"¿Recuerdas cuando hablamos sobre la existencia de Santa Claus? Bueno, ahora hablaremos sobre los príncipes azules."
Viera se encontraba quitando un poco del maquillaje que aún había en su rostro.
La comida (y poco después charla comiendo galletas), había sido bastante agradable; poco antes de las 9, Vi decidió que ya era bastante tarde y decidió regresar a casa, olvidando el helado de su madre que la había regañado y poco después ignorado para contestar una llamada a la que nombró como "súper importante" y Viera entendió como "mucho rato de cotilleo con alguna señora importante".
Después de desmaquillarse, se sentó en el pequeño sillón de su ventana, tomó sus audífonos y se sumergió en la voz de Ellie Goulding.
Se puso a ver las estrellas, odiaba hacer eso, se sentía dramática, como si estuviese en alguna historia. Sólo que ahí no había encontrado a su príncipe azul y la verdad, comenzaba a dudar de que existieran.
Hace tiempo cuando creyó haberlo encontrado, llegaron sus padres a interferir sus planes junto con Duke.
Ella nunca fue una chica mimada como la mayoría de chicas de su clase.
A ella le enseñaron desde un principio que el dinero no se ganaba solo y que no siempre habría tiempo para el cariño.
Suspiró y cerró los ojos, recargó la cabeza en el vidrio y dejó que la voz de Ellie la llevará lejos de su realidad.
"Why i got you on my mind?"
****
Una leve sacudida le hizo abrir los ojos, se encontró suspendida en el aire sobre los brazos de su hermano.
Él la dejó sobre la cama dándose cuenta de que ella estaba despierta.
—Perdón, quedaste dormida en el sillón— le susurró.
"Desearía que no fueras mi hermana"
Viera se dio la vuelta en la cama, enrollando la manta en su cuerpo.
Carlo suspiró y se levantó, antes de salir le susurró las buenas noches y se fue cerrando la puerta.
Viera cerró los ojos fuertemente, hace días que no le dirigía la palabra a Carlo. Él, luego de haber dicho aquello, se arrepintió y le pidió perdón de todas las maneras posibles, pero ella de verdad estaba dolida.
Suspiró y tomó el celular que descansaba en la mesa de noche, supuso que Carlo lo había dejado ahí.
El reloj marcaba las 4 a.m., no faltaba mucho para que todos despertaran.
Suspiró y dejó el celular a un lado para después volver a dormir.
****
Se encontraba duchada, arreglada y viendo películas en netflix, cuando llegó un mensaje de Livia pidiendo poder hablar. Ambas acordaron verse en el parque cerca de las casas de ambas.
Ahí estaba Viera, con las manos en los bolsillos de sus jeans, el sol tocando la piel descubierta de su blusa blanca de tirantes y pateando piedras con sus sandalias negras.
—Vi— ella volteó y miró a la chica rubia que conocía desde el vientre de su madre.
—Vamos a sentarnos, ¿quieres?— preguntó a sabiendas de que sería una larga plática.
Livia asintió un poco decepcionada al no recibir el saludo al que estaba acostumbrada, pero algo dentro de ella le advirtió que iba a ser así.
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El roba besos | ERB #1 |
Teen FictionLibro #1. -¿Quiénes son ellos? -Los llaman los Roba besos. -¿Qué hacen? -Pequeña estúpida, su nombre lo dice todo. Ellos no eligen, sólo corren por las calles solitarias a altas horas de la noche hasta que encuentren a alguna chica y simplemente...