Luego de caminar unos cuantos pasos sendero abajo, solo podía ver como la espalda de Jota se veía sumamente grande desde esta perspectiva y mis pensamientos se cuestionaban en qué momento había accedido a seguirle.
Solo podía cuestionarme ¿Por qué Marié? ¿Por qué?!.
- Creo que por aquí es suficiente– Miro su alrededor.
- Esto me está dando miedo– Agregue a medio broma, medio real.
Y definitivamente no era mentira, él solo se volteo y me sonrió.
- Este es el lugar más seguro para nosotros– Agrego sincero.
Nosotros? .
Un millón de imágenes de mi supuesta violación rondaban en mi cabeza, como podía ser tan estúpida para acceder a caminar en sendero abajo con un completo desconocido y el miedo se apodero de mí.
No era el miedo a la muerte en sí, sino que era el hecho de ser violada antes de morir lo que me aterraba. Sentí como mi corazón comenzaba acelerarse y mis piernas me decían: corre.
- Eh! Por qué tienes esa cara, no te voy abusar o algo por el estilo– Río mientras mis mejillas se ruborizaban por adivinar mis pensamientos.
Jota se sentó en una gran piedra y me apunto que lo hiciese a su lado.
- De verdad que no te violaré, Mar–Sonreí mientras arreglaba su cabello– Además que él jamás me lo perdonaría y sabes?... Aprecio mi vida
- No es que crea eso– Intente sonar segura pero creo que ni siquiera se acercó a eso porque Jota río mientras negaba con la cabeza. C
Cuando se refirió a "él" me vino a la mente mí padre y sí, seguro le mataría si me llegase a hacer algo pero si no, me mataría a mí por romper las normas.
- Bueno deberás confiar en mí, sé que es complicado para ti pero te juro que no te haré ningún tipo de daño.– Aseguro y yo asentí incomoda.
Saco un pequeño cuadrado de papel de su billetera, lo cual ya me daba algún tipo de mala impresión.
- No me quiero drogar– Advertí.
- Shh– Me calló– Ten ponlo en tu lengua, y solo confía en mí.
No quería hacerlo definitivamente no, pero recordar todo lo que había pasado este último año y como Daniel había hecho que mi integración social se fuera a la mierda... Accedí.
Puse el pequeño papel en mi lengua y creo que le mire con cara de duda al ver que no me pasaba nada.
- Hace cuanto lo controlas?– Me miro impresionado.
Sus ojos azules me miraban maravillados mientras sentía que me estaba tratando como una drogadicta por no sentir ningún tipo de efecto.
- Se supone que debo sentir algo?– Le mire sorprendida al no sentir nada.
- No sientes nada?– Me miro frunciendo el ceño. Jota estaba sumamente serio– Dios!, Te tienen en el CCM... Vamos tienes que contarme, Mar– Pregunto preocupado.
Definitivamente Jota era el drogado aquí porque yo sabía que mierda me hablaba.
- Jota, yo no sé de lo que...– De pronto mi vista se fijó al frente.
Deje de escuchar a Jota pero algo en mí me decía que él me seguía hablando pero mi atención estaba dirigida en árbol frente a mí, aquel árbol se distorsiono frente a mí por lo que me voltee a ver a Jota quien me intentaba hablar pero su voz sonaba de forma lejana y distorsionada como para entenderla, parecía como si no estuviésemos sentados juntos pero a la vez a millas de distancia.
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Subnormal.
RomanceMarié Leblanc hija de un estricto militar, John Leblanc, deberá cambiar su vida luego de la extraña y repentina muerte de su madre pero este no es la única cosa que deberá enfrentar ya que deberá aprender que no puede ser siempre la chica dependient...