Black Love ✔ (Terminada y Editando)

"No me siento bien" (EDITADO)

Me vestí lo más rápido que pude. Escuché el celular y era un mensaje de Jason diciendo que ya estaba abajo.

Tomé un papel y le escribí una nota a Sam para que no se preocupara si es que no volvía antes de que ella despertará. 

Me puse la chaqueta, ya que estaba frío, tomé el bolso y bajé.

Al llegar al primer piso me encontré con un Jason bastante cansado, sus oscuras ojeras se notaban a kilómetros. 

El pobre hombre tenía que someterse a un desconsiderado jefe como James. No puedo creer que el muy idiota lo moleste a él y a mí a esta hora de la mañana.

Lo saludé y subí al auto junto a él. Luego de unos minutos llegamos al estacionamiento, Jason iba a subir conmigo pero le dije que se fuera a descansar y que si lo necesitaba lo llamaría luego. El hombre me lo agradeció y se fue.

Presione los números y subí al ascensor.

Cuando entré en el departamento todo estaba en un completo silencio. Las luces estaban apagadas, sin embargo, las cortinas se encontraban abiertas, por lo que la luz de la luna entraba por las ventanas del balcón iluminando todo.

Avancé un poco hasta llegar al pasillo, desde la habitación de James provenía un poco de luz. Caminé hasta la habitación, estaba iluminada solo por una lámpara, entré, observé todo a mi alrededor y me di cuenta que James se encontraba en una esquina de la habitación, sentado en el suelo, tomando sus piernas.

Me acerqué a él, me agaché quedando a su altura y puse una mano en su hombro. Él se sobresaltó y levantó la cabeza.

_ No me siento bien... -su voz sonaba débil, por primera vez veía a un James frágil.

Levanté mi mano para tocar su frente y estaba demasiado caliente, sin duda tenía fiebre. A pesar que lo odiaba... sentía lástima, no podía dejarlo así. Así que, lo tomé de la mano y lo ayudé a levantarse. Lo dirigí a la cama, entonces hice que se recostara.

_ Será mejor que te quites la polera, estás sudado. ¿Dónde tienes un botiquín de primeros auxilios?

_ Creo que en el baño.

Fui al baño y luego de unos minutos encontré un botiquín. Por suerte habían varias cosas que necesitaba. Tomé el termómetro y se lo puse a James. Mientras esperaba, fui por una fuente con agua fría y un paño. Busqué unas pastillas y volví a la habitación.

Después de esperar retiré el termómetro y marcaba 40 grados.

_ Tendré que llamar a un doctor, ¿tienes algún número?

_ Todo está en el celular que te entregué, el doctor Smith es el que me atiende siempre.

Mojé el paño en el agua fría y la puse en su frente. Luego salí de la habitación para llamar al doctor. Demoró en contestar pero era comprensible, después de todo eran las tres de la mañana. Media hora después el doctor había llegado. Le di su espacio para que revisará a James.

_ ¿Y bien, qué tiene? -pregunté preocupada.

_ Es un resfriado común junto con un virus estomacal, así que tendrá reposo por tres días. Aquí hay una lista de lo que puede comer y lo que no. Te dejaré estos remedios, se los debe tomar todos y tiene que tomar mucho líquido. Sigue con los paños fríos y la fiebre bajará, si llega a subir demasiado debes darle un baño de agua muy fría y si eso no funciona me llamas de inmediato. Con esto debería estar bien... Cualquier cosa no dudes en llamarme, yo vendré de inmediato.

_ Muy bien, doctor. Muchas gracias.

Lo llevé al ascensor y se fue. Volví a la habitación y James se encontraba completamente dormido. 

Desperté por los rayos de sol. Había pasado una de las peores noches de mi vida. A las cinco de la mañana James se había levantado a vomitar y a las ocho tuve que darle las medicinas. A las nueve ya no tenía fiebre. Cuando abrí bien los ojos vi que James me miraba... Rayos, rayos, me había quedado dormida junto a él. 

Estaba a punto de comenzar con una disculpa pero él habló primero.

_ Buenos días, preciosa.