En mí defensa diré que yo iba camino a la cocina para hacerme un café, y fue entonces que ví la puerta de la sala entreabierta, así que técnicamente no estaba espiando a nadie, solo me quedé escuchando porque oí la voz de Galim y Leo.
-Entonces están diciendo que la necesitan para mantener todo en equilibrio mientras él esté allí, ¿Correcto?- la voz de Serafiel parecía curiosa.
-Así es -confirmó Galim- estás en lo correcto Serafiel.
-Así que estamos aquí para pedir cordialmente su permiso, de lo contrario, tendremos que proceder de otra manera- comentó Leo, el cuál parecía molesto.
Serafiel rodó los ojos con fastidio, mientras que Galim le dió un leve empujón en señal de que se callara.
-Si así lo precisas Galim, entonces así se hará- declaró La Shekinah en tono suave.
-Gracias queridas, se los agradecemos mucho...si nos permiten, iremos a organizar todo para que hoy mismo esté todo listo- exclamó Galim levantándose de su lugar junto a Leo.
Al oír que los dos tenían la intención de salir de la sala, rápidamente comencé a alejarme en silencio rumbo a la cocina, no quería que me atraparan espiando.
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Ya en la cocina, varios minutos después, estaba sentada tomando un café y comiendo unas tostadas, la cocina estaba desierta, hasta que las puertas se abrieron dejando entrar a La Shekinah.
Yo la miré de reojo
-Buenos días Shekinah- saludé con una leve sonrisa.
-Buenos días Nilüfer- respondió ella.
Ella se sentó frente a mí, parecía seria, bastante. Supuse que era por la reunión que había tenido con Galim y Leo...en realidad yo no había entendido nada de lo que había escuchado en esa sala, así que no sabía la gravedad del asunto.
-Debo...tenemos que hablar Nil- exclamó ella.
Yo la miré atenta.
-Por supuesto- respondí.
-Bueno...Galim y Leo estuvieron aquí- comentó.
-Ya veo -exclamé tratando de parecer sorprendida- ¿Y porque vinieron?
-Eso...es muy complicado para que yo te lo explique. Solo diré que hemos decidido que vivirás en el palacio celestial junto a los demás arcángeles.
-Es...¿Es en serio?
-Así es...hoy mismo te mudaras.
-Esto es...¡Increíble! -una sonrisa se dibujó en mi rostro- gracias, gracias.
-Fue a pedido de Galim.
-Excelente...quiero decir, agradezco mucho que ustedes me hayan dejado vivir aquí, lo disfruté bastante...