Los años pasan, la gente cambia

Sólo déjalo ir

J: y ahora que fue lo que ocurrió -preguntó enfurecida mientras se sentaba junto a Lauren en el bar que tanto frecuentaba-

L: Tiffany -dijo sin siquiera despegar su mirada del vaso de licor que reposaba sobre la mesa-

J: que raro -dijo totalmente irónica-

L: ahora si me lastimó -dijo con su voz a punto de quebrarse-

J: cuéntame que hizo esa maldita y te juro que iré a matarla

L: ya lo sabes

J: la cena estuvo tan mal? -preguntó tratando de entender que había ocurrido—

L: estuvo maravillosa -dijo confundiendo a su amiga-

J: cómo?

L: estuvo maravillosa. Toda la noche estuvo grandiosa -dijo dándole un sorbo a su trago-

J: me estás diciendo que tuviste una cena con la desquiciada de Tiffany y con su ex novia y la novia de esta y fue una gran noche? -preguntó asombrada-

L: así como lo oyes

J: pero como? –preguntó sin comprender-

L: ocurrió justamente lo que querías-dijo con una débil sonrisa que bordeaba en una mueca de dolor-

J: en serio?

L: así es, Tiffany no despego sus ojos de mi toda la noche

J: eso es genial Lauren -dijo animada- sabía que esa perra se daría cuenta de todo lo que estaba perdiendo si eres hermosa, así de simple –sentenció-

L: pues creo que si le guste algo ayer por la noche -dijo triste-

J: de seguro humillaste a todas esas infelices -dijo con cierto toque soberbia en su voz-

L: de hecho son personas muy agradables entiendo porque Tiffany se enamoró de ella y la otra rubia también-dijo mientras su dejo jugaba en el borde del vaso lleno de licor-

J: un momento, un momento –dijo rápidamente- me estás diciendo que esas infelices son personas buenas?

L: así es -dijo sirviéndole un poco de licor a su amiga-

J: y entonces que fue lo que ocurrió? –preguntó aún sin comprender- no entiendo, me dices que todo ha ido genial

L: la noche estuvo genial, fue la mañana de hoy lo que me mató

J: mejor cuéntame todo, está bien?

L: todo estuvo genial, la comida, la plática, Tiffany, todo fue grandioso, sabes hasta creí en sus palabras –dijo dolida-

J: que palabras? –preguntó intranquila-

L: dijo que lo sentía por todo, que por fin había comprendido, que se alejaría de su camino porque en realidad me quería a mí, que pensaba en ser algo más

J: comprendo –dijo casi en un susurró- y le creíste?

L: así es –dijo amargamente-

J: pero si sabes que está loca, porque lo hiciste?

L: por que sonaba tan sincera, era otra persona, sus miradas, sus gestos, sus palabras, hasta tú le hubieras creído si hubieras estado allí

J: maldita –dijo tratando de comprender la decepción que estaría sintiendo su amiga-

L: sabes? –dijo alzando su mirad para encontrarla con la de su amiga- incluso al llegar a casa me dijo que era hermosa, y que había estado ciega por tanto tiempo, que había confirmado algo –dijo dejando caer unas cuantas lágrima de sus ojos-