CAPÍTULO 25

149 12 15
                                    

James

- Te quiero - le digo a Carolina.

Ella cierra los ojos y una lágrima se escapa de ellos. Los abre y puedo ver dolor, un dolor que no había visto antes, un dolor causado por mi culpa. Siento de verdad todo lo que le hice en un pasado. Me encantaría volver atrás y hacer las cosas con ella de otra manera. Desearía poder explicárselo todo como es debido, pero solo puedo callarme y ver cómo sufre esta chica.

- Luego nos vemos - se despide dándome un beso en la mejilla.

- Hasta luego amor - digo separándome de ella.

Pasa por mi lado y sale de la cafetería. Veo cómo se aleja con la mirada fija en el suelo.

- ¿Cómo va vuestra relación? - pregunta Daniel haciendo que vuelva a la realidad. Tiene una pícara sonrisa en su cara.

- Muy bien.

- No creo que sea así - asegura negando con la cabeza. - He visto la lágrima que ha rodado por su mejilla. Se toma muy en serio las relaciones y se ilusiona con facilidad - añade atrayendo mi atención. - Ten cuidado, a veces se le va la cabeza - comenta riéndose.

- Al que se le va la cabeza es a ti, ¿por qué le has puesto los cuernos? - pregunto molesto.

- Hey, cuando empezó conmigo me contó que un chico la enamoró para después dejarla tirada. Eso sí que es rastrero - explica

- ¿De verdad? - pregunto haciéndome el tonto, ya que el tipo del que está hablando soy yo.

- Sí, el tío ese es mi ídolo - responde como si nada.

- ¿Tu ídolo? - pregunto sorprendido.

- Claro, esa es la mejor forma de herir a las mujeres. Te haces el bueno con ellas, se ilusionan pensando que están viviendo un cuento de hadas y después las dejas tiradas. Así hieres sus sentimientos de por vida - dice tranquilo.

- Bueno Daniel, tengo que irme - me despido y toca la campana justo en ese momento.

Me termino el café de un sorbo y cojo mi mochila.

- Hey James - dice Daniel agarrando mi brazo. Me doy la vuelta, mirándolo fijamente. - Deberías hacerle eso a una tía, te sentirias súper bien - asegura.

Me echo a reír creyendo que era una broma, pero no parece que sea así.

- Voy en serio - dice cruzándose de brazos. - Pero no lo pruebes con Carolina, ella ya pasó por eso. Dale la oportunidad a otra tía de sufrir.

- Claro, lo probaré, si es que Carolina y yo lo dejamos - añado con una sonrisa de suficiencia.

Sus brazos algo trabajados se tensan y aprieta la mandíbula. Parece que Carolina tenía razón al decir que es muy celoso.

- Adiós James - se despide pasando por mi lado.

- Hasta luego.

Este tío no me gusta nada. ¿Cómo puede ser una persona tan dañina? No quiero imaginarme por lo que ha tenido que pasar Carolina a lo largo de su relación. Hablando de ella, ¿cómo estará ahora mismo?

Carolina

Ahora mismo me siento una persona muy vulnerable.

Después de irme de la cafetería llamé a Alicia y quedamos para vernos en la entrada de la Universidad. Como siempre hago cada vez que estoy mal y no quiero que nadie lo sepa, puse una falsa sonrisa en mi cara. Alicia lo notó nada más verme y le conté lo sucedido. Me dio su opinión y nos dirigimos a clases.

Un amor no tan fingidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora