Capítulo 39

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"Estaba dispuesta a enfrentar el mundo entero por Aria, pero en ese instante, el mayor enemigo era yo misma

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"Estaba dispuesta a enfrentar el mundo entero por Aria, pero en ese instante, el mayor enemigo era yo misma."-Harley

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HARLEY

Llegué en tiempo récord a la casa de Stacy. En esos momentos, la rabia estaba en su máximo apogeo. Aria no me había cogido las llamadas, lo que incrementó mi enfado, quizás con ella o quizás conmigo misma. En ese momento, deseé tener la capacidad de coger un avión, ir hacia ella, cogerla y decirle: "No me pienso ir de aquí hasta que me des una oportunidad, hasta que te des cuenta de que soy la mujer de su vida". Porque sí, era la mujer de su vida, y no iba a permitir que nadie se interpusiera entre nosotras. No, ella era mía.

Me daba igual sonar posesiva, me daba igual que me detestaran, me daba igual que a Aria le hubiera enfadado que usara ese término de manera posesiva. Pero era así, era mía, y no había un mundo en el que ella estuviera con otra. No, ella estaba destinada a mí, al igual que yo estaba destinada a ella.

Ahora estaba dispuesta a encargarme de uno de los problemas que me traía de cabeza y, después, me encargaría de Aria. Pero primero, paso a paso, problema y solución. Bajé del coche, di un portazo y caminé con paso enfadado hasta el portón. El conserje, que bien me conocía, me miró con una sonrisa de oreja a oreja, pero yo no le presté atención. Solo tenía un objetivo fijo: ir por Stacy.

Era increíble la capacidad que teníamos las personas cuando estábamos enfadados. Nos daba igual, nos cegaba la rabia y no parábamos hasta encontrar el foco de los problemas y acabar con ellos. Por ello, ni siquiera me molesté en subir por el ascensor, subí las escaleras de dos en dos. La rabia cada vez era mayor, más fuerte e intensa, y no podía prometer que no se me fuera la mano o la boca. No podía, porque en esos momentos, a la persona que más odiaba era a Stacy. Ella había arruinado, seguramente, mi relación. Seguramente, ella había planeado todo esto con alguien más. Sí, estaba segura de ello.

—Esto se va a acabar aquí —dije enfadada.

Al llegar frente a la puerta de su casa, me quedé unos segundos mirándola. No dudé, llamé con todas mis fuerzas, tanto que pensé que echaría la puerta abajo. Oí las maldiciones de Stacy, que, furiosa, abrió la puerta.

Perdona Si Te Llamo Amor-Primer Libro De La Saga: Perdona Si Me Enamoro- EDIT1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora