CAPÍTULO 15

142 20 5
                                    

Daniel

Estoy deseando que acabe este infierno al que llaman filosofía. Quedan escasos segundos para que finalice la clase. Toca la campana y me levanto, dispuesto a ir a la siguiente.

Cuando salgo del aula me encuentro a una persona de la que he estado aprovechándome a lo largo de tres años cogida de la mano de un chico. El chico habla animadamente con Carolina mientras van de la mano. Sin darme cuenta he formado puños con las manos y ejerzo tanta fuerza que mis nudillos están blancos.

Me acerco a ellos y le doy un tirón a Carolina en el brazo, haciendo que se gire bruscamente. Ella me mira con una sonrisa que no conocía.

- ¿Qué haces con ese tío? - pregunto señalando al chico con un gesto de la cabeza.

- ¿Con James? - pregunta mirándolo.

- Sí, como se llame. ¿Qué hacías dándole la mano? - pregunto cada vez más irritado.

- No tengo por qué darte explicaciones de mi...

- Estamos saliendo - responde el tal James cogiendo la mano de mi ex de nuevo.

- Sí, estamos juntos - dice regalándole una sonrisa. - ¿Algún problema, Daniel? - pregunta desafiándome.

- Yo no tengo ningún problema. La que lo tienes eres tú, que eres una zorra - la insulto.

- ¿Por qué se supone que mi novia es una zorra? - pregunta James acercándola a él.

- Porque solo hace tres días desde que rompimos - respondo con cara de asco.

- ¿Seguro que yo soy la zorra? - pregunta separándose de James y acercándose a mí. - Tú eres el que me dejó por teléfono y a los pocos segundos estaba montándoselo con Dayana - me recrimina.

No me da tiempo a contraatacar, ya que suena la campana de nuevo, avisando a los alumnos, que todavía quedan en los pasillos, que empieza la siguiente clase.

- Nos vemos luego James - se despide Carolina deslizando sus brazos por el cuello de éste para abrazarlo.

- Adiós - dice James correspondiendo al abrazo, pero deslizando sus brazos por la cintura de mi ex.

James se va por un lado del pasillo y Carolina por el opuesto, dándome la oportunidad de darle un pequeño consejo a James.

- Buena suerte, la necesitarás - le digo mientras paso por su lado corriendo.

Carolina

Odio a Daniel, ¿cómo se atreve a llamarme zorra delante de James? No tiene ningún derecho de insultarme después de lo que me hizo.

Por otra parte, estoy contenta. He conseguido lo que quería en tan solo unos minutos. James y yo íbamos por los pasillos y Daniel salió de su clase. Cuando nos vio, sus ojos se abrieron como platos y cerró las manos formando puños. El tirón que me dio en el brazo, me demostró que estaba muy enfadado por haberme visto de la mano con un chico.

Lo que me ha sorprendido, ha sido la reacción de James cuando Daniel me ha llamado zorra. Me acercó a él, como protegiéndome de cualquier peligro que pudiera tener a mi alrededor. No sé si seguirá siendo la misma persona que me hizo daño hace tres años, pero lo que tengo claro es que no me voy a ablandar por un gesto así, ni por ninguno. Podré llevarme mejor con él, pero no creo que coja tanta confianza como le cogí en el instituto.

Estoy en la segunda clase de la mañana y no puedo concentrarme debido a que tengo a estas dos personas dando vueltas en mi cabeza.

De repente tengo sueño, mucho sueño y noto como mi cuerpo se va durmiendo y mis ojos se van cerrando.

Alicia

Cuando terminé mi primera clase, me encontré con Carolina por el pasillo, así que decidí acompañarla, ya que tenemos algunas clases en común.

Me estoy aburriendo como una ostra escuchando al profesor. Es una pesadilla, no se calla ni un momento.

Levanto la mano para ir al baño, aunque algo me llama la atención. La cabeza de Carolina está echada sobre la mesa, de tal manera que parece que está muerta.

La llamo una y otra vez, pero no me escucha. Me levanto rápidamente de la silla y voy hasta donde está ella.

El profesor me ve y me pregunta:

- Señorita Alicia, ¿dónde va?

Pero yo no le escucho, estoy pendiente de que Carolina reaccione. Cojo su brazo y empiezo a agitarlo, pero no se mueve.

- Profesor, pida ayuda - exclamo nerviosa.

El profesor manda a un alumno para que haga lo que le he pedido. Se acerca y llama a mi amiga, pero sigue sin reaccionar.

A los pocos minutos, entran dos enfermeros y se llevan a Carolina en una camilla.

- Señorita Alicia, si quiere puede acompañar a su amiga - me dice el profesor.

- Gracias - digo antes de salir detrás de la camilla.

¿Qué les ha parecido la reacción de Daniel?

¿Era lo que esperaban?

¿Les ha sorprendido cómo James protegió a Carolina?

¿Qué le habrá pasado a nuestra protagonista?

Comenten y voten.

Hasta la próxima.

Kisses de xlocatisx

Un amor no tan fingidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora