Una visita como otras

607 26 12
                                    

J: me gusta esto mami -decía mientras daba pequeños saltos para no pisar las líneas de la acera- pero a dónde vamos? -preguntaba curioso-

Q: vamos por helado -dijo con una sonrisa cargada de tranquilidad-

J: genial -dijo sumamente feliz- y papá? -preguntó despreocupado-

Q: está de viaje -le informó-

J: cuando volverá -preguntó mientras avanzaban por la concurrida avenida-

Q: muy pronto -dijo sin emoción alguna- pero mientras a disfrutar -le dedicó una sonrisa al pequeño-

En medio del caos aquella tarde, por más corta que fuera era un oasís para dos, y es que a veces la carga es tan pesada que un segundo sin doler puede hacer tanto bien.

S: ha llegado la hora -dijo sin poder esconder su miedo-

B: tranquila -dijo sonriente mientras colocaba su mano en el hombro de la morena-

S: crees que sea muy tarde para huir? -preguntó seria mientras sus ojos estaban clavados en el gran portón blanco-

B: supongo que no -dijo encongiéndose de hombros-

S: Brítt-Britt -llamó sin desviar su mirada del portón blanco- qué soy? -preguntó firme-

B: ah -dijo sin comprender-

S: que soy Britt-Britt? -preguntó nuevamente- una mujer o una gallina? -preguntó en busca de valor-

B: una gallina -dijo sin pensarlo-

S: cómo? -preguntó desviando su mirada del portón y clavándola en Brittany-

B: quieres huir -se justificó-

S: pero no era eso lo que tenías que decir -reclamó divertida- se supone que tenías que recordarme que soy

B: tenía que decirte que eres una López -dijo alentando a la morena- qué eres Santana López -decía firme mientras la morena avanzaba hacia el portón blanco-

S: soy Santana López -decía mientras sus pasos se hacían cada vez más rápidos y firmes-

B: eres valiente -decía sonriente- nada malo va a pasar, es una visita nada más -le dijo divertida-

S: es una visita nada más – se decía casi al llegar al final de la escalera-

B: una visita como tantas otras -dijo apretando fuerte su mano-

S: así es -sonreía nerviosa- una visita más -dijo tocando el timbre-

B: una visita como las tantas otras que hiciste antes cuando nada importaba y tu lugar preferido era mi cama sin importar quien estaba en casa -dijo con una pequeña risa- quizá ahora quieran hablar de eso

S: tenías razón, aún no era tiempo -dijo firme- nos vamos -dijo bajando rápidamente las escaleras-

B: Sanny -gritó divertida mientras la veía alejarse-

W: hija -dijo apareciendo sonriente en el umbral de aquel portón-

S: hija? -repitió asustada-

B: mamá -dijo sonriente-

W: Santana -llamó de lejos- 

Los años pasan, la gente cambiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora