Black Love ✔ (Terminada y Editando)

"Quítate de mi camino" (EDITADO)

Ya estábamos en la primera entrada de la mansión y Violetta parecía sonámbula, me costó un mundo levantarla por la mañana.
Billy nos dejó pasar con una enorme sonrisa.
Llegamos a la cocina donde nos recibió Sara. Me dio mucha gracia el cómo trataba a Violetta, incluso nos invitó a tomar desayuno.
Sara parecía una abuelita que malcría a su nieta.

_ Hoy día hay mucho trabajo, no sé cómo sacaremos la noche adelante - al parecer Sara se estaba cansando antes de tiempo.

_  ¿Por qué?

_ Bueno, hoy es el cumpleaños del señor William, así que habrá una fiesta en su honor.

_ Uh - levanté una ceja- son muchas personas? - esperaba que no fuera así.

_ Es una cena entre los más cercanos de la familia, en total son doce personas.

_ ¡¿12?! - abrí los ojos con sorpresa.

_ Sí, Will, Irina, Tara, Mía, James y su novia de turno, los dos mejores amigos de Will e Irina que vienen junto a su hija, la hermana del señor Will y sus padres.

_ Pero... ya lo has hecho antes, ¿cierto? ¿Es muy complicado?

_ Hay mucho que cocinar, así que por órdenes de Irina hoy solo debemos preocuparnos de cocinar, ya que la limpieza quedó lista ayer. Princesa - miró a Violetta, quien estaba terminado de tomar su leche - tú puedes salir a jugar. Hay una habitación de juegos si quieres ir. Tara llega a las 2 así que ahí podrás jugar con ella.

Violetta me miró como preguntando si podía salir a jugar.

_ Sí, ve, pero con cuidado. No rompas nada - entonces se fue hecha un rayo, a esta niña le encantaba el aire libre, en eso éramos muy parecidas.

Nunca había pasado tanto tiempo en una cocina. Sara estaba como loca y la comprendía perfectamente.
Ya eran las dos con quince cuando sentimos la puerta.
Llamé a Violetta y fui de inmediato a recibir a las niñas, quienes acababan de entrar.
Mía se veía feliz cuando me vio, pero luego la mirada de ambas pasó a una de confusión, supongo que era por Violetta.

_ Chicas, ella es mi hermanita Violetta. Violetta, ellas son Mía y Tara.

_ Un gusto conocerte, Violetta - Mía le dio un tierno beso en la mejilla - Tara, ¿porque no vas a jugar con ella? Deberían conocerse, después de todo serán compañeras.

_ Está bien, ¿quieres venir a mi pieza ? - dijo Tara bastante tímida.

_ Claro, vamos - dicho esto ambas subieron a la habitación.

_ Ven, Rachell, necesito hablar contigo. También quiero que me ayudes a ver qué me pongo.

_ Pero en la cocina...

_ No te preocupes, hija, debemos esperar por algunas cosas, cuando comience con las ensaladas y los postres te llamo.

Le iba a responder pero Mía ya me llevaba del brazo. En un abrir y cerrar de ojos ya estábamos en su habitación.
Estuvimos alrededor de media hora, hasta que Sara me llamó.
Ya eran las 19:00 de la tarde cuando apareció Irina en la cocina.

_ Wow, todo esto está increíble, las felicito chicas... ¿Vieron a Tara?

_ Sigue jugando con Violetta - dijo Mía, lista con su vestido negro, entrando a la cocina.

_ ¿Jugando, dices? - no entendía por qué la señora Irina se sorprendía, después de todo las chicas tienen 10 años.

_ Lo sé, mamá, yo también me sorprendí. Tienen la pieza llena de dibujos.

_ Lo siento, señora, si quiere puedo ir por Violetta...

_ ¡No! - dijeron Mía y la señora Irina al mismo tiempo.

_ Rachell, Tara, en sus cortos 10 años, jamás ha tenido una amiga, ni siquiera en el colegio. Siempre está dibujando sola.

Entonces se escuchó el timbre así que con Sara nos pusimos manos a la obra, el timbre sonó varias veces más dando aviso de los invitados.

La señora Irina ya estaba junto a su esposo con los invitados, también estaban Mía y Tara. Violetta estaba sentada en la mesa de la cocina dibujando.

_ Toma, cariño, lleva esta bandeja y ofrecele a los invitados. Después vuelves por otra - Sara me entregó la bandeja.

Al salir de la cocina, choqué con alguien, tirando la comida encima de mí, ensuciando mi blusa. Frente a mí estaba una chica alta - sus tacos altos la hacían aún más imponente - con un hermoso vestido, rubia y muy hermosa.

_ Quítate de mi camino, sirvienta - me dedicó una mirada llena de desprecio.