S E I S

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"Se mis capítulos, armemos juntos el más inesperado final..."

Viera se encontraba recostada en la alfombra al pie de su cama mirando las estrellas que brillaban en el techo de su habitación a oscuras.

En su mente había un debate ¿Le enviaba un mensaje al chico sin nombre? ¿Y si la había engañado y en realidad no era su número?

El chico era más guapo de lo que recordaba.

Con esa mirada penetrante que sólo hacía que te perdieras. Sus rasgos masculinos eran la descripción gráfica de belleza. Y su voz... No era algo difícil de describir, era normal y con poco chiste sin embargo, tenía ese algo que hacía mantenerla en sus oídos.

Recordó cómo se había comportado con él y podía sentir la vergüenza danzando en sus venas. ¿De verdad le había tenido que decir todo eso?

Si, estaba nerviosa pero no era necesario comportarse como una idiota, porque así era con había quedado frente a él.

Cuando se subió a su espalda, vaya que de eso no se arrepentía. Sentir sus músculos contraerse, la presión que hizo sobre sus muslos.

Pareció que todos sus cables internos se conectan al mismo tiempo cuando recordó el tacto de su mano contra su piel, enviando un escalofrío por su espalda.

Te estas comportando como una idiota, Viera.

Era lo que se repetía internamente.

Cerró ambos ojos conteniendo un suspiro, comenzó a relajarse cuando un "Click" sonó en toda su habitación, abrió los ojos cegando por un momento a causa de la luz.

Miro a la puerta en busca del responsable— ¡Padre!— él frunció el ceño.

—¿Qué estás haciendo tirada en la alfombra?

Ella se encogió de hombros— Intentaba dormir.

—Claro...— la miró extrañado y después recordó a lo que iba— Me han mandado un correo de tu universidad— Viera se contuvo a rodar los ojos— Querían saber si ibas a ir a la semana de prueba antes de que comiencen las clases.

—Supongo que les confirmaste que iré— le dijo levantándose del suelo y sacudiendo su ropa.

—¡Por supuesto!— respondió sonriente— Ahora baja, mamá hizo la cena.

Su padre salió de la habitación y ella se sentó en la cama y lanzó un gruñido.

Tomó aire, se levantó y bajó las escaleras hasta el comedor donde se encontraban todos sentados esperándola.

La cena estaba calmada, como todos los días, mientras ella y su hermano cenaban, sus padres se disponían a conversar sobre asuntos de trabajo.

Estaban ya en el postre cuando a padre hablo—¿Qué tal su día, niños?— preguntó su padre.

Carlo sonrió— Excelente.

Su padre enarco una ceja— ¿Alguna folla amiga?

Sus padres y Carlo soltaron una carcajada.

—¿Le diste duro?— preguntó su madre.

Viera bajo la cuchara con pudín que iba directo a su boca. El apetito había desaparecido completamente.

—Algo así, está buena— respondió su hermano.

—No creo que como tu madre cuando tenía su edad.

—¡Filtro, Padre!— gritó Viera— ¡Filtro!

Todos soltaron una sonora carcajada.

—¿Cómo vas con Duke, Viera?

Ella rodó los ojos—No me interesa.

—Viera— le reprimió su padre— Duke es lo mejor para ti.

—Devonne, ella está interesada en alguien más— le mencionó su madre— El repartidor de pizza le dio su número, ella se emocionó mucho.

—¡Viera Altobelli!— vociferó su padre— ¿Un repartidor, hija? ¿Estas hablando en serio?

—No puedes obligar a sentir algo por Duke.

—¡Claro que puedo! Y lo haré— Viera abrió la boca para reclamar— No te quiero ver cerca de ese tipo.

Viera se levantó enojada— ¿Ahora también me dirás con quien debo estar o no?

—Si es necesario, lo haré— le respondió su padre serio.

Vi subió las escaleras hasta el ático, donde tenía su estudio, su verdadero hogar.

Azoto la puerta y se dejó caer en un sillón pequeño que tenía ahí.

Eso era demasiado. No sólo quería que estudiara algo que no quería, con lo que nunca sería feliz, sino aparte quería que estuviera con quien él dijera.

Sacó de su bolsillo su celular y el papel que le había dado el chico para después enviar un mensaje.

Viera:

Hola, chico sin nombre.

Alejo el celular y se sentó frente al escritorio manchado de pintura. Tomó un cuaderno y su gran caja de colores para ponerse a dibujar después.

Su celular emitió un sonido y lo tomo rápidamente.

Chico misterioso:

Puedo suponer por el apodo que eres Viera.

Viera:

Eres adivino :D

Chico misterioso:

En realidad no, y soy Dago.

Con qué Dago...

Viera formo una sonrisa en su cara.

Viera:

Lindo nombre.

Dago:

Lindo nombre, lindo chico.

Viera:

Egoo!!

Dago:

Un poco. Y Dime, ¿A qué te referías con "cuando estemos en una relación o enamorados"? Algo así.

Viera sintió que el calor subía a sus mejillas.

Qué vergüenza.

El roba besos | ERB #1 | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora