Subnormal.

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Intente reconstruir escena con Mica todo el día domingo y llegamos a la conclusión que quizás me había drogado al tener tan de cerca a James fumando marihuana para luego golpearme y desmayarme por muy estúpido que sonase.

- Por favor dime que tú me pusiste la pijama–Suplique tomando su mano.

Su rostro se tensó para luego negar con la cabeza y un chillido se escapó de mis labios.

- Es broma, he sido yo–Se burló.

Comencé a golpearla con la almohada, exasperada por el susto que me había hecho pasar.

Mi padre al llegar nunca sospecho nada y es más llego de tan malhumor que todo el Domingo se quedó encerrado en su habitación, según él debía avanzar en un trabajo por lo que cada uno paso todo el día en su habitación.

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La clase de química comenzaba en unos 10 minutos y mientras veía como Mica guardaba sus cosas en su lockers, no podía dejar de rascarme el brazo.

- Ya!– Se quejó.– Basta, es repugnante como saltan tus tejidos"– Comento Mica mirándome con asco, y sí era algo repugnante.

- Es mi jodida cicatriz que pica de vez en cuando... Tendré que decirle a papá que me inyecten algo para la alergia siempre me da esto– Seguí frotando mis uñas contra mi piel hasta que mis ojos se encontraron con los de Jota.

Pese a que camino con paso decidido a entrar a clases le alcance por el brazo, y él se volteo saludándome cordialmente, como siempre lo hacía sin una pizca de nerviosismo, nada.

- Qué pasa Mar?– Dijo con su sonrisa característica.

- Pasa que, el Sábado ambos sabemos que estuvimos juntos– Le mire desafiante– Me diste ese papel extraño y luego ya no recuerdo nada.

- No sé de qué hablas, Mar– Me miro confundido y algo en mí me decía que mentía.

- Pero sí que estuvimos juntos esa noche– Afirme de forma dudosa, ya que al parecer la historia que conto Daniel parecía ser más real, suspire pesadamente– Ya... déjalo, tienes razón.

- Lamento no poder decir lo que tú quieres– Dijo incómodo.

De seguro estaba incomodo porque le enfrente de forma tan acosadora por lo que di un largo suspiro y asentí.

- No te preocupes– Me senté en mi puesto al lado de Mica y al ver como entraba Daniel, baje instintivamente mi mirada.

- Todo bien?– Susurro Mica y yo no respondí.

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Se suponía que venía una semana de receso, en donde la finalidad era descansar, pero por lo contrario a eso nos dejaron un montón de material para desarrollar durante ellas. Bufe al ver las eternas guías de ejercicio de matemáticas y químicas para luego guardarla en mi bolso.

- Pero sí es Marié la drogadicta– La rubia apareció frente a mí con su "goma" (refiere al hecho de las personas que siguen al otro y no tienen opinión alguna).

- No seas pesada, Katy– Contesto Mica.

- Me da igual lo que opine ella– Dije con cara de pocos amigos mientras me cruzaba el bolso.

- Hola mi amor– Sonó la voz de la rubia refiriéndose al ojiverde y yo controle las ganas de vomitar.

- Tendrás con urgencia ir a inyectarte corticoides para esa alergia– Me regaño Mica mientras me seguía rascando y yo asentí.