Fue ella, lo juro

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J: tía San, que ha ocurrido con Britt y Tiff? Acaso ya se han cansado de jugar .dijo el niño inocente-

La morena volteó a ver a Rachel y esta le guiñó el ojo para se siguiera con la mentira.

S:así es cariño, se han cansado y se han ido

J: owww y no se despidieron de mi –dijo triste-

S: pero vendrán otro día y de seguro te llevarán a comer helado –dijo para animarlo-

La morena estuvo un rato en el cuarto en compañía de Rachel y el pequeño, le contaba que era lo que el doctor le había dicho y lo que entre las dos rubias había ocurrido, el niño parecía ver algo muy interesante en su mamá y no le soltaba un solo momento la mano, se sentía seguro de esa forma.

S: parece que ya se durmió –dijo al ver al niño con la cabeza apoyada en un filo de la cama-

R: así es, debe estar muy cansado 

S: me voy –dijo tomándolo entre sus brazos- te paso a dejar? 

R: me voy a quedar 

S: pero tienes que descansar

R: mientras ella está aquí por más que esté en una cama no podré descansar, mi corazón quiere estar junto a ella y mi mente a cada momento la recuerda –dijo apartándose de la cama-

S: está bien entonces pero trata de dormir un poco, tienes que trabajar –dijo dándole un beso en la mejilla-

R: adiós San, cuídate mucho.

La morena bajó hasta el parqueadero por su auto y acomodó al niño en el asiento trasero, mientras manejaba iba pensando en lo ocurrido, si hubiera sido unos años atrás le hubiera enorgullecido que se peleen por ella pero ahora no lo hacía, no quería que se peleen por ella, no quería ser ella, no quería que ninguna de las dos sufriera.

Mientras tanto en el hospital la castaña vigilaba cada uno de los minutos junto a la rubia.

R: hay Quinnie, ya se han ido todas pero yo me quedaré a tu lado ahora y siempre –dijo tomando su mano y sentándose junto a su cama- las cosas no van bien para San le contaba como si en verdad la estuviera escuchando, hoy esas dos rubias se han peleado por ella, lo han hecho afuera amor, claro que lo hubieran hecho aquí mismo pero yo las saqué de aquí le dijo con orgullo, sabes a mi me cae bien Tiffany, cuando San estaba mal y andaba de cama en cama para olvidar a Britt ella fue la única capaz de enamorarla, sé que a ti te simpatiza más Britt pero Tiff tiene lo suyo, ella hizo lo que nadie y ojo que no la tuvo nada fácil le contaba sin soltar su mano mientras con la otra hacía unas cuantas mímicas. 

La castaña se la pasó contándole cómo ocurrió todo o bueno cómo se lo imaginaba, le contó cómo le había ido en el trabajo y lo feo que la pasó sabiendo que ella estaba allí sola.

Aquí vamos dijo la latina abriendo la puerta del apartamento con el niño en brazos.

T: hola amor, te ayudo –dijo levantándose del sofá donde esperaba la llegada de la morena 
y tomando al niño en brazos-

S: tenemos que hablar –dijo a modo de sentencia-

T: lo sé –dijo saliendo de la habitación-

S: se puede saber por qué demonios te comportaste cómo una irracional en el hospital?

T: fue ella amor lo juro –dijo tratando de abrazarla-

S: sí claro fue sólo ella no? 

T: juro que fue ella, yo estaba esperándote cuando de pronto simplemente me golpeó

S: algo debiste haber dicho

T: un momento –dijo pensativa- soy yo o la estás defendiendo? 

S: no vayas a empezar 

T: claro por eso ella está tan segura de que la amas, te acostaste con ella verdad? 

S: por favor –dijo alzando sus brazos- cómo se te ocurre

T: es eso por eso todo la tarde has estado distante de mi, para que ella no sufra, porque la amas, ahora que Santana? Otra vez me engañarás con ella?

S: Dios –gritó- jamás te engañé, jamás lo hice y no lo haré, pero entiende lo que hiciste no estuvo bien, ahora no podrás acompañarme estos días que más te necesito –dijo dolida- 

T: en verdad es sólo eso amor? –preguntó con miedo-

S: claro que sí, es sólo eso, estoy contigo, te amo a ti si quisiera estar con ella no te hubiera buscado, no crees? –le preguntó-

T: mmm –dijo reconociendo que la latina tenía la razón- lo siento

S: que lo sientas ya no cuenta ahora –dijo ingresando a la habitación-

Me haces tanta falta, despierta ya decía la castaña, no importa nada sólo despierta, mi esperanza va a aguantar pero no hagas desesperar a mi alma mi amor, no lo hagas por favor dijo dándole un pequeño beso.

El cansancio en la castaña se había hecho presente así que se quedó dormida con su mano sosteniendo la de la rubia.

E: buenos días –dijo la enfermera entrando en la habitación-

R: buenos días –dijo despertando asustada- Dios mío son las 8, tenía que estar camino al 
teatro –dijo mirando su reloj-

La castaña tomó su bolso y su chaqueta y salió rumbo al trabajo, ni siquiera se había 
cambiado, iría con lo mismo del día anterior pero no le importaba, sólo quería ir al trabajo y que el tiempo pasara volando para regresar a su lado.

Santana y Tiffany habían hecho lo mismo que el día anterior, habían bañado y vestido al niño, habían desayunado juntos y lo habían pasado a dejar al pequeño a la escuela, luego de darle todos los consejos pertinentes y prometerle que hoy también iría a ver a su mamá se marcharon rumbo a sus respectivos trabajos.

La morena estaba aún disgustada con la rubia, así que eran pocas las palabras que cruzaban en el camino.

S: nos vemos en la noche amor –dijo fríamente-

T: adiós amor –dijo bajando triste del auto-

Brittany se encontraba en la casa, su corazón estaba dolido pero aún tenía una esperanza 
de que todo lo que había ocurrido el día anterior sólo fuera un mal entendido como siempre ocurría, no quería asimilar que era verdad.

El día para todas fue cansado, fue lento, fue desesperante.

S: hola cariño, cómo estuvo la escuela hoy? –preguntó mientras tomaba sus cosas- 

J: muy bien tía San, he gané una estrella de honor –dijo mirándola- pero estuve pensando 
en todo el día en mami –dijo entrando de su mano-

S: tienes que contárselo –dijo sonriéndole- ella se pondrá muy feliz de saber que eres muy inteligente, así cuando despierte tendrá una gran sonrisa y te dará muchos abrazos le decía mientras avanzaban rumbo a la habitación.

R: Hola

S: estás con la misma ropa de ayer? –le preguntó asombrada-

R: sí que más da 

J: puedo ver a mamá –dijo jalando la camiseta de Rachel-

R: claro que sí 

Una vez adentro Rachel le dio un beso en la frente a la rubia y se paró junto a Santana.

S: porqué no le cuentas a mamá tu día cariño 

El niño se arrodilló sobre la silla y empezó a contarle a su mamá todo lo que había ocurrido aquel día, además le pedía que pronto se levantará.

Estar con tía San es genial pero prefiero despertar a tu lado mamá, prefiero que tú me cuides y me vistas, que me hagas reír y me abraces al dormir le decía.

S: deberías ir a casa a darte un baño y luego regresar –le sugirió-

R: sabes que no lo haré 

S: has comido algo? .le preguntó cuando escuchó su estómago crujir-

R: no he tenido tiempo –dijo alzando sus hombros-

S: voy por algo para ti –dijo saliendo hacia la cafetería-

La morena luego de regresar con algo para la castaña se detuvo un momento en el pasillo, aunque no lo demostraba le estaba doliendo mucho la situación en la que se encontraban sus dos mejores amigas, la una estaba en coma y no sabían cuando despertaría y la otra estaba acabándose en vida, se la veía tan mal, apenas dormía, apenas comía, sólo quería despertar de lo que parecía una pesadilla.

X: hola –le dijo sentándose junto a ella-

S: mmm –dijo mirando quién era-

La morena creyó ver en ella una cara conocida pero estaba segura que no sería quién creí ya que estaba prohibida su entrada aquel día.

B: no se han dado cuenta 

S: Brittany? –preguntó curiosa mirando debajo de la gorra que llevaba puesta la rubia-

B: así es, shhh –dijo poniendo su dedo sobre sus labios-

S: qué haces aquí? 

B: no podía dejarte sola San, tenía que estar aquí a tu lado, recuerdas en las buenas y en las malas –dijo haciendo alusión a la promesa que se habían hecho antes de terminar la secundaria- 

S: estás loca –dijo sonriendo-

B: pero loca por ti –dijo acercándose a ella y mordiendo el lóbulo de la oreja de la latina-

S: vas a tener muchos problemas si te descubren –dijo sin retirarse-

B: no importa –dijo provocando a la latina- lo vales todo 

La latina ya empezaba a sentir esa extraña sensación que sólo Brittany podía causar en ella.

S: Britt aquí no –decía recordando que estaba en un hospital-

B: dime que no te gusta? –dijo haciendo erizar su piel-

S: Britt no –decía con un poco de dificultad-

B: ves aquel cuarto? –dijo señalando una puerta- está vacío, te espero en 5 minutos –dijo 
dejando allí a la latina y dirigiéndose a el-

La morena no sabía qué hacer, debía dejarse llevar por el deseo que sentía en ese momento o por su razón que le gritaba que tenía que respetar a Tiffany, lentamente entró en el cuarto de Quinn a dejar lo que había comprado para Rachel, su cuerpo quemaba pero su cabeza la acusaba.

No puede ser decía la rubia mirando el reloj, habían pasado ya más de cinco minutos y la morena no había llegado, parece que no vendrá, la rubia estaba a punto de salir cuando de pronto Santana entró.

B: viniste –dijo con una gran sonrisa para luego lanzarse a los labios de la morena-

La morena lo estaba disfrutando de verdad amaba los besos desenfrenados de la rubia, la 
temperatura había comenzado a subir, la latina sentía la sangre hervir en sus venas, estaba llena de deseo y de pasión por Brittany, quería hacerla suya así que poco o nada le importaba ahora que estuvieran en un hospital.

S: Britt yo –repetía como podía-

B: shhhh –decía callandola con sus besos-

La morena había callado a las voces acusadoras de su cabeza y simplemente iba a hacer lo 
que su cuerpo le pedía, así que sin alejarse ni un momento de la boca de la rubia le quitó la gorra y la campera que llevaba puesta, la rubia también hacía lo suyo, sabía exactamente como encender cada milímetro de piel, como tenía que tocarla, cómo tenía que besarla, sus manos inquietas y llenas de deseo buscaban el lugar exacto, estaban bajo la camiseta de la morena tocando lo que para la rubia era el paraíso.

B: te amo princesa –le dijo besando su cuello-

Aquella pequeña palabra “Princesa” hizo que la latina volviera a la realidad y recordara que ahora estaba junto a Tiffany y no podía fallarle, era la palabra característica de la otra rubia y no podía con esa culpa.

S: lo siento estoy con Tiffany –dijo disculpándose y saliendo de la habitación-
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Los años pasan, la gente cambiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora