CAPÍTULO 32

137 8 18
                                    

Carolina

- No sabéis lo que os he añorado - digo todavía abrazando a mis amigas.

- Nosotras a ti también Carolina - asegura Amber.

Nos separamos y nos miramos las unas a las otras. Comenzamos a reír y volvemos a unirnos en un abrazo que demuestra nuestra fuerte amistad.

- Chicas, ¿vamos a por un helado, o vais a seguir ahí con vuestros abrazos? - pregunta James mirándonos.

- Qué pesado es cuando quiere - bufo poniendo los ojos en blanco.

Nos separamos finalmente y nos reunimos con los chicos.

- James, ellas son Amber, Alexandra y Emma - le presento a mis amigas al mismo tiempo que las voy señalando.

- Encantado chicas - responde James mientras me pasa un brazo por los hombros.

- ¿Nos vamos ya? - pregunta impaciente Josh.

- Un momento - respondo. - Chicas, ellos son Josh - comento haciendo un gesto con la mano en su dirección - y Chad - añado señalando al pelirrojo. - Son los mejores amigos de James - finalizo mirando a mi "novio".

James acerca su rostro al mío y me besa dulcemente. Le sigo el beso, porque hay que fingir frente a sus amigos, pero cuando el beso termina, mis amigas me miran boquiabiertas.

- Vámonos ya, que si no la heladería se va a llenar de niños pequeños - comenta Alex mirándome con una sonrisa pícara.

La entiendo al instante y me sonrojo levemente.

De camino a la heladería vamos hablando de cosas sin sentido, conociéndonos más unos a otros, aunque todavía tengo en la cabeza el momento en el que Chad se quedó mirando fijamente a un punto cuando mis amigas aparecieron. Debo preguntarle qué le sucedió.

- ¿Estás bien amor? - pregunta James dando un apretón en la mano que tiene agarrada desde el momento en el que despegó el brazo de mis hombros.

Durante unos instantes había estado inmersa en mis pensamientos y no me había percatado de que ya habíamos llegado.

- Sí, perdona, es que estaba pensando en mis cosas - respondo sinceramente.

James asiente y no vuelve a preguntarme. Empiezo a agobiarme, la heladería está hasta los topes y tengo mucho calor.

- James, necesito que me dé un poco el aire - comento agitando una mano delante de mi cara en forma de abanico. - Estaré fuera esperando, pídeme un helado de mango - añado antes de darle un beso en la mejilla y salir de toda esa masa de gente.

Fuera está Chad fumándose un cigarro.

- Hey - saluda para romper el silencio.

- Hola Chad, no sabía que fumaras - comento para entablar conversación.

- Pues ahora ya lo sabes - dice después de darle una calada al cigarrillo.

- Quería preguntarte algo - digo por fin.

- Si es respecto a lo que os pasó a James y a ti hace tres años, no voy a decir una palabra - asegura serio.

- Tranquilo, no me refiero a eso - respondo negando con la cabeza.

- Está bien, pues pregunta - comenta tirando la colilla al suelo.

- ¿Qué te pasó antes en el parque? - pregunto, pero al instante se tensa.

- Nada, solo recordé algo - responde nervioso.

- ¿Algo? ¿O a alguien? - pregunto directamente.

Un amor no tan fingidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora