Subnormal.

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Sin poder preverlo un duro y certero golpe cayó en la mandíbula de Kyle. Reincorporándose al paso sus ojos se tornaron negros en modo de defensa para poder atacar al chico frente a él, que en seguida logro esquivarlo.

-         Tranquilo, hermano–Le advirtió el rubio detrás de él que aún permanecía escondía su condición a diferencia del ex ojiverde.–No debemos llamar la atención.

-         Vaya, si se trata de Daniel Schwartz–Se burló Kyle quitando los rastros de sangre de aquel imprevisto golpe.–Qué te trae fuera de tus límites establecidos?

-         Te lo he dicho una vez, y porque me siento generoso lo repetiré una segunda vez–Gruño.–Donde tienes a mi chica?

-         No sé dónde está tu maldita chica–Se burló con postura egocéntrica–Pero para la próxima ocúpate de ponerle un GPS.

-         No debiste decir eso–Advirtió.

Las manos y brazos completamente envestidos de un color negro una llama salió de ellas para caer en la ropa de Kyle, el cual apaciguo con su habilidad de frio.

-         Búscala–Le ordeno el castaño a su amigo rubio, el cual tan solo se limitó asentirle.

-         No, no lo harás–Advirtió Kyle quien le lanzo uno de sus ataques de frío.

Aquello paralizo la pierna izquierda del chico rubio y en donde su amigo no dudo en suministrar calor para derretirlo.

-         Estas peleando conmigo, jodido cabron–Le increpo completamente furioso.

La pelea no parecía dejar de cesar puesto que Daniel tenía solo un objetivo en mente y ese era poder destruir a Kyle Cooper, ya que no solo habían rencillas en la actualidad sino que mucho más que eso, Kyle le había dado información privilegiada a su padre acerca de Marié y eso lo sabía gracias a Alex Reed, quien al enterarse que tenía una hija rápidamente intento eliminar cualquier historial acerca de ella en la base militar.

El rubio corrió tras toda la puertas, pateando y destruyéndolas con su habilidad pero cuando se posiciono frente a un enorme puerta de metal su cuerpo pareció crisparse. Su habilidad de telequinesis le decía que dentro de esa puerta algo oscuro y despiadado estaba comenzando a ejercerse.

Cuando giro el pomo de la puerta dio cuenta de lo peor, suspendido en el aire permanecía el cuerpo inerte de Marié Leblanc y no solo eso sus brazos daban cuenta de la tortura que había sido sometida en esos cortos tres días.

Con valentía se acercó hasta su cuerpo y dio cuenta de cómo sus extremidades estaban completamente negra, y las cuales poco a poco comenzaban a llegar al centro de su cuerpo, específicamente a su corazón.

Y era por esa misma razón la CCM te reclutaba desde pequeños porque debían controlarte desde tus inicios tus habilidades porque si el manto negro llegaba hasta el centro de su cuerpo, es decir, en lo más profundo de su corazón, moriría.

Jota deslizo su cuerpo que permanecía flotando para posicionarle en el frio con cuidado, a pesar de la macabra escena parecía dócil.

-         Mar, Marié–Le llamo su amigo pero no había respuesta–Vamos chicas tenemos que salir de aquí y de hecho Daniel nos espera afuera.

El cuerpo de la castaña se tensó y en vez de recibir sus característicos ojos café claro, aparecieron unos ojos negros como la noche. Jota estaba acostumbrada a esa transformación, pero no a la de Marié y algo también le decía que la chica que lo veía de manera escéptica no era ella.