CAPÍTULO 19

147 13 5
                                    

Carolina

No me puedo creer que me esté pasando esto otra vez. Las palabras que ha dicho James, son las mismas que me dijo Dani antes de ir a la playa.

En cuanto salieron de su boca, mis ojos se empañaron de lágrimas y salí corriendo.

Ya he parado de correr y ahora mismo estoy exhausta. No me he acordado de que acababa de salir del hospital cuando me puse a correr. Necesito ayuda, tengo que reponer fuerzas o, de lo contrario, me desmayaré otra vez. Todavía estoy débil, y me lo noto.

No pienso llamar a James, aunque él no sabe lo que ha hecho y seguramente esté preocupado por mí. Hasta ahora se ha portado muy bien conmigo, pero de vez en cuando se pone borde.

Estoy marcando el número de Alicia, pero ahora que recuerdo, solo es martes por la mañana, así que estará en clase y no voy a molestarla.

Decido ir a un restaurante y comer algo. Solo necesito tomarme algo para recuperar algunas fuerzas y llamaré a James, porque ahora no estoy preparada para hacerlo.

James

Estoy buscando a Carolina por todas partes. Después de que saliera del coche de una manera tan brusca y sin decir nada, volví a aparcarlo y salí corriendo por la misma dirección en la que ella lo hizo.

He preguntado a muchas personas si han visto a una chica con el pelo negro corriendo, y algunas me han dicho que sí, pero que no duraría mucho, porque se iba apoyando a las paredes. Todavía sigue débil y puede desmayarse en cualquier momento.

No deberíamos de haber ido a ver el apartamento, debería de haberla llevado a la residencia para que descansase, pero como me dio una oportunidad, no quise desperdiciarla.

Llevo buscándola media hora y no la encuentro. Como le haya pasado algo no me lo perdonaré.

Entro en un restaurante a preguntarle al camarero si la ha visto, pero mi móvil empieza a sonar y lo cojo sin saber quien es.

- James, soy yo, lo siento mucho - dice Carolina como si estuviera a punto de llorar.

- No te preocupes - digo abriendo la puerta del restaurante. - ¿Dónde estás? - pregunto, pero enseguida la veo salir del restaurante que está enfrente.

Sin pensarlo dos veces, cruzo la calle y la abrazo con fuerza. Al principio no se mueve, pero termina correspondiendo al abrazo y entierra su cabeza en mi cuello.

- Lo siento mucho, de verdad, no quería preocuparte - dice llorando en mi cuello.

- Tranquila, por fin te he encontrado - digo abrazándola con más fuerza aún.

- Vas a asfixiarme - dice secándose las lágrimas.

- Perdón - me disculpo. - Ahora cuéntame qué he hecho mal esta vez - digo mientras me separo de ella despacio.

- No importa, déjalo.

- Sí que importa. No te metas en tu coraza de nuevo y dime qué es lo que te pasa. No hagas que tenga que preguntárselo a Alicia, quiero que me lo expliques tú - digo mirando fijamente a sus preciosos ojos verdes.

- Está bien, te lo explicaré - dice y pasa por mi lado para volver al coche. Para y se da la vuelta. - Pero no ahora, necesito descansar.

- Vale, esta vez dejaré que te escapes porque necesitas recuperarte, pero la próxima tendrás que hablar - le aviso.

- Vale, pero no seas pesado - dice con el mismo tono que yo.

- ¿Pesado yo? - pregunto asombrado. - Si solo peso 70 kilos, mira qué tableta - digo levantándome la camiseta y dejando a la vista mi abdomen.

Carolina abre los ojos como platos y me baja la camiseta rápidamente.

- ¿Qué haces? - pregunta avergonzada.

- Demostrarte que no soy pesado - digo acercándome a ella.

- Tienes razón, no eres pesado, eres un idiota - me insulta, y sigue su camino al coche.

Carolina

Cuando James me cogió el teléfono, sentí un alivio muy grande. Estaba saliendo del restaurante mientras hablaba con él y me abrazó sin más. Yo no quería abrazarle, pero en ese momento era lo que más necesitaba, así que le correspondí. No aguanté más y me desahogué. Sé que tengo que contarle lo que ha pasado, pero todavía no. No estoy preparada para seguir con el libro que tanto me ha hecho llorar, Daniel.

Me da la sensación de que va a estar presionándome para que se lo cuente y no quiero eso, por eso le dije que era un pesado, pero tampoco es para enseñar su tableta ni nada. Ya estamos en el coche de vuelta a la residencia, a mi "casa" aquí en California.

Solo se escucha la música, hasta que decide romper el silencio.

- Siento mucho lo de la camiseta, aunque no deberías estar así, porque lo he hecho para sacarte una sonrisa - dice mirándome durante unos segundos.

- Entiendo que quieras sacarme una sonrisa, pero no hace falta que hagas un striptease para demostrármelo - digo mirando por la ventana.

- ¿Un striptease? Si solo me he levantado la camiseta un poco - dice con una sonrisa pícara.

- ¿Un poco? Dejémoslo.

- Bueno ya hemos llegado - dice aparcando el coche cerca de la entrada de la residencia.

- Eso ya lo veo - digo obvia.

Cojo mi bolso, pero cuando agarro la manilla de la puerta para salir, James pone el seguro.

- ¿Qué haces? - pregunto asustada.

- Evitando que te marches del coche sin darle un beso a tu novio - dice mientras cierra los ojos y pone morritos.

Esquivo sus labios y deposito un beso en su mejilla.

- Sigo algo enfadada, pero muchas gracias por todo - digo relajada, y abre los ojos para mirarme.

- De nada, y recuerda que mañana nos instalamos en nuestra casa - dice quitando el seguro de puertas.

- Lo sé, lo tendré todo recogido para después de comer - digo abriendo la puerta.

- Espera - dice agarrando mi brazo.

Lo miro, esperando a que diga algo, cuando me acerca a él y deja un suave beso sobre mis labios.

Se aparta y me mira buscando alguna expresión en mi rostro, pero no encuentra ninguna, ya que no sé cómo reaccionar.

Me bajo del coche sin decir nada y me dirijo a mi habitación. No me puedo creer que me haya dado un beso en los labios. Entiendo que tengamos que fingir todo el tiempo, y más si estamos en la puerta de la residencia, pero no debería haberme besado, en la mejilla sí, pero no en los labios.

Ahora solo me hago una pregunta, ¿estaría fingiendo o estaba siendo él mismo?

Quiero pensar que es la primera opción, pero no estoy muy segura.

¿Qué le está pasando a James que se está volviendo tan dulce con nuestra protagonista?

¿Se está enamorando?

Comenten sobre lo que piensan.

Espero que hayan disfrutado leyéndolo tanto como yo he disfrutado escribiéndolo.

Ya me han arreglado el ordenador, así que subiré día si día no. Aunque si me pasa algo subiré cada tres días.

Hasta la próxima.

Kisses de xlocatisx

Un amor no tan fingidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora