S I E T E

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"Sonrío porque alguna vez lloré. Estoy en guardia porque algún día me lastimaron."

—Tranquila, Viera— La chica soltó un suspiró y se levantó de su cómoda cama.

Livia había llegado una hora antes y Viera no hacía más que quejarse sobre la pelea que había tenido con su padre la noche anterior.

—Sabes que lo peor que le puedes decir a una persona alterada es que se calme.

La rubia rodó los ojos y tomó una lapicera de Viera que estaba sobre su escritorio y comenzó a jugar con ella— Él lo hace por tu bien, Vi.

—¿De qué lado estás, Livia?— soltó frustrada.

Su amiga tomó aire— Del lado donde no salgas herida.

—¡No saldré herida!— gritó enojada— Sólo conseguí un número de teléfono.

—Es ridículo, ¿sabes?— miró a la chica— Rechazas a Duke, es rico, guapo, será heredero de todo lo de tu padre...

—Es un egocéntrico.

— Vi, vélo de esta manera...— se acomodó en su cama preparándose para el discurso de su mejor amiga— No se me ocurre nada— Vi soltó una carcajada y Livia sonrió complacida— ¡Te hice reir!

Viera se calmó y poco a poco, la sonrisa en su rostro se fue desvaneciendo.

—A veces me pregunto— dijo mirando el techo de su habitación— ¿Por qué no puedo tener un padre que acepte quien soy realmente?

Livia soltó un gruñido— Vi, sabes que tienes demasiada suerte de tenerlo— sabía a lo que se refería, Liv nunca había conocido a su padre, por eso siempre se enojaba con ella cuando se quejaba de su padre.— Sólo está viendo por tu bien.

—Por mi bien, no por mi felicidad.

Liv abrió la boca para decir algo pero un sonido pequeño pero ensordecedor la desconcertó.

Viera frunció el ceño y miró su ventana, el sonido se escuchó nuevamente pero ahora pudo observar como una pequeña piedra impactó en su ventana.

Ella rápidamente se levantó y miró por la ventana, la abrió y asomó su cara. Una piedra impactó contra su rostro.

Viera metió la cabeza y se tomó la frente, le dolía.

Livia soltó una carcajada— ¿Estás bien?

Viera la fulminó— ¡Perfectamente!— ironizó.

Vi se miró en el espejo que tenía en su escritorio y se volvió a asomar reconociendo a la persona que lanzaba piedras a su habitación.

—¿Duke?

—¡Viera! ¿Estás bien?— preguntó burlón— No era mi intención.

Ella rodó los ojos— ¿Qué quieres?

—Invitarte a cenar.

Viera metió la cabeza y miró a su amiga— ¿Quién es?

—Duke, quiere invitarme a cenar.

Los ojos de Liv brillaron y entonces supo que había cometido un gran error al decirle a su mejor amiga, ella corrió a la ventana pero Liv la esquivó y se asomó— ¡Hola Duke!

—¡Liv! ¿Qué hay?

Viera rodó los ojos y empujó a Liv con la cadera y se asomó— Bueno, gracias por venir y golpearme con una piedra. Estoy en pijama y no tengo ganas de salir, así que puedes irte— Vi le regaló una de las sonrisas más falsas que había dado en su vida.

El roba besos | ERB #1 | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora