ABAB* Academia de Bellas Artes de Brera.
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"Necesito encontrarme a mi misma, para perderme en otra persona."
El aire golpeaba suavemente el rostro de Viera, que corría sintiéndose libre de todo aquello que causaba un peso sobre sus hombros. Se olvidó por esos minutos de sus problemas y se concentró en no dar un mal paso y caer de cara.
A un lado de ella, corría Giorgio tratando de alcanzar a Viera, que era bastante veloz. Iba un poco atrás, y podía ver como su cabello agarrado en una coleta brincaba con cada paso que daba, y sin poder evitarlo, como su duro trasero no se movía ante la velocidad.
Tropezó con una piedra y casi cae, se regañó a sí mismo por desconcentrarse. Pero no podía evitarlo, estaba con la chica que quería, corriendo por la madrugada en busca de algún beso robado. No le podía dar celos cuando besará a alguien, porque sabía que ella se sentiría libre y primero estaban los sentimientos de ella que los de él mismo.
Maru se acercó a Viera rápido y le gritó algo que Gio no alcanzó a escuchar, pero pronto entendió cuando les hizo señas de parar en la siguiente esquina. Y así hicieron.
Sus piernas se comenzaron a calentar cuando se detuvo y se recargó en la pared, era normal. Sus respiraciones estaban agitadas, miró a Viera y le sonrió entre jadeos, la chica se veía cansada pero en sus ojos había una chispa de energía que indicaba que podría correr así por horas. Por días.
—Bien— susurró Taylor, una chica que los acompañó— en frente está un carro lleno de adolescentes borrachos, pero hay dos chicas en la acera de la gasolinera conversando y tres chicos fumando, uno se quedará a cuidar y los demás iremos por el beso— miró a Viera— no sé si quieras intentarlo, o quedarse de guardia.
—No— respondió rápidamente— quiero intentarlo.
Giorgio sonrió disimuladamente al ver su determinación.
—Bien, ¿quién se queda?— preguntó el otro chico, Román.
—Me quedaré yo— se ofreció Giorgio.
Y se acomodaron. Las tres chicas irían por los chicos que estaban fumando, Maru y Román irían por las chicas en la acera y Giorgio se quedaría, que en realidad, no era quedarse, sino que correría detrás de los chicos y chicas y cuidaría que ninguno tratará de aprovecharse del beso.
—Bien— dijo Tay—¿Listos?
Viera comenzó a sentir un cosquilleo en sus venas, estaba tan emocionada, sería el primer beso robado que daría.
—Entonces, ¿cuál es la regla?— recordó Maru— No abrir los ojos— dijeron todos al mismo tiempo.
Los seis, se acercaron a la acera entre las sombras, todo era tan misterioso— Suerte— susurró Maru, y comenzó a correr, con Tay y Román pisando sus talones, detrás corrió Cassie, jalando la mano de Viera para que corriera junto a ella.
Viera sonrió y evitó el impulso de gritar de emoción.
Corrió un poco atrás de Cass, hasta que ella llegó, sólo pudo ver los rostros de confusión de los chicos porque Taylor ya había besado al primer chico.—¡Son roba besos!— gritó emocionado uno y Cass lo besó rápidamente y se fue corriendo, Viera no lo pensó y rápidamente cerró los ojos y besó al otro; trató de quitarse pero él la tomó por la cintura queriendo profundizar el beso.
Giorgio la tomó por la mano y la jaló alejandola de el chico y salieron corriendo rápidamente para alcanzar a los demás, mientras gritaban y reían.
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El roba besos | ERB #1 |
Teen FictionLibro #1. -¿Quiénes son ellos? -Los llaman los Roba besos. -¿Qué hacen? -Pequeña estúpida, su nombre lo dice todo. Ellos no eligen, sólo corren por las calles solitarias a altas horas de la noche hasta que encuentren a alguna chica y simplemente...