Black Love ✔ (Terminada y Editando)

"Tara y Mía" (EDITADO)

Entraron las dos niñas, Mía era una versión adolescente de su madre, en cambio, Tara, solo tenía sus ojos, su cabello era castaño y su piel de un tono más tostado, al igual que su hermana era bastante hermosa.
Irina las saludó cariñosamente.

_ Chicas, ella es la nueva trabajadora, Rachell. Rachell, ellas son mis dos hijas Mía y Tara.

Me acerqué a las niñas y abracé a cada una para luego depositar un beso en sus mejillas.
Se tensaron  un poco ante mi saludo, al parecer no eran mucho de contacto físico, yo no podía evitarlo, siempre había saludado de la misma manera.
Irina dejó que las chicas subieran para cambiarse mientras yo terminaba mi trabajo.
Fui a la pieza de Mía, ya era la penúltima habitación que debía terminar, toqué 3 veces pero nadie me abrió así que entre.
Mía estaba en el escritorio con sus audífonos puesto viendo algo en su computador.
Su habitación era en tonos blanco y negro con algunas cosas.
En una de las paredes había una imagen de la Torre Eiffel, en otra había un dibujo de una guitarra y varias notas musicales.
En el medio había una gran cama y al igual que en la pieza de Tara habían dos puerta.
Mía volteó y me vio ahí, al parecer estaba enojada.

_ Hey, ¿por qué no tocas?

_ Lo siento, lo hice, pero no abriste y necesito hacer tu cama - suspiró y su mirada cambió a una más calmada.

_ Lo siento, no quería ser grosera, es solo que... no me gusta que vean mis cosas y hoy no fue un buen día porque...

Pero dejó de hablar, noté que había algo de lo cual tenía muchas ganas de hablar con alguien, pero supongo que como toda chica de su edad prefiere guardárselo para ella.

_ Mira, sé que me acabas de conocer, pero por lo visto estaré mucho tiempo aquí, así que si necesitas hablar solo dime. Estoy dispuesta a escuchar y te aseguro que no te voy a juzgar y guardaré tus secretos.

_ Por alguna extraña razón siento que eres de confianza.

_ Claro que sí, ahora dime.

Al parecer realmente necesitaba hablar con alguien porque me contó todo. Resulta que ella no era muy sociable, solamente tenía un mejor amigo llamado Max, ninguna amiga. Pero había una chica que le hacía la vida imposible, una tal Brittany, el último rumor que había esparcido era que Mía era virgen y todos se rieron de ella.
No conocía a esa chica pero ya la odiaba. Mía ya no aguantaba más, así que, mientras hacía la cama, la aconsejé.
A las seis de la tarde me encontraba de camino al departamento en un camión.
Le dije al señor que me esperara, fui por las chicas y les conté toda la situación, estaban muy contentas, así que subimos todo al camión y fuimos directo al nuevo departamento.
Llegamos al edificio, la mujer de recepción me entregó las llave y nos guió.
Cuando ya estábamos en el departamento no sé cuál de las tres estaba más sorprendida.
Todo era realmente hermoso.
Habían tres habitaciones, un gran living y cocina, además, todo estaba amueblado.
El señor del camión nos ayudó y luego se fue.

_ Wow, esto es maravilloso, Rachell - dijo Sam tirándose en el sillón.

_ Siento que esto es un sueño del que no quiero despertar - vi la felicidad en lo ojos de mi hermana, la amaba con todo mi corazón, no dejaría que sufriera nunca más.

_ No te preocupes, nunca más pasaremos miserias. Te lo prometo.

_ ¿Qué tal si vamos a comprar comida, volvemos para preparar algo rico y celebrar nuestra nueva vida? - Sam se levantó y tomó su bolso - Vamos.

Fuimos a un supermercado cercano y compramos todo lo necesario, por suerte la señora Irina me había dado un adelanto de mi sueldo.
Compramos muchas cosas y volvimos al departamento para celebrar.
Ya estábamos comiendo entre risas cuando recordé algo.

_ Mañana deberás ir conmigo Violetta y el viernes también, porque recién el lunes entrarás a tu nuevo colegio.

_ No tendré ninguna amiga.

_ La señora Irina me dijo que seras compañera de su hija Tara, así que no te preocupes.

_ ¿Y si no le agrado?

_ Imposible, porque tú le agradas a todo el mundo,  cariño - dijo mi amiga regalándole una gran sonrisa.