totalmente –afirmó-

B: entremos aquí entonces –dijo dirigiéndose a la primera puerta que encontró-

S: hecho

La rubia sin ningún tipo de dificultad pero si con mucha desesperación encontró la manera de mantener a la latina en su regazo y con una sola mano abrir la cerradura.

S: mi despacho –se asombró cuando observó la habitación –

B: no hay vuelta atrás –dijo bajando a la morena de su regazo-

S: no planeaba pedirlo –dijo volviendo a besar a la rubia-

B: ven aquí -dijo guiando a la latina hacia el escritorio de la habitación-

S: Britt –dijo entre risas-

B: vamos a estrenar el escritorio –dijo sentándola en el escritorio-

S: hagamos realidad una fantasía –dijo mientas los labios de la rubia se posaban en su cuello-

B: haremos mucho más –dijo mientras sus manos se paseaban por la pierna de la latina sin dejar de besar apasionadamente su cuello-

Brittany besaba todo el torso de la latina, amaba lo que veía, besaba su vientre, y el espacio disponible entre sus pechos, sus dulces besos hacían que la latina ardiera cada vez más.

Los jeans de la morena desaparecieron en minutos, ahora mirarla semidesnuda para ella sola era enloquecedor.

B: quitaré esto –dijo mientras sus labios dejaban besos alrededor de los pechos de Santana-

Respiraciones agitadas llenaban la habitación, Brittany no dejaba de besar a la latina mientras que sus fuertes manos acariciaban las piernas de Santana llegando casi hasta su centro haciendo que la morena pidiera cada vez más.

B: y finalmente esto –dijo deshaciéndose de la ropa íntima de Santana-

S: supongo que era hora –dijo soltando un fuerte gemido-

La rubia delicadamente recostó a la morena en el escritorio, era hora de volver totalmente loca a la latina, sus labios rodaron por toda la piel de Santana, mordió sus pechos, posó sus labios en su centro, se introdujo en él, la amo una y otra vez, se sació de ella , al fin al terminar la noche calmó su sed.

Los años pasan, la gente cambiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora