Subnormal.

28

Narra Marié.

Desperté algo ida, seguía con la visión algo borrosa intentando reconocer donde me encontraba. Me fui incorporando poco a poco, con la ayuda de mis codos, hasta quedar sentada en la cama donde me encontraba.

Una chica de cabello rizado estaba frente a mí, mirándome atenta y sin pestañar.

- Estoy muerta?–Balbucee.

- No, no lo estas pero casi sí–Respondió con voz tierna.

- Dónde estoy? Donde esta Daniel?, Qué paso con papa?–Pregunte alterada levantándome de la cama viendo como todo me daba vuelta.

La chica me ayudo a reincorporarme. Lleve mis manos a mí cabeza cuando todos los recuerdos vinieron a mí cabeza de golpe.

- Tranquila, tranquila–Me sentó nuevamente–Estas donde Bronx, todos los chicos están arriba buscando la forma de rescatar a Daniel y en cuanto a tu padre... Murió.

- Rescatar a Daniel?–Traga saliva duro.

- Sí, lo han acusado de atacar a una persona–Murmuro apenada.

Flash back.

Tenía frente a mí a mi padre, su pómulo seguía rojizo por el único golpe que había alcanzado a darle, lo empuje duramente cuando me estaba reteniendo haciéndolo caer.

- Qué le has hecho? Qué has dicho para que lo tengan en eso?!–Grite.

- Le he dicho que él fue el que ataco a Ginger–Se río para luego levantarse.

- Ginger, de qué hablas?–Exclame.

- Eres una pésima hija, aparte de una pésima persona en general–Se río–Tu querida amiga fue atacada por un subnormal el día en que "te robaron"

- Dónde está?

- Donde más, en coma en el hospital–Se burló.

Fin del Flash back.

Mi cabeza comenzaba a doler con tanta información que venía de golpe, aquello era mucha información.

- Qué... Qué paso con mi padre?–Balbucee mirando a la nada.

La chica tomo de mi mano para dar un leve apretón.

- Él ha... muerto–Contesto.

Mis ojos se abrieron en par al igual que mi boca, ni siquiera capaz de procesarlo del todo.

- Has dormido todo el día, ya encontraron su cuerpo y mañana será su funeral... Por lo que tienes que llegar a tu casa intentando aparentar que no sabías nada, y cuando asistas al funeral fingir dolor por su muerte–Indico.

- Yo...Quienes están... Daniel... Yo–Balbucee llevando mi pelo hacia atrás.–Acabo de soñar con él, sabes... Y parecía todo tan real.

Antes de despertar recordaba haber estado conversando con Daniel en la universidad, no lograba recordar el contenido de lo que conversamos pero sí que él había sostenido mi rostro para besarme tiernamente en los labios.

Dios, lo extrañaba.

- No sabemos nada de Daniel, está en cuarentena y cuando entras a ella no sales–Contesto.

- Cómo que no sales?–Increpe asustada.

- Digo, sí sobrevives los cuarenta día, sales pero... Muchos mueren, por eso le tememos–Respondió.