[Narro yo] -Anda...a veces eres muy bipolar Nil, yo soy tu amiga ¿Porque no me quieres contar lo que te pasa?- Niki parecía frustrada por mi silencio.
-No me pasa nada -force una leve sonrisa- ya te contagió la paranoia Azrael, ¿No?
-Quizás, pero él es muy buen hermano, solo quiere ayudarte...a mí me gustaría tener un hermano así de cariñoso, el mío apenas se acuerda que existo.
"Hermano", a pesar de todo era difícil para mí ver a Azy como un hermano, pues era diferente. Azrael...era complicado, mi amistad con él no era de esas en las que se fuerza una hermandad; no era lo mismo...
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Pero sí, Azy es muy bueno conmigo y realmente agradezco lo que hace por mí...aunque no sé lo que me pasa, no me siento igual, pero...ugh, ¿Por qué me afecta tanto? ¿Por qué no puedo seguir con mi vida y olvidar esa maldita mierda? Algo en mi pecho dolía, una sensación tan dolorosa que me hacia sentir un nudo en la garganta e impedía que hablara.
Durante este mes he estado conviviendo en la tierra, justamente el lugar dónde hace miles de años Adán y Eva vivieron. No era tan malo este lugar, pues había conocido a Nicole y Joaquín. Nicole, era una niña tan dulce, su cabello era largo y castaño claro, casi rubio, su piel era blanca, sus ojos eran color avellana, su espíritu era juguetón y alegre, era una buena amiga. Joaquín, un chico de cabellos castaños oscuros y ojos café, su piel blanca parecía delicada al igual que la de su hermana, era algo más serio, aunque lo que le sobraba era su espíritu protector a la hora de proteger a su hermana, él era un fiel compañero de Azy, a pesar de que nos conocemos desde tan poco tiempo.
El recreo parecía interminable, Nicole, a quién le decíamos Niki de cariño; hablaba de cosas al azar mientras caminábamos recorriendo toda la escuela, yo la escuchaba en silencio con la mirada en el piso, de vez en cuándo asentía, aunque no escuchaba realmente lo que decía.
Sin embargo, fui sacada abruptamente de mis pensamientos al chocar con algo, en este caso, alguien.
-Vaya, ¿Qué tenemos aquí? Claro, tú debes ser la nueva perrita que se unió al grupo recientemente- escuché delante de mí.
Al levantar la mirada observé delante de mí a un chico, alto, de ojos café y cabello negro, tenía una sonrisa maliciosa en el rostro y al parecer, me miraba de arriba a abajo. Niki al verlo se puso a mi lado, mirándolo con desprecio.
-¿Y tú qué haces aquí?- preguntó la pelicastaña.
-Tks, ¿Qué? ¿No respondes, nena? -él ignoró completamente la pregunta de Niki y se acercó más a mí- Es de mala educación ¿Sabes?
-Si...-me alejé levemente- yo soy la nueva.
-¿Y tú nombre es?
-Nilüfer... Nilüfer Magne.
-¿Magne? Ah... Entonces tú eres la adorada hermanita del tal Azrael.