CAPÍTULO 18

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James

Carolina se está cambiando mientras yo estoy esperándole.

- Ya estoy - anuncia saliendo del baño. - James lo he estado pensando y tienes razón, te debo una - acuerda cogiendo su bolso.

- Gracias, no te arrepentirás - agradezco y la abrazo por la cintura.

- Quita - se queja apartándome. - No te creas que te voy a dar alguna cita, vamos a ir a ver un apartamento que he visto por Internet y así seguir con el plan - dice mientras se arregla la ropa.

- Vale, pero por el camino podemos ir hablando - la chincho.

- Que sí, venga - bufa saliendo de la habitación.

La verdad es que no parece la misma chica que ayer estaba inconsciente. Ha recuperado algo de color y ya no está tan débil. Ya le advertí que no se podía tomar solo un colacao para desayunar, lo que me lleva a recordar, que todavía hoy no se ha tomado nada.

- Carolina, ¿no te olvidas de algo? - pregunto cogiendo su brazo para que se gire.

- ¿De qué? - pregunta borde.

- Tienes que desayunar - le recuerdo alzando las cejas.

- No nos va a dar tiempo, ya he quedado con el hombre del apartamento - dice mirando la hora en su móvil.

- Espera un momento - digo y me separo de ella.

Voy hasta una máquina expendedora y saco un donut de azúcar.

- Aquí tienes - digo dándole el paquete con el dulce.

- Gracias - agradece, y le da un bocado a su dulce mientras salimos del hospital.

- ¿Y ahora? - pregunto impaciente.
- Tenemos que ir a esta calle - dice mostrándome una dirección en su móvil.

- Voy a por mi coche, no te muevas - digo autoritario.

- No tardes.

De camino al coche voy pensando en esta chica que tanto me importa. Ayer estaba muy preocupado, y cuando la vi tan frágil, me hundí y más sabiendo que tengo parte de culpa que le haya sucedido esto. A pesar de que me odia, se está ablandando un poco y espero que me llegue a coger tanta confianza como en el instituto.

Meto las llaves y me dirijo a donde la he dejado hace un momento. Bajo la ventanilla y le digo:

- Sube.

- Vaya qué pasada de coche - dice montándose en mi Mercedes Benz.

- Gracias, es lo que tiene hacer prácticas en algunos de los mejores hospitales - digo mientras conduzco.

- ¿Estudias medicina? - pregunta asombrada.

- Si, estoy en el tercer año ya.

- Yo también estudio medicina, pero como sabrás estoy en el primer curso.

- ¿En serio? Qué casualidad.

- Pues sí, ¿en qué te quieres especializar?

- Me gustaría ser neurólogo, ¿y tú?

- Hematóloga - responde antes de que aparque el coche frente a un bloque de pisos.

- Según la dirección es aquí - comento inspeccionando un poco la zona con la mirada.

- Sí, es aquí - afirma, y se baja del coche.

Andamos hasta llegar a un edificio. Paramos en la entrada y Carolina pulsa el botón del segundo piso. Un hombre pregunta quién es y ella responde educadamente. Subimos en ascensor, ya que todavía está débil y no quiero que le pase nada.

- Estáte simpático, por favor - me pide cuando se abren las puertas del ascensor.

- Que sí, pesada - digo saliendo detrás de ella.

- Buenos días - saluda un hombre al entrar en el amplio apartamento.

- Buenas - digo sin ganas.

El piso es bastante espacioso y grande. Cuando entras por la puerta principal, te encuentras un salón lleno de muebles modernos. A la izquierda hay una cocina abierta con una isla en el centro. La habitación de matrimonio está al final del pasillo que hay cerca del salón, el dormitorio de invitados está en mitad de ese mismo pasillo y hay un baño situado al lado de la cocina. También tiene una pequeña sala de estudio cerca de la entrada.

Al terminar de ver todo el piso volvemos al salón con el vendedor.

- ¿Qué les ha parecido? - pregunta con una sonrisa.

- A mí me encanta - responde Carolina con los ojos vidriosos.

- ¿Y a usted? - me pregunta el hombre.

- Es perfecto. No creo que nos haga falta buscar más, ¿verdad amor? - le cuestiono a mi "novia".

- Tienes razón, nos lo quedamos - dice Carolina dándole la mano al hombre.

- Muy buena elección - asegura yendo a por los papeles de la fianza.

Cuando terminamos, nos montamos en el coche para volver a la residencia y empezar a recoger nuestras cosas.

- ¿De verdad te gusta? - pregunta Carolina.

- Sí, es muy acogedor y además está cerca de todo - añado mientras doy marcha atrás para salir del aparcamiento.

- No puedo creerme que vaya a independizarme tan pronto - comenta ilusionada.

- ¿Estás preparada para esto, no? - pregunto preocupado.

- Sí, no me queda otra - se sincera suspirando.

- No te preocupes, te cuidaré bien - digo, pero en ese instante su ilusión desaparece, y deja a una chica con los ojos llenos de lágrimas.

Me apresuro a tranquilizarla, pero se baja del coche y se marcha corriendo, dejándome estupefacto ante lo que acaba de suceder.

Parece que el plan va viento en popa, ya que han encontrado un piso y van a mudarse ya mismo.

¿Qué piensan que le ha podido pasar a Carolina como para que saliera corriendo?

¿James ha hecho algo malo esta vez?

Comenten sobre lo que piensan que le ha pasado a nuestra protagonista.

Espero que hayan disfrutado del capítulo.

No se cuándo podré volver a subir otro capítulo, porque mi ordenador sigue estropeado.

Parece que no, pero créanme, yo tengo más ganas que ustedes de poder subir capítulos para ver sus reacciones.

Bueno perdónenme y hasta la próxima.

Kisses de xlocatisx

Un amor no tan fingidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora